Commandos
Commandos - Misión 17
Un musculoso boina verde, un conductor especialista en armamento pesado alemán, un marine con mucho mar navegado, un zapador apodado "fireman", un francotirador de excepcional puntería y un espía experto en disfrazarse y hacerse pasar por alemán; estos son los hombres con los que contamos para desbaratar los planes nazis de conquista de Europa y el norte de África.
MISION 17: ANTES DEL AMANECER
(28 de Noviembre de 1944)
Tu tarea consiste en liberar a un grupo de prisioneros encerrados en el interior de un complejo alemán, fuertemente defendido. El jefe de la resistencia francesa, Claude Gilbert, está entre ellos, así que el buen fin de esta misión es decisivo.
Cuentas para ello con el boina verde, el marine y el espía. Claude se te unirá luego, cuando consigas liberarle. Es de reseñar que el espía (bendito sea) viene uniformado de casa.
Esta misión es bastante sencilla en comparación con las que se avecinan, así que vamos al grano. Para empezar, coge al espía y hazlo entrar en el campamento. Olvida al guardia de la entrada inmediata y pasa a la zona del barracón, donde te será muy sencillo eliminar al soldado estático que espera junto a la bandera. El otro soldado verá el cadáver y correrá hacia él, de modo que intercéptalo por detrás, mientras corre hacia él, antes de que de la alarma. Ya sabes, inyección al canto. Puedes dejar los cadáveres ahí. Ahora pasa al interior y ocúpate del soldado que circula detrás del edificio de la izquierda, el de la placa que parece que pone W.C. Otro soldado verá el cadáver y vendrá a ver: ya sabes, acaba con él con la jeringa antes de que de la alarma.
Ahora, ocúpate del soldado que está junto a la estructura de abajo y escóndelo tras ésta. Luego, haz lo mismo con el que circula en sentido izquierda a derecha vigilando que no lo vea el guardia que está en la esquina del recinto donde Gilbert está prisionero. Deja el cadáver ahí y espera a que dicho soldado lo vea y venga a ver qué ocurre, momento en el que lo eliminarás limpiamente.
Ahora, utiliza como señuelo un cadáver para atraer al soldado que está junto a la puerta de salida, colocándote al límite de su vista lejana, en el pasillo donde está el árbol. ¡Cuidado de que no te vea cargando con él o dejándolo en el suelo! Cuando venga, ya lo sabes, inyección mortal en el plexo solar.