Campaña con un claro objetivo fuera de la famosa permanencia: demostrar a los quisieron ver al equipo kiriko bregando en 2ªB, que este club tiene proyecto para echar raíces en el fútbol profesional. Tras una temporada cargada de altibajos  pero en definitiva una gran campaña, los de Sandoval quieren confirmar sus aspiraciones de equipo fuerte de LaLiga SmartBank y, quién sabe, soñar con unos playoffs o, incluso los más optimistas del Fernando Torres dirán: “¿Por qué no un ascenso a Primera División?".

Para ello, las oficinas deportivas del Fuenlabrada han dotado a la plantilla de Sandoval de jugadores jóvenes, pero de rendimiento inmediato y con el trabajo físico y sin balón como principales cualidades como Kanté, Pol Valentín o Tamayo. De momento, la magia en el equipo del sur de Madrid escasea a excepción de lo que pueda hacer un Ibán Salvador al que sólo las lesiones le privaron de mostrar su mejor nivel o un Mula recién llegado al equipo. ¿Esto qué significa? Que los que sigan al equipo azulón verán en sus pantallas (a la espera de que el público vuelva al lugar que nunca debió abandonar, los estadios) a once luchadores, pero no a once 'magos’. El sacrificio no se negociará y, sobre esa premisa, llegarán los resultados. 

Con todo esto, la defensa será el pilar sobre el que sustente los éxitos de los azulones como ya pasó en la anterior campaña siendo uno de los equipos menos goleados. Zaga que mantendrá a casi todas sus piezas (Glauder, Juanma e Iribas renovaron) a la espera que los Sotillos, Pol Valentín o Moi Delgado se afiancen en el puesto vacante. El centro del campo será el pulmón que ayude en defensa y que se encargue de lanzar los contraataques de Nteka, Kanté, Mula o Tamayo. 

El Fuenlabrada de la 2020-21 sueña con las alas y la fortaleza que le dio una primera temporada histórica en el fútbol profesional y salir más unidos que nunca de lo que fue la ‘pesadilla de Riazor’, pero debe soñar con los pies en la tierra, haciéndose fuertes en su “orgullo y humildad” y teniendo claro que en este maratón que es la Segunda División el trabajo constante es lo que te lleva a una salvación, a un playoff o a un ascenso, como sueñan los más optimistas del Torres...

Sandoval esperaba una oportunidad así desde hace tiempo y es que el madrileño, curtido en mil batallas en el fútbol humilde madrileño y en la élite del balompié español, ha llevado la vitola de entrenador especializado en momentos de crisis en los últimos banquillos en los que se ha sentado. Ahora con el Fuenlabrada tiene un equipo con el que entrenar desde pretemporada, hecho a su gusto y con los jugadores de su agrado que el mercado propició que desembarcaran en el feudo azulón. Ya lo dijo Míchel, hoy entrenador del recién ascendido Huesca y en otro tiempo hombre fuerte del Rayo de Sandoval: “Ya es hora de que te vean como un entrenador de temporada entera y no sólo de momentos de crisis, José Ramón”.

Ese momento es la campaña 2020-21. En los once partidos que dirigió el barco azulón la anterior campaña, el técnico dejó claro que su inactividad no le ha oxidado y sacó el máximo rendimiento a una plantilla cansada y anteriormente falta de gol (seis victorias, tres empates y dos derrotas). Lo hizo tirando de la potencia física y la velocidad que a sus jugadores les sobra; y esta temporada, con una plantilla parecida a la del año pasado, la tónica no debería variar mucho. Seguro que en esta nueva aventura del club del sur de Madrid en el fútbol profesional, el aficionado azulón espera que los resultados, así como se asemejará el fútbol, se parezcan a los del final de la 2019-20. .

