Una temporada más, Las Palmas inicia el curso sumida en mil incógnitas. Ni que hubiera que reconstruir sobre escombros, la revolución está siendo total. Ya salieron Rubén Castro, a quien todavía se anhela mantener, o Narváez, cedido por el Betis y que ha ya sido traspasado al Zaragoza. Mientras, otro de los titulares fijos como Galarreta fue traspasado al Mallorca. Tampoco sigue Varela, meritorio para Pepe Mel, y la entidad no cuenta con Srnic, Raúl Fernández, recientemente operado de nuevo, Mantovani y De la Bella. Sorprende especialmente el caso de estos dos últimos, cuyo descarte en los despachos, indiscutibles ambos con los números en la mano, ha levantado ampollas en el vestuario. “Tengan claro que es una decisión del club. No tengo problema en decirlo”, ha deslizado ya el propio Mel a sus pupilos.

Los fichajes buscan rejuvenecer la edad media de la plantilla, destacando especialmente el caso de Loiodice o Rober, con 19 años, u Óscar Clemente, con apenas 21. En un club que se jacta de ser de cantera, sorprende el hecho de importar tanto talento joven sin darle, de momento, ficha profesional a pibes de la casa como Clau o Pol, que llevan meses entrenando con el primer equipo. Mal mensaje para pibes de la casa como Castañeda, ya emigrado al fútbol rumano.

Pese a la ambición de los nuevos como el propio Clemente o Sergio Ruiz, que hablan sin tapujos de luchar por el ascenso, en la caseta reina el desasosiego. “Este año lo vamos a pasar mal”, asegura un morador del vestuario. Tampoco es que haya excesivos motivos para la esperanza en esta extraña pretemporada, en la que los fichajes no dejan de ser una incógnita y apenas se cuentan dos partidos amistosos, contra la UD Tamaraceite, recién ascendido a Segunda B, y el CD Tenerife, resueltos ambos por 1-3 a favor de Las Palmas.

Se mantiene también una base de futbolistas del curso pasado como Aythami, Curbelo, Benito, Cedrés, Kirian o los hermanos Castellano, obligados todos a dar un paso adelante ante la ausencia de referentes como el propio Rubén o Pedri, que ya hace de las suyas en el Barça. Tampoco se deja de anhelar un nuevo regreso de Jonathan Viera, que incluso podría llegar antes de cerrar su periplo en China en 2021. Sería, desde luego, el mejor fichaje de Segunda División.

Un año y medio después de llegar a Gran Canaria, Pepe Mel continúa con su particular ejercicio de supervivencia en la Unión Deportiva Las Palmas. Llegó para el último tercio del curso 2018-19 con un equipo roto, poco más que un puente para acabar de manera decente una temporada desastrosa. El año pasado, con mil incógnitas encima e infinitos avatares deportivos y extradeportivos, consiguió salvar al equipo amarillo de manera relativamente tranquila, soñando incluso en varios momentos con los playoff. Ahora, de nuevo, toca centrarse en salvar la categoría.

Lo tiene que hacer, además, con un nuevo giro de timón y cambios en su equipo de trabajo, pues Roberto Ríos regresa a Sevilla por motivos personales y su puesto como segundo entrenador pasa a ocuparlo Ángel López, ex jugador de Las Palmas y suyo en el Betis. Parece Mel de acuerdo en la idea de rejuvenecer la plantilla, pero ya ha ‘denunciado’ en el vestuario que los descartes de Mantovani y De la Bella, dos de sus imprescindibles, vienen únicamente por una cuestión económica impuesta desde los despachos de la entidad. Mel aguantó el curso pasado una racha de 12 partidos sin ganar, 11 de ellos antes del parón. Pese a ello, no cayó nunca en descenso. Anudó el equipo a Jonathan Viera, pero cuando este se marchó en diciembre empezaron los problemas. Pedri se vio demasiado solo, y ahora se abre camino en el Barça. Se busca timonel.

El tiempo acabó dándole frutos y razón a Benito Ramírez cuando, en el verano de 2018, aceptó irse cedido al Rayo Majadahonda, recién ascendido a Segunda División. A nivel colectivo no le fue bien, descendido el equipo de la periferia de Madrid al final del curso, pero su madurez deportiva se estaba consolidando. Así, el extremo de La Aldea de San Nicolás regresó a Las Palmas para convertirse en un futbolista imprescindible para Pepe Mel siempre que el físico le respetó. Jugando muchas veces a pierna cambiada, potentísima su zurda, para favorecer las diagonales de Pedri desde el otro lado. Acabó jugando 25 partidos, 22 de ellos como titular, acumulando además 1.905 minutos de juego y dos goles. Antes los problemas de lesiones de Dani Castellano, que dejó prácticamente solo a De la Bella en el lateral izquierdo de Las Palmas, Benito acudió al rescate de la zaga cuando fue necesario, cumpliendo a la perfección en una posición que no es la suya. Su polivalencia y sacrificio defensivo valen oro para Pepe Mel, que también valora sobremanera su excelente golpeo con la pierna izquierda, como aquel que rascó un empate ante el Racing de Santander, en el descuento, que parecía imposible.

