La temporada del Alavés viene marcada por dos circunstancias: el Centenario del club en 2021 y, por supuesto, la pandemia. Habrá que ver cuántos acontecimientos y celebraciones se pueden hacer si no aparece la vacuna del coronavirus o si no se puede administrar de forma masiva. Pablo Machín marca el proyecto. Llega después de dos aventuras fallidas en el Sevilla y el Espanyol y tras desvincularse del Qingdao chino con el que se había comprometido. Hubo algunas intentonas previas pero es cierto que Machín siempre fue del gusto del Director Deportivo del Alavés, Sergio Fernández.

Los dos coincidieron como jugadores en el Numancia en 1998 y les une una buena amistad. Fernández ha tanteado la opción del castellano en varias ocasiones pero no había cuajado hasta ahora. “Cuando aspiras a entrenadores con este currículo, puedes traerlos si llegan después de algún tropezón”, dijo. La base es la plantilla del año pasado. De hecho, cuando comenzaron los entrenamientos a mediados de agosto, el nuevo técnico se encontró con 32 jugadores con ficha. 29 de ellos comenzaron a trabajar en la ciudad deportiva, salvo el ghanés Patrick Twumasi que estaba en un país cuyo espacio aéreo estaba cerrado por la COVID-19.

Sivera podría haber ascendido con el Almería y la opción de compra era obligatoria para los andaluces. Burgui también tenía esa opción en el Zaragoza pero ambos se plantaron en los entrenamientos de Machín cuando no entraban en el proyecto deportivo del club. Más complicaciones. Una vez realizadas algunas llegadas (Demirovic fue el primero poniendo rumbo al Friburgo alemán dejando más de 3 millones de euros en la caja) y algunas entradas, lo cierto es que la base del equipo sigue siendo la de la pasada campaña. Se hizo un papel digno y aseado antes del confinamiento pero, tras el mismo, casi se cae en el abismo del descenso.

El objetivo del club sigue siendo la permanencia en Primera. Si luego, llegando la recta final de la competición, la entidad está metida en puestos para luchar por Europa, seguro que no se mira hacia otro lado y se intentará luchar por volver a la competición continental como ya ocurrió a principios de siglo. Machín apostará por su clásico sistema de los tres centrales, con bandas largas y jugadores de trabajo en la medular para enlazar con los puntas. Las referencias ofensivas seguirán siendo Joselu Mato y Lucas Pérez, al margen de alguna incorporación para apuntalar los puestos de vanguardia.

Pablo Machín (Soria, 45 años) es una vieja aspiración de la Dirección Deportiva del club. Aunque se barajaron algunas alternativas como Di Francesco, Mendilibar, Moreno, Baraja o el Mono Burgos, al final desembarcó en el banquillo un hombre que tuvo que desvincularse del Qingdao chino para llegar a la capital alavesa. Se había comprometido con los asiáticos a principios de julio pero luego activó una fórmula para poder salir y firmar por los albiazules. Machín fue jugador del Numancia, donde coincidió con el actual Director Deportivo del Alavés Sergio Fernández. Corría el año 1998. Luego tuvo una lesión grave y dejó el fútbol en activo muy joven. Pasó a entrenar a las categorías inferiores del Numancia, luego fue asistente de algunos entrenadores y terminó siendo el primer técnico de la franquicia futbolística. Después probó suerte en el Girona, al que ascendió a la máxima categoría por primera vez en su historia, fracasó en un proyecto más ambicioso como el del Sevilla y tampoco dejó un gran sabor de boca en el Espanyol.

La apuesta por Asier Garitano resultó fallida en la pasada temporada. Si hubiera dependido del propietario del Alavés, Josean Querejeta, habría sido cesado después de la derrota en Anoeta con la Real Sociedad. Otro momento de crisis lo vivió cuando fue eliminado por el Jaén de Segunda B en diciembre. Salió ileso del partido con el Betis en Reyes y luego, tras el confinamiento, estuvo a punto de caer tras la derrota con Osasuna o ante el Granada. La puntilla le cayó con el Valladolid. López Muñiz cogió la nave en las últimas cuatro jornadas y sumó una derrota digna en Valdebebas, un empate con el Getafe, una victoria en Sevilla ante el Betis y un palizón sonrojante con el Barcelona en Mendizorroza. El club le agradeció los servicios pero le comunicó que no contaba para la 20-21.

