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Commandos

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Un musculoso boina verde, un conductor especialista en armamento pesado alemán, un marine con mucho mar navegado, un zapador apodado "fireman", un francotirador de excepcional puntería y un espía experto en disfrazarse y hacerse pasar por alemán; estos son los hombres con los que contamos para desbaratar los planes nazis de conquista de Europa y el norte de África.

Por último, cógelo y llévalo donde el cadáver anterior.

Ahora agáchate y vuelve a esperar a la guardia. Síguelos por detrás a lo largo de toda la calle y agáchate antes de llegar a la esquina de la calle que sube. Podrás avanzar hacia la mitad de la calle que lleva a la fuente si te arrastras con precaución, fuera del campo visual del centinela que baja la rama. Por fin, cuando estés fuera de su vista y éste esté bajando, ve hacia él arrastrándote y usa la jeringa.

Pon el cadáver lo más cerca del agua posible y agáchate. Tu siguiente víctima es el que está parado en la esquina, y te da la espalda. Espera a que pasen las dos patrullas y que el que sube por la derecha sé de la vuelta para darle el mismo fin. Escóndelo en la rampa igualmente.

Ahora necesitas el uniforme nazi que hay en el edificio de la izquierda, más allá de la fuente. Espera a que las dos patrullan pasen, arrástrate hasta la fuente y, cuando el que patrulla por arriba vaya hacia el traje y el de abajo se de la vuelta, levántate y corre hasta la escalera que sube hasta el traje, selecciona la jeringuilla mientras subes y mátalo antes de que repare en ti. Esto te costará algún trabajo, pero es necesario. Ahora agáchate rápidamente y ve hacia el traje, apoderándote por fin de él.

El espía se ocupará ahora de algunos soldados sueltos que no están muy bien vigilados: el de la plataforma donde se encuentra el traje, junto a la escalerilla que sube a la azotea más alta; el de la orilla norte del río, que patrulla de izquierda a derecha, tras el primer puente; el soldado estático que vigila en el cementerio. El primero lo llevarás escaleras abajo, donde yacen ya otros cadáveres, el segundo lo colocarás tras la hilera de tumbas a las que da la espalda, y el tercero lo dejarás donde caiga puesto que allí arriba no lo verá nadie.

Ahora, ¡es tiempo de abandonar el factor sorpresa! Utiliza al espía para distraer al soldado alemán que vigila en el interior del jardín donde está el Carnicero. Es el único que mira hacia los edificios, completamente estático, y que da la espalda al cuartel alemán. Hazlo de forma que mire hacia éste.