Si el fútbol fuera como un casino, el Eibar jugaría en la ruleta apostando siempre al mismo número. El equipo guipuzcoano vuelve a confiar en José Luis Mendilibar, el entrenador que ha asentado a los azulgranas en Primera División con un planteamiento valiente y atractivo para el espectador. La nave eibarresa está en buenas manos con Mendilibar al timón.
Los eibarreses han encadenado seis temporadas seguidas en la máxima categoría -algo impensable cuando subieron en 2014 con Gaizka Garitano de técnico tras lograr dos ascensos seguidos-, y las cinco últimas campañas han llevado el 'sello' de Mendilibar. El Eibar es un equipo que no se encierra en su área, todo lo contrario, y que busca siempre la victoria con sus hombres cerca de la portería rival. Actúa con mucho riesgo, porque hay mucho espacio entre su defensa y el portero, pero ese atrevimiento arriesgado lo rentabiliza con buenos resultados.

Mendilibar es un buen gestor de grupos. Saca el máximo rendimiento de sus futbolistas, pero sin usar el látigo. Exige mucho a sus hombres en el césped, pero también es una persona dialogante fuera del campo. Es un buen 'pastor' del 'rebaño', como demostró en el ejercicio 2019-2020, cuando se paró la liga tres meses por el coronavirus. En marzo, el Eibar sólo disponía de dos puntos de renta respecto a los puestos de descenso y se encendieron las luces de alarma. Pero cuando llegó el reinicio liguero en junio -después de dos meses de confinamiento en casa-, los eibarreses rindieron a tope. Había que afrontar un maratón (12 partidos en 5 semanas), y Mendilibar, que confiaba en los suyos, utilizó a todos los jugadores disponibles para mantener fresco a un conjunto que hace un gran despliegue físico presionando mucho al rival. Así, todos los futbolistas fueron titulares al menos una vez en una vuelta a la competición en la que sólo hubo 72 horas de descanso entre duelo y duelo. Esa apuesta por usar todos sus hombres dio sus frutos, ya que todos remaron en la misma dirección. El Eibar logró la permanencia con dos jornadas de antelación, por delante de clubes históricos como Betis, Celta y Espanyol (descendió). El veterano capitán, experimentado en surcar mares revueltos, supo llevar a buen puerto a la nave azulgrana.

Algunos de los 'marineros' más importantes han dejado la 'tripulación' azulgrana, como Orellana, Escalante, Ramis (se ha retirado por lesión), Charles, De Blasis, y Cristóforo. Además, está lesionado José Ángel 'Cote' Valdés, quien pasará muchos meses de baja por una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y una rotura parcial del menisco interno de la misma articulación.
Las altas están llegando con 'cuentagotas' debido a que el mercado de fichajes está condicionado por el COVID-19 (hay menos movimientos porque los clubes disponen de menos dinero para gastar) y al hecho de que se puede incorporar futbolistas hasta el 5 de octubre (tres semanas después de empezar la competición). Así, una semana antes del comienzo liguero, el Eibar sólo había incorporado a dos jugadores, el extremo polaco Damian Kadzior (Dinamo Zagreb) y el centrocampista malagueño José Recio (cedido por el Leganés). Ninguno de ellos pudo disputar amistosos con el conjunto azulgrana, ya que Kadzior llegó a finales de agosto y Recio, en septiembre.

La pretemporada ha sido atípica porque sólo ha habido tres semanas de entrenamientos y 5 partidos amistosos, cuando lo habitual es el doble de tiempo y de encuentros de preparación. Los eibarreses ganaron a dos equipos de Segunda, Mirandés (3-0) y Rayo Vallecano (0-1), perdieron con el recién descendido Leganés (3-1), y empataron con dos Primeras: Osasuna (1-1) y Athletic Club (2-2). Además, los dos positivos declarados por el Eibar en agosto, provocaron que dos futbolistas tuvieran que pasar una cuarentena en casa y comenzaron a entrenar más tarde, por lo que no llegaron en plenas condiciones físicos al comienzo de la liga.

