The Legend of Zelda: Majora's Mask
The Legend of Zelda: Majora's Mask
La fatiga recorre tu cuerpo, apenas puedes expirar sin interrupciones y tienes moratones por todo el cuerpo. No sabes donde has ido, ni porque. Hyrule ha cambiado.
Con la llave en ristre, vé nuevamente a la sala donde el lobo blanco, y abre la puerta encadenada.
En la sala podrás hacerte con la brújula, y mediante una bomba, reventar el dorsal de esa habitación (el lugar a explosionar queda indicado por dos columnas). Si en ese mismo lugar, mueves el bloque (descongelando el manto que le protege gracias a las flechas de fuego), y pulsando al interrupor, llegarás a un animal extraviado (6), y si colocas el mismo cubo, cerca de las dos columnas, lanza una bomba a la caja para que aparezca otra (7). Desde esta misma sala, aun puedes acceder a la octavo ser. Mueve la piedra de la discordia hasta que puedas alcanzar otra repisa (con una antorcha cerca). La puerta, conduce a los bloques que anteriormente habias situado, y por consiguiente, al baúl (8).
Dentro de la entrada forzada (con las bombas), tan solo verás estalacticas colgando (muy grandes por cierto) y amasijos de hierro que te impiden el paso. Para ello, ármate con el arco y reparte a diestro y siniestro flechas a cada una de estas fíguras que penden del techo. Cuando lo hayas hecho, salta de columna en columna hasta llegar a la parte superior, donde gracias a la fuerza Goron podrás vapulear una bola de nieve y encontrar otra llave pequeña. Lógicamente, esta zona no se libra de hada. Con la lupa de la verdad, cerca de la tercera columna, hay un entrante que salvaguarda a una de ellas (9).