Sekiro: Shadows Die Twice
Guía Sekiro - Valle sumergido
Completamos el Valle sumergido en Sekiro: Shadows Die Twice para PC, PS4 y Xbox One. Superad esta zona con nuestra guía completa, y no os dejéis ni un secreto.
El Lobo se enfrenta a los monjes del Templo Senpo, monte Kongo, y tras ello vuelve al Castillo Ashina para poner rumbo al Valle sumergido. Nos adentramos en las entrañas de la tierra. En esta sección de nuestra guía completa de Sekiro: Shadows Die Twice para PC, PS4 y Xbox One, os contamos cómo superar esta zona:
Castillo Ashina
Comenzamos en el Castillo Ashina, en el ídolo - Santuario de la Serpiente Gigante. Desde aquí lo que hacemos es saltar hacia el vacío que tenemos enfrente; y usar el gancho para llegar al árbol del otro extremo. Del pequeño templo obtendremos 3 hígados de anguila. Hecho esto, seguimos bajando, utilizando el gancho para no despeñarnos, hasta llegar al ídolo - Valle bajo el santuario.
Valle sumergido
Desde donde estamos seguimos bajando por unos riscos hasta llegar a un punto en el que debemos usar el gancho para llegar al otro extremo. Veremos a un nuevo tipo de enemigo con arma de fuego; este es el enemigo estándar de este área. Tras matarlo, seguimos avanzando usando el gancho para llegar hasta tierra firme de nuevo, donde veremos a otro enemigo al que recomendamos matar.
En lugar de seguir avanzando por las ramas que tenemos delante, nos damos media vuelta y veremos que podemos escalar hasta un túnel en la pared de roca. Avanzamos por aquí matando a todos los enemigos que veamos. Tendremos que usar el gancho para cruzar de nuevo el cañón; una vez aquí, si seguimos subiendo llegaremos a una especie de refugio de estos enemigos en el que encontraremos una semilla de calabaza. También encontraremos pólvora amarilla.
Desde el lugar en el que estamos, cruzamos de nuevo el cañón usando el gancho, y avanzamos por las ramas por las que no fuimos anteriormente. Usamos el gancho, y llegamos a tierra firme de nuevo. Matamos al lagarto, y avanzamos pegados a la pared. Llegamos otra vez a suelo firme, y podremos usar el gancho para escalar a una rama de árbol. Aquí os recomendamos que os paréis un segundo para valorar la situación; hay dos enemigos con armas de fuego, y podemos matar a uno desde donde estamos usando sigilo para caerle encima. No obstante, hay un nuevo tipo de enemigo con un trabuco semiautomático que nos puede meter en un aprieto. Una vez resuelta la situación, un poco más adelante encontraréis el ídolo - Valle sumergido. Por los alrededores tenemos magnetita. El NPC que hay al lado del ídolo muere tras hablarnos; no nos da nada útil.
Desde el ídolo, podemos usar el gancho para lanzarnos al vacío en dirección a la cara del enorme Buda que tenemos delante. No obstante debemos ser muy rápidos, ya que, mientras que nos vamos balanceando con el gancho, nos disparará una multitud de enemigos. La idea es ir lo más rápido posible hasta la sección de tierra firme enfrente de la cara del Buda, donde nos enfrentaremos a un minijefe: Shirafuji Ojos de la serpiente. Es un enemigo débil al veneno de la Sabimaru; cuando consigáis infligirle el estado alterado veneno, este enemigo tiene una animación especial en la cual vomitará. Mientras lo hace, tenéis carta blanca para golpearle de forma impune. Aprovechad esto al máximo. Tras vencer, obtendremos una cuenta de oración.
Ahora debemos avanzar por el lado izquierdo de la cara del Buda. Aquí veremos varios riscos a los que encaramarnos. Antes de seguir avanzando, os recomendamos que consumáis, si lo tenéis, algún dulce de Gachiin para ser más sigilosos. A continuación tendremos que avanzar rápidamente a través de un puente roto —ojo con el suelo—, mientras que nos disparan muchos enemigos. Si tenemos algún dulce de Gachiin haremos que esta zona sea mucho más sencilla al dificultar que nos detecten.
Una vez en el otro lado, avanzamos por el único camino disponible usando ramas de árbol y riscos en los que colgarnos y trepar. Tendremos que matar a algún que otro enemigo durante el proceso. Al final llegaremos de nuevo a tierra firme, y tendremos a un enemigo al lado al que podemos matar con sigilo.
Aquí debemos tener mucho ojo, porque hay minas con petardos que, aunque no nos hacen daño, alertan a los enemigos cercanos, y nos pueden poner en un aprieto. Lo que debemos hacer es ir avanzando por el camino, intentando no llamar la atención, hasta llegar a un enemigo con trabuco al que ejecutar con sigilo. Una vez en la entrada, el túnel nos conduce hasta una habitación con dos enemigos con trabuco, y uno estándar en una plataforma. Podemos matarlos, o pasar de largo hacia la única puerta que hay para llegar hasta el ídolo - Fuerte del cañón.
Avanzamos por la cueva para entrar en combate con el minijefe Ciempiés patas largas Jirafa. La clave para ganarle está en simplemente desviar su gran combo, ya que su postura subirá rápidamente. Cuando termine, hará un ataque de barrido que podemos saltar. Solo tiene estos dos ataques, por lo que no debería costarnos demasiado vencerle. Tras matarlo, obtendremos una cuenta de oración, y pólvora amarilla. En la habitación también hay magnetita.
Justo delante tenemos en un altar el abanico grande, una herramienta de prótesis. Si abrimos la puerta enorme usando la llave del santuario del fuerte del cañón que Kuro nos dio en el Castillo Ashina, llegaremos al Pasadizo del valle sumergido. En lugar de eso, antes nos metemos por el hueco que hay en el suelo, donde encontraremos pólvora amarilla. Veremos que también hay un pequeño túnel por el que podemos entrar. Avanzamos hasta llegar a una bifurcación.
Si vamos por el lado derecho, obtendremos objetos menores. Si vamos por el lado izquierdo, tendremos que usar el gancho para llegar a una cueva repleta de lagartos en la que encontraremos confeti divino. Desde aquí, nos damos la vuelta y, si nos fijamos, abajo veremos varios enemigos tipo ciempiés. Si caemos aquí, encontraremos una cuenta de oración tras matarlos a todos.