El técnico de Zaldibar se adapta al Eibar como un guante, ya que Mendilibar y el equipo guipuzcoano están hechos el uno para el otro. Su estilo particular de juego, con una defensa adelantada, presionando arriba al contrario para robar balones cerca del área rival y así crear rápidamente ocasiones de gol (además también es importante jugar por los extremos y los centros desde las dos bandas), han dado buenos resultados a los eibarreses.
El Eibar ha logrado siempre la permanencia en Primera División con Mendilibar al frente, siendo la continuidad en la máxima categoría el único objetivo marcado. En la mayoría de los casos ha alcanzado la meta con holgura, aunque en el pasado ejercicio (2019-2020) hubo más problemas para lograr el éxito. Tras el parón por el coronavirus, los guipuzcoanos mejoraron y rindieron mejor que antes.

Cumplirá su sexta campaña seguida en el conjunto azulgrana de Primera, aunque en total son 7 las campañas en las que Mendilibar ha dirigido al Eibar, ya que se estrenó en el banquillo de Ipurua en la 2004-2005 en Segunda División. Luego entrenó al Athletic Club, Valladolid, Osasuna y Levante, hasta que en julio de 2015 retornó a la entidad eibarresa.
Con 5 campañas seguidas en el banquillo de Ipurua, ha batido su mejor marca personal de continuidad en el mismo equipo. Sólo Diego Pablo Simeone lleva más tiempo seguido como entrenador en Primera División.

El portero serbio lleva tres buenas temporadas en el Eibar, en las que ha dado mucha seguridad al equipo azulgrana. Es un guardameta más efectivo que vistoso, que da tranquilidad a la defensa eibarresa. Sus compañeros saben que tienen un seguro detrás.
Internacional con Serbia. Acudió al Mundial de Rusia 2018, aunque no pudo jugar en los tres partidos disputados por la selección serbia, que quedó eliminada en la fase de grupos.
Es el futbolista más cotizado del Eibar, con un valor que ronda los 10 millones de euros. Este verano varios equipos importantes (Atlético de Madrid y Betis) se han interesado por su fichaje.
Estuvo a punto de marcar un gol al Sevilla en el Sánchez Pizjuán en un saque de esquina, pero lo impidió el delantero Ocampos, quien se tuvo que poner los guantes en el descuento por la lesión del portero sevillista Vaclik. Ambos intercambiaron sus papeles, ya que Dmitrovic (con sus paradas mantuvo con vida al Eibar hasta el pitido final) remató con la pierna en un córner en el área rival, mientras que Ocampos (autor del gol que dio la victoria 1-0 al Sevilla) paró con las manos el balón rematado por Dmitrovic y evitó el empate.

Con el número 10 a la espalda, es el centrocampista azulgrana con más visión de juego y el que lleva el timón del equipo. Además, hace daño con sus disparos desde fuera del área. En su primera y única experiencia en el Eibar (2019-2020), disputó 35 partidos de liga (24 de ellos como titular), en los que marcó 4 goles (uno de penalti). Fue un hombre fundamental para Mendilibar, un entrenador exigente que supo hacer rendir al joven futbolista catalán.
En verano de 2019, el Eibar pagó por Edu Expósito su mayor traspaso de la historia (4 millones de euros) al Deportivo de La Coruña, que siguió en Segunda División en la temporada 2019-2020 al no poder subir a Primera en una fase de ascenso del campeonato 2018-2019 en la que a los coruñeses se les escapó de las manos un éxito que acariciaron y que se llevó el Mallorca.
Aunque debutó en Primera con el Deportivo el 7 de mayo de 2017 con una derrota (1-2) en Riazor ante el Espanyol, la mayor parte de su experiencia en la máxima categoría (35 partidos de los 39 que ha disputado) la ha adquirido en el Eibar, donde se tiene que asentar como un hombre clave en el centro del campo, creador de juego, e impulsor del fútbol ofensivo.