Si Hollywood conociera la historia de Randy Nteka, le faltaría tiempo para hacer una de esas películas que tanto gustan cuando hablamos de gestas deportivas. El parisino llegó a Madrid con la mayoría de edad apenas superada en un último intento de ganarse la vida como profesional. El Betis San Isidro, equipo humilde e histórico del fútbol madrileño, le acogió, pero poco tiempo duró en el equipo madrileño ya que el Fuenlabrada lo firmó rápido para su cantera. Tampoco estuvo mucho tiempo en el filial azulón, sus condiciones físicas y técnicas le permitieron dar el salto al primer equipo y ser estrella en el ascenso al fútbol profesional. Ahora, como un jugador consolidado en el equipo y en LaLiga SmartBank, Randy Nteka debe dar el salto de nivel que se le presupone en su segundo acto en el fútbol profesional. Ya en la primera dejó grandes actuaciones, pero en esta debe conseguir la regularidad a la hora de ser decisivo en campo rival que se le vio en 2ªB. Sandoval le dará todo el protagonista en la zona de tres cuartos de campo. Ya lo hizo en los once partidos que dirigió el técnico madrileño en la 2019-20, pero esta nueva temporada la apuesta será doblada. ¿Los motivos? El poderío físico tanto a ras de suelo como en el juego aéreo, la calidad y, por último, la capacidad de trabajo son muy del agrado del técnico madrileño.

Sotillos es de esos futbolistas que están donde están por trabajo. Al defensa, poco o nada le han regalado en su carrera. De hecho, una fea lesión en la rodilla le alejó de los terrenos de juego cuando era un pilar en la defensa azulona del histórico ascenso a Segunda y, además, le dejó sin equipo. Sin embargo, el Fuenlabrada le dio otra vida extra y le firmó en enero. Con las marchas de David Prieto, José León o Chico Flores, Sotillos parte como el central titular con Sandoval. La hora de la consagración en el fútbol profesional en un equipo que tiene trabajado a la perfección los sistemas defensivos. No debería pasar apuros el madrileño ya que de posicionamiento táctico y de contundencia a la hora de robar el balón no anda escaso. Además, su capacidad de ocupar tanto los laterales como el centro de la zaga le dará más oportunidades en los onces titulares.

El Fuenlabrada puede permitirse el soñar con otra temporada mágica, pero debe hacerlo con un ojo abierto y no descuidarse de su verdadero objetivo: la salvación. La Segunda División, categoría igualada y dura a partes iguales, no hace prisioneros con aquellos que anhelan la gloria de Primera sin tener los cincuenta puntos ya en su casillero. Sin embargo, el Fuenlabrada no cometerá ese pecado. Su lema ‘Orgullo y humildad’, sus capitanes y la propia idiosincrasia del club le hará tener los pies en el césped del Torres y la cabeza en la permanencia.

Pero, ¿eso prohíbe al Fuenlabrada ilusionarse y disfrutar? Nada más lejos de la realidad. El Fuenlabrada tiene motivos para ilusionarse y disfrutar con esta temporada. Una nueva aventura en el fútbol profesional, conseguida en el terreno de juego con sangre, sudor y lágrimas, para este equipo siempre debe ser un orgullo y satisfacción. Y, aunque suene contradictorio, volver a visitar estadios como La Rosaleda, La Romareda, El Molinón o descubrir la grandeza de Cornellà o Son Moix será un motivo de alegría para los kirikos. No siempre se tiene la oportunidad de conquistar semejantes plazas.

*Rubén Anuarbe jugó en el Fuenlabrada de 2012 a 2017 y después se retiró. También en la temporada 2003-04.

Con menos de cinco años de vida (inaugurado en 2011 con partido frente al Atlético de Madrid), el estadio Fernando Torres cuenta con 3.000 espectadores entre grada lateral fija y supletorias. Está situado junto a la M-407 lo que ofrece conexiones con municipios cercanos como Moraleja de Enmedio, Griñón, Serranillos del Valle o Carranque. Además, la proximidad de la M-506 favorece el tránsito hacia y desde Madrid Centro gracias a sus múltiples conexiones.

Predominio del 1-4-2-3-1

El once del día 1 del Fuenlabrada apunta a ser bien diferente al que se jugará el todo por el todo en las jornadas finales. En primer lugar, se tienen que adaptar los recién llegados, como Franchu, a priori titular una vez entre en dinámica. Kanté, en su caso, se adaptará provisionalmente a la punta de ataque, pero su posición natural estará en banda.

En los últimos días, muchos nombres han sonado para reforzar al Fuenlabrada y lo más seguro es que lleguen para ganarse el puesto con Sandoval. Tras un año brillante en el que se rozó el Playoff de ascenso, el 'Fuenla' quiere reencontrarse y asentarse en el fútbol profesional con el 4-2-3-1 por bandera.