Cuando en el verano del año 2017 el Real Mallorca descendió a Segunda B, el estado de depresión que se generó en la afición mallorquinista no tenía precedentes y quizá por ello dejó callo. Evidentemente fue mucho más duro que el descenso a Segunda en 2013. Y ‘rememoro’ todo esto porque el mallorquinismo ha regresado a tiempos olvidados, tiempos de andar bajando y subiendo de categoría como si se tratase de un juego, algo lógico cuando has disfrutado de dieciséis temporadas consecutivas en Primera división con títulos y competiciones europeas incluidas.

Ahora, tras dos años de éxitos con dos ascensos consecutivos para volver a Primera y el consecuente batacazo reciente con el regreso a Segunda, al Mallorca le toca volver a empezar. Lejos ya en el calendario los dos ascensos consecutivos con su consecuente descenso, hay que volver a remar como rezó el eslogan hace tres año para intentar regresar de nuevo a Primera. Y no será fácil (nunca lo es) pero las circunstancias, los acontecimientos y todo lo que ha dejado la normalidad en otra esfera hace que las complejidades hayan aumentado su cuota de protagonismo.

Esto no solo vale para el Mallorca, sino que vale para todos, pero el Mallorca es un club que acabado el mes de agosto no había soltado lastre (acumulando una treintena de futbolistas) y tampoco había fichado a nadie, por lo que empezar mediado septiembre con un equipo sin definir, sin conjuntar y sin hacer ya te hace partir con desventaja. El reto está lanzado, pensará Luis García, nuevo en la ‘Plaza’, pero es lo que hay, frase hecha ya a tenor de la situación, las circunstancias y las nuevas realidades, válidas también para el fútbol. De momento la base del equipo es la de siempre, y cuando digo la de siempre es porque todavía quedan ‘héroes’ del ascenso de Segunda B a Segunda (Reina, Sastre, Raíllo, Salva Sevilla, Lago Junior o Abdón), junto con los que colaboraron después para subir de Segunda a Primera (Valjent, Dani Rodríguez, Budimir).

Los nuevos tendrán que ganarse el puesto porque, resultados al margen, los héroes no han perdido su condición y solo se quedó por el camino, y de mala manera, el entrenador Vicente Moreno. Comienza una nueva etapa con el objetivo tradicional, subir, algo que en el fútbol no lo cambia ni el coronavirus.

El nuevo entrenador del Real Mallorca, Luis García Plaza, llega para asumir un objetivo cuyo listón está muy alto. El último entrenador que llegó nuevo a la isla (Vicente Moreno) alcanzó dos ascensos consecutivos de categoría y tras hacerse cargo de un Mallorca en Segunda división B lo llevó hasta la Primera división en dos años. Después no sobrevivió ni a la categoría (descenso) ni a las propuestas y se marchó al Espanyol por la puerta de atrás cuando había alcanzado status de héroe y hasta se le llegó a llamar, por sus éxitos y discreción, el ‘Cúper valenciano’. Ahora Luis García Plaza llega sabiendo que en lo más profundo de las mentalidades mallorquinista está el objetivo único e inalterable de regresar a Primera, a la primera. Y eso no es fácil.

El técnico madrileño pretende lograr un conjunto competitivo, lo primero; ganador, lo segundo y el resto ya llegará por una consecuencia lógica. Le gustan los vestuarios unidos, el grupo por encima de las individualidades y los equipos hechos de atrás hacia adelante con buen uso de los extremos para desplegarse en ataque. A la semana de llega dijo haberse ‘enamorado’ de Luka Romero, un chaval de 15 años con buen futuro. Y eso significa que cuenta con todo aquel que le ofrezca buenas vibraciones. Su idea está propuesta. Los resultados llegarán después. Y a la afición mallorquinista le gusta aquellos que van de cara, y Luis García Plaza, va siempre de frente.

