Commandos
Commandos - Misión 9
Un musculoso boina verde, un conductor especialista en armamento pesado alemán, un marine con mucho mar navegado, un zapador apodado "fireman", un francotirador de excepcional puntería y un espía experto en disfrazarse y hacerse pasar por alemán; estos son los hombres con los que contamos para desbaratar los planes nazis de conquista de Europa y el norte de África.
MISION 9: UNA VISITA DE CORTESÍA
(20 de Octubre de 1942)
De nuevo te ha tocado infiltrarte en unas instalaciones enemigas y volar por los aires algunos edificios. Cuentas para esta misión con el boina verde, el zapador, el francotirador, el conductor y el espía. Este último, afortunadamente, ya viene uniformado de oficial nazi. Hay que decir que ésta es una de las misiones más sencillas de todo el juego, con la notable excepción de la primera misión.
En primer lugar, selecciona al espía y ocúpate del guardia de la puerta, siempre vigilando que ni el soldado próximo ni la patrulla que vigila un poco más abajo estén pendientes de tus movimientos. Hecho esto, llévate el cadáver al lugar en el que has empezado. Ocúpate ahora del soldado que tienes más cerca, vigilando de nuevo la patrulla de abajo, y llevándote su cadáver a lugar seguro.
Corre ahora a la puerta oeste y encárgate de los tres soldados que hay allí, primero del de la puerta interior, luego del que patrulla de norte a sur, y por último del de la puerta. Todo esto puedes hacerlo sin peligro. Esconde los cadáveres junto al muro, entre los dos matorrales.
Corre ahora al edificio marcado como cuartel general, junto al camión de combustible, y ocúpate del soldado que patrulla por su parte sur, escondiendo el cadáver detrás del edificio. El siguiente soldado es que el está en su extremo norte, que será también llevado detrás del edificio, y por último, el soldado estático junto a los tanques y el que patrulla muy cerca de éste; todo esto sin mayores dificultades y llevándote los cadáveres detrás del edificio junto a la pared.
Pasa ahora a todos tus hombres excepto al espía al lugar donde escondiste los cadáveres en la zona interior de la puerta oeste, entre las dos zarzas, y déjalos allí agachados.
Es hora por fin de que el espía entretenga a la patrulla que circula por el sur del campamento, de forma tal que no miren al barracón ni a los tanques de arriba. El zapador se colará por sus espaldas y subirá las escaleras del barracón para colocar una de sus cargas junto a la puerta de éste.