Commandos

Eliminados los dos problemas, el francotirador saldrá del campamento por donde ha entrado y buscará, siempre agachado, un lugar desde el que poder disparar con su última bala al centinela que vigila el acceso al puente, allá por la carretera. Antes de eso, asegúrate de que el boina verde se coloca tras los barriles azules de la entrada al campamento. Pasado un rato, uno de los guardias del interior del campamento verá el cadáver del centinela, pero antes de dar la alarma irá corriendo hacia su posición. Asegúrate de que lo interceptas mientras corre hacia allí con tu boina verde, por la espalda, y acabas con él usando el cuchillo. Para hacer esto, es también buena idea esconder a tu francotirador detrás de los barriles para evitar sorpresas inesperadas.

Sólo te queda un guardia de patrulla en el interior del campamento. A éste lo matarás usando el señuelo, colocándolo junto a la casa, activándola y enterrándote en la arena un poco antes de ésta. Cuando el soldado venga a ver y se quede mirándola, saldrás y acabarás con él usando el cuchillo.

El boina verde volverá a matar acercándose por detrás de los bidones, siempre agachado, y pasando a cuchillo al único guardia desvalido que queda en esa zona. Luego, matará al último guardia subido a la plataforma del contenedor de la derecha colocando la radio en el extremo opuesto de la escalera y activándola, subiendo así por la escalerilla cuando el guardia se gire para ver qué ocurre.

Eliminada prácticamente la totalidad de las fuerzas alemanas, el boina verde distribuirá los barriles explosivos de tal forma que sea posible disparar a uno solo de ellos y se produzca una reacción en cadena que acabe con los cuatro objetivos. Puede llevarte algo de prueba y error conseguirlo, pero no hay nada que grabar y cargar la partida no pueda arreglar. Distribúyelo todo de forma que uno de los barriles sea alcanzable por la pistola desde el exterior de la alambrada.