El delantero croata Ante Budimir llega al fútbol español procedente del Crotone italiano en el mercado invernal de la temporada 2018-2019 ante la necesidad de un Mallorca con carencias goleadoras. Sus 6 goles en el último tramo de temporada y, especialmente, uno de bella factura en la final por el ascenso a Primera, hacen que el club balear apueste por él y haga efectiva la opción de compra sin saber qué rendimiento puede ofrecer en Primera. Y su rendimiento son 13 goles, el croata más efectivo de Europa fuera de su país y el segundo debutante en La Liga más goleador tras el sevillista Ocampos, y por lo tanto acaparador de las agendas de varios clubes durante el verano prolongado por la pandemia. Budimir es efectivo en el área si se juega para él desde las bandas pero también si debe fabricarse su propia jugada. Su estatura (1’90) le convierte en duro fajador, domina el juego por alto, el disparo con ambas piernas y también de espaldas, a la hora de recibir y distribuir, amplia conceptos del juego. Es discreto, va a lo suyo y se ha hecho querer por la afición bermellona por su solvencia y su profesionalidad.

La irrupción de Luka Romero en el fútbol español respondió a dos efectos muy impactantes: el primero, su edad, 15 años; y el segundo, su debut contra el Real Madrid, un escaparate inmejorable ante la trascendencia del rival, que aunque no fuera en el Estadio Santiago Bernabéu (fue en el Alfredo Di Stéfano), no pudo tener mejor marco. Es descarado, valiente y comprometido. Fueron apenas unos minutos, pero los suficientes para hacer historia por ser el debutante más joven de todos los tiempos en el fútbol español. Su mezcla méxico-argentina-española le da un aire de futbolista veloz, canchero y técnico que le augura un gran futuro. Tiene una ejecución de la jugada rapídisima, como si la intuyera antes de recibir el balón, conduce con precisión en carrera y no se lo piensa a la hora de buscar la portería. Quienes le conocen, aseguran que está deseoso de ir aprendiendo a medida que juega y eso le convierte en un futbolista especial.

El Real Mallorca es claramente uno de los aspirantes al ascenso, por tres motivos: por historia, por presupuesto y por plantilla. En mi opinión, esta plantilla con su par de retoques correspondientes tiene suficientes mimbres como para tener una plantilla profunda en Segunda división para estar bien situado toda la temporada y estar ahí en los puestos de arriba. Básicamente hay que empezar bien, sobre todo es fundamental empezar bien el campeonato, porque empezar bien es clave, los pequeños detalles, al principio, marcan mucho el resto de la temporada.

Y llegando bien colocado a los últimos ocho partidos, es ahí cuando se decide un poco todo en esta liga, llegar bien situado, bien posicionado es el punto de partida final, si puede ser para aspirar al ascenso directo, mejor, pero habrá otros muchos equipos también con el cartel de favoritos y de candidatos a subir a Primera División, el algún caso más concreto a volver a la máxima categoría, pero insisto en que el Mallorca debe estar ahí, bien colocado y en los últimos ocho-diez partidos que es cuando se decide todo estar preparado para ello sin olvidar el factor suerte, llámese lesiones o lo que sea, que también es necesario tenerlo de tu lado en momento puntuales.

*Francisco 'Chichi' Soler. Jugó en el Mallorca entre 1989 y 2004.

Es el estadio donde el RCD Mallorca disputa los partidos desde el año 1999, ya que el club tiene un acuerdo con el ayuntamiento de la ciudad para su explotación con fines deportivos por un período de 50 años. El estadio está situado en el Camí dels reis s/n. El Visit Mallorca Estadi tiene capacidad total para 23.142 espectadores con unas dimensiones de 105 x 68 metros. El estadio dispone de 2000 focos de luces, zona de prensa de 150 metros cuadrados y capacidad para albergar a unos 300 periodistas. La zona de aparcamientos dispone de 1.500 m² para unidades móviles de televisión, 40 plazas para prensa y 2700 para público en general.

Predominio del 1-4-2-3-1

Sin Vicente Moreno, Kubo o Cucho Hernández, pero con una base muy similar a la que peleó con garra en Primera División. Ante Budimir volverá a ser la referencia ofensiva y Lago Junior y Dani Rodríguez le brindarán los balones. Los tres se quedaron, gracias también a la inyección de dinero que tuvo el Mallorca la pasada temporada.

La llegada de Brian Oliván para cubrir el lateral izquierdo presenta la duda de cara al carril, si bien Fran Gámez apunta a titular de cara a los primeros encuentros. En el medio, Baba buscará la regularidad que le faltó en su primer año en la élite y Salva Sevilla impondrá su fútbol versión plata.