The Legend of Zelda: Majora's Mask
The Legend of Zelda: Majora's Mask
La fatiga recorre tu cuerpo, apenas puedes expirar sin interrupciones y tienes moratones por todo el cuerpo. No sabes donde has ido, ni porque. Hyrule ha cambiado.
Llegarás finalmente a una estancia donde hay cuatro antorchas que debes iluminar con las flechas de fuego, lo que hará surgir un cofre dorado con el escudo espejo en su interior. Ilumina con él y el reflejo del sol, la parte izquierda de la sala, hasta que desintegre el mosaico, y haz lo mismo con la fígura que hay dibujada en la pared norte. Subiendo las escaleras de madera entrarás al antiguo Castillo de Ikana.
Antes de empezar con él, deberías tener el gran barril de pólvora, ya que en un momento de la mazmorra se hace esencial. Por si acaso, si debes volver a la Ciudad Reloj con el fin de comprarle la bomba al Goron, podrás entrar de nuevo al castillo desde la pared quebrada que hay cerca del búho de piedra en el Cañón. Ahí, habrá un interruptor que al pulsarlo se abrirá una luz, la cual deberemos dirigir a la roca de enfrente usando el escudo espejo.
Pasa por la enorme entrada que hay justo a la izquierda del patio. Ahí dentro, si tienes puesta la máscara de Gibdo las momias apenas se percatarán de tu presencia, por lo que tienes todo el tiempo del mundo en disparar a los ojos helados de la pared con las flechas de fuego. Ve primero a la puerta de la izquierda que hay respecto a la entrada. Colócate la máscara de Deku Link y dale al interruptor. De ipso-facto corre como un poseso hasta la flor más cercana a la columna de la derecha e introdúcete. Cuando el techo haya bajado, sal, y vuelve a introducirte en la lanzadera, de la que debes expulsarte rápidamente y colarte sobre el interruptor, para que una vez en forma de Link, baje la plataforma y abra la siguiente zona.
A tu izquierda verás un interruptor anclado en el suelo, al cual usando las lentes de la verdad o Deku Link, podrás acceder y abrir la puerta de la siguiente estancia. Usando la lupa hallarás una plataforma helada, que te permite llegar a otro andén. Desde ahí, dispara a las dos arañas y ya tienes el camino libre para subir al tejado del castillo.