Commandos
Commandos - Misión 16
Un musculoso boina verde, un conductor especialista en armamento pesado alemán, un marine con mucho mar navegado, un zapador apodado "fireman", un francotirador de excepcional puntería y un espía experto en disfrazarse y hacerse pasar por alemán; estos son los hombres con los que contamos para desbaratar los planes nazis de conquista de Europa y el norte de África.
MISION 16: PÓLVORA MOJADA
(4 de Septiembre de 1944)
El curioso objetivo de esta misión no es otro que impedir que unos artificieros detonen unas cargas que harán reventar un puente, de vital importancia para el paso de las tropas aliadas.
Para esto, cuentas con el francotirador, el marine y el espía.
Para empezar, baja con el espía hasta la estación de tren y mata con la jeringa al que hay en el pasillo izquierdo, sin ser visto por el que patrulla más allá de la vía del tren. Escóndelo detrás de la casa y dirígete al otro extremo de la estación, a la esquina derecha. Agáchate y espera a que el que patrulla de un lado a otro de la vía se gire hacia el sur, ponte de pie y corre al otro lado de la vía pero cuidando estar fuera del campo visual del guardia que vigila en la puerta de la estación. Hay una piedra en el suelo que puede servirte de guía.
Cuando su vista vaya hacia el sur, corre a matar al centinela que hay de espaldas a ti, cógelo y corre hacia el otro lado de vía, escondiéndolo detrás de la roca o la casa.
Tu siguiente objetivo es el de la puerta del apeadero. Una vez fuera del campo visual del patrullero, arrástrate hasta la esquina izquierda de la casa, y cuando tu víctima no mire hacia ti, levántate y corre hacia él con la jeringa, luego escóndelo en el mismo sitio que el primero. Ya sólo té queda el soldado que patrulla. Ponte en la esquina superior izquierda de la casa y cuando sé de la vuelta hacia el sur, corre tras él y dale fin.
Ahora baja hasta la mitad del andén de madera y allí agáchate, y espera a que llegue el tren. Mientras está parado, avanza arrastrándote hasta el último poste una vez haya pasado el tren.
Arrástrate hasta detrás de la esquina de la casa y estarás en posición para encargarte de tus dos próximas víctimas; primero el que está parado, y luego el que patrulla.
Al que va por la carretera de norte a sur lo matas cuando pase hacia el norte por delante de la casa. Ve ahora hasta el que patrulla enfrente de la casa y espera en la esquina superior izquierda a que se ponga a tiro de tu inyección mortal. Escóndelo detrás de la choza de la bandera donde fuma despreocupado el siguiente candidato a morir.