Dentro del plan renove que está llevando a cabo Las Palmas, con la premisa capital de rejuvenecer la plantilla, la entidad insular tiene muchas esperanzas puesta en el joven mediocentro francés Enzo Loiodice, apenas 19 años, procedente del Dijon. Internacional sub19 y Sub-20 con las categorías inferiores de su país, está llamado a coger la manija en el centro del campo amarillo tras la marcha de Galarreta. Con el propio Dijon llegó a jugar 24 partidos en la máxima categoría francesa, aunque el curso pasado estuvo cedido en Inglaterra (Wolverhampton Wanderers sub 23). Loidioce supone además una importante apuesta de futuro para Las Palmas, pues ha firmado un contrato de tres temporadas de duración. “Sabía que el proyecto del club con los jóvenes me podía interesar. Creo que destaco por la capacidad de pases y romper líneas. Esas son mis cualidades principales y, además, lo que buscaba y me ha pedido el míster. Fue él quien me terminó de convencer para venir aquí”, dijo en su presentación oficial.

Hablar en estos momentos de cuáles son los objetivos que tiene la Unión Deportiva Las Palmas es como intentar ganarnos la lotería antes de tiempo. No obstante, desde mi modesto saber y entender, entiendo que el primer objetivo será mantener la categoría. Y luego, si se puede optar a algo más ambicioso, si se tercia, pues a por ello. Pero con esto no quiero que se interprete que no soy ambicioso, pero lo más importante en el fútbol es tener los pies en el suelo. Observo que tanto la dirección técnica como la secretaría técnica, con Luis Helguera y Tino Luis Cabrera, apuestan por hacer una gran renovación y rejuvenecer bastante a la plantilla, cosa que me gusta, que se apueste por la juventud, sin olvidarse de nuestra cantera. Espero y deseo que sea así.

La temporada ya empieza ‘rara’, con un sistema de competición sin presencia del publico y sin ese aliento no resulta raro, sino extrañísimo, ver a la Unión Deportiva comenzara esta temporada, muy renovada con gente joven y aguerrida, según las informaciones que nos llegan desde los distintos medios informativos, y donde se destaca la juventud, la fortaleza en el juego aéreo y la velocidad por las bandas. Ánimo a todos, y ARRIBA D’ELLOS.

*Roque Díaz jugó como defensa en la UD Las Palmas entre 1972 y 1984

El Estadio Gran Canaria, recinto habitual en el que la Unión Deportiva Las Palmas disputa sus partidos oficiales, fue inaugurado el 8 de mayo de 2003 con el partido UD Las Palmas 2-1 Anderlecht de Bélgica. En la temporada 2015/2016 se suprimieron las pistas de atletismo. En el mes de agosto de 2010 el Cabildo de Gran Canaria, propietario del estadio, cambió por primera vez el césped del campo de fútbol.

Predominio del 4-2-3-1

El entrenador madrileño se decantó mayoritamente el curso pasado por el clásico doble pivote del 4-2-3-1. Su gusto por los laterales de largo recorrido se vio afectado por las lesiones de Álvaro Lemos y Dani Castellano, ya recuperados. Con el ancla de Javi Castellano en el medio, Galarreta fue su principal acompañante. El vasco ya no está, y todo a punto a Loiodice o Sergio Ruiz, dos de los nuevos, para la otra plaza. En los extremos le gustaba jugar a pierna cambiada con Benito, que volverá a ser protagonista, y Pedri, ahora en el Barça.

También habrá intercambios de posiciones, tan habituales en su libreto táctico, con Pejiño, Clemente o Rober. En el eje del ataque gustaba de tener un referencia clara, en este caso Rubén Castro o Narváez. Ahora, de inicio apunta a Espiau, pues Araujo viene de pasar el COVID-19 y tampoco se cuenta con él. El 4-4-2 fue la segunda opción, poco más que un recurso puntual en un equipo que tuvo mayor porcentaje de posesión, acaso infructuoso, que nadie.