Lucas Pérez es un viajero en el mundo del fútbol pero el verano pasado llegó a Vitoria para quedarse. Realizó una gran temporada y sigue vinculado al Alavés al igual que su buen amigo Joselu Mato. Sólo les separa una cosa: el primero es hincha del Depor y el segundo, incondicional del Celta de Vigo. Lucas incomoda a las defensas contrarias. Siempre es complicado de detener, crea espacios, llega con peligro o habilita a sus compañeros para marcar. Se suele encargar de los saques de esquina y de las faltas cercanas al área. A pesar de ello, es un gran goleador y lanza los penaltis con una maestría incuestionable. El año pasado no terminó a un gran nivel pero su primera parte de la temporada fue encomiable. De hecho, cuando se hablaba de reforzar al Barcelona para la segunda fase de la campaña, estuvo a punto de cerrar su salida hacia el club culé. Pero, al final, fue Braithwaite el elegido y Lucas Pérez siguió vinculado al conjunto albiazul. Se espera que en la temporada del Centenario esté a la altura del inicio de la 19-20. El delantero gallego es amante de los animales y tiene dos perros. Su infancia fue complicada y su abuela resultó un referente clave en su educación. Allí donde le quieren y le valoran, encontrarán un jugador implicado. Y en Vitoria se le valora, hoy por hoy, más que en ningún sitio. La afición lo adora.

Javi López Carballo es un futbolista tinerfeño que juega de lateral izquierdo y que ya ha sido internacional con la selección española. Nació en la Orotava y tiene sólo 18 años. Hasta ahora ha militado en el filial albiazul de Segunda B pero, por contrato, estaba estipulado que este año diera el salto a la Primera división. El 21 de junio de este año ya debutó en la Liga Santander contra el Celta de Vigo en Balaidos. López Carballo jugó con la selección española sub-17 en el Mundial de Brasil, donde también demostró su pericia como peluquero. “No hay una razón que lo justifique ni familiares que se dediquen a ello. Simplemente me divierte y a todo el mundo le parece bien”, comentó jocoso desde la concentración. Lo cierto es que ha estado en el punto de mira de varios clubes de primer nivel en Europa pero, al final, se ha quedado en Vitoria. La Juventus estuvo a punto de reclutarlo pero el Alavés le ofreció renovar y estar con la primera plantilla en la 20-21. La banda izquierda era propiedad hasta ahora de Rubén Duarte pero ahora le ha salido una competencia importante. López ya destacó el año pasado con el filial de Segunda B pero ahora ha dado el salto con los mayores y está dispuesto a cortarle el pelo o la barba al que se le ponga por delante.

Para mí Pablo Machín es una incógnita. Está claro que lo hizo de maravilla en el Girona pero luego, con proyectos más ambiciosos como los del Sevilla y el Espanyol, fracasó. Veremos cómo se comporta en el Alavés, que es un equipo que tiene algunos comportamientos aprendidos de sus anteriores entrenadores. El sistema defensivo lo estableció Abelardo y luego lo apuntaló Asier Garitano pero al equipo le ha faltado verticalidad y capacidad ofensiva en las últimas temporadas.

Se depende de unos pocos jugadores todos los años. Cuando no era Munir o Pedraza, eran Lucas o Joselu. Me parece una buena idea que se mantenga el bloque de la campaña pasada. Eso suele ser bueno. Pero la mayoría de los jugadores tienen que dar un paso adelante y mejorar sus prestaciones. Esta es la temporada del Centenario y éste es el Alavés. Estar en Primera supone un esfuerzo especial y hay que estar a la altura de las circunstancias. Repito que la plantilla tiene que estar implicada al cien por cien y demostrar que merece estar entre los mejores. Tienen que progresar con respecto al año pasado.

El fútbol sin público no es fútbol. Parece una frase manida pero es la verdad y más en casos como el de este club. La grada es fundamental y en Vitoria, más. Pienso que el Alavés es uno de los clubes más perjudicados por la ausencia de aficionados aunque hay que comprender las medidas tal y como está evolucionando la pandemia del coronavirus. Espero que se resuelva el tema cuanto antes y que podamos volver a la normalidad. Ahí también me refiero al VAR, que en la liga española está siendo patético y se está cargando el fútbol. Veo partidos de la Champions y se aplica con otros criterios, mucho más lógicos.
*Óscar Téllez jugó en el Alavés durante 8 temporadas en dos etapas*

Fue inaugurado el 27 de abril de 1924 (96 años), víspera de San Prudencio patrón de Álava, lo que le convierte en el tercer campo más antiguo de los clubes de LFP que no han cambiado de ubicación después de su inauguración, solo superado por el El Molinón y Mestalla.
El estadio ha sufrido varias remodelaciones, siendo la última y más importante en la temporada 1998/99 tras el tercer ascenso del Alavés a Primera División, cerrando las esquinas del estadio dejándolo con una capacidad para 19 840 espectadores.

Predominio del 1-3-5-2

Vuelve Pablo Machín a LaLiga y, con él, la defensa de tres centrales con dos carrileros. En el Alavés ya empiezan a acostumbrarse a este dibujo (3-5-2). Ely, Laguardia y Ximo serán los tres centrales en este sistema. Por su parte, Martín Aguirregabiria y Duarte serán los carrileros. El centro del campo será para un Tomás Pina, ya recuperado de su lesión, Pere Pons y Battaglia.

Lo que no cambia en el Alavés es la delantera. La dupla Joselu-Lucas Pérez luchará por mantener al Alavés una temporada más en la élite del fútbol español.