"El Eibar en Primera División ha vivido de todo, temporadas en las que le ha ido muy bien y, otras, mal. En la campaña pasada (2019-2020) antes del parón por el coronavirus se veía que no era regular. Era capaz de todo, de ganar a cualquiera, pero también de perder con cualquiera. Entonces la situación era inquietante. Luego, tras la reanudación liguera, después de ganar un par de partidos seguidos, ya dijimos: 'Éste es el Eibar', el conjunto 'peleas' de siempre. Volvió a ser el equipo difícil de derrotar. Durante muchos meses hubo fragilidad defensiva en lugar de la robustez habitual de campañas anteriores.

Todos tenemos confianza en Mendilibar; tanto la directiva, los aficionados y los jugadores. Es un entrenador que trabaja mucho, con dedicación. Respeta al jugador, a la afición y a la directiva. ¡Qué mejor que él! Encima es de casa, está cerca de casa. Es perfecto. Mendilibar es el técnico con el que tenemos que seguir.

La mayor diferencia del Eibar actual en Primera a la de mi época, es que entonces estábamos 5 ó 6 futbolistas que éramos trabajadores por la mañana, y por la tarde entrenábamos. No teníamos ficha profesional. Ahora todos los jugadores son profesionales y tienen dedicación plena. Los medios son diferentes. Ahora disponen de un campo de hierba natural para enfrenar (las instalaciones de Atxabalpe, en Mondragón), y cuentan con nutricionista, recuperadores de lesiones... Tienen de todo. En mi época hasta el presidente (en referencia al difunto Juan Luis Mardaras) tenía que coger el teléfono en el club y hacía de todo. La mayor diferencia era los medios que disponíamos, que eran pocos, porque no éramos profesionales. En la plantilla había gente de la zona, uno de Urrestilla, de Elgoibar, Azpeitia, San Sebastián, Beasain... Éramos un grupo humano de cerca; mientras que ahora hay gente de todas partes, incluso muchos extranjeros. Nosotros entrenábamos un día en el anexo de Ipurua (antiguamente de gravilla y luego de hierba artificial), y muchas veces en otras localidades, Elgoibar, Zumárraga, Bergara. En nuestras pretemporadas los primeros días de entrenamiento consistían en correr por el monte, por Arrate o Kalamua".
*Óscar Artetxe jugó 19 temporadas en el conjunto armero*

Ipurua se inauguró el 14 de septiembre de 1947 y, desde entonces, ha cambiado muchísimo. Las fechas de la fundación del Eibar no coinciden con la puesta en marcha del campo. En la cronología del fútbol eibarrés en general, se conocieron varios campos para la práctica de este deporte antes de que se construyera el que fuera definitivo. Sin duda, el más conocido fue el de Otola-erdikua, donde iniciaron su andadura algunos de los clubes locales anteriores a la S.D.Eibar.

En los últimos años se ha procedido al derribo y nueva construcción de las tribunas Norte, Este y Oeste, lo que ha servido para modernizar el estadio, hacerlo más seguro y accesible y alcanzar un aforo de 8.050 espectadores, todos sentados en asientos individuales, como obliga la normativa UEFA. Además, se han generado nuevos espacios que han permitido, entre otros equipamientos, la puesta en funcionamiento de las Aulas de Formación en las que se imparten cursos oficiales de entrenador y un Curso de Experto en gestión de clubes de fútbol, en colaboración con la UPV/EHU.

Se mantiene el 1-4-4-2

Poco o nada cambia en el Eibar con respecto al año pasado. Mendilibar seguirá utilizando el 4-4-2 que le ha permitido mantenerse en Primera durante tantos años. La retirada de Ramis la suplirá utilizando a Bigas en el centro de la defensa. El centro del campo será propiedad de Edu Expósito y de Diop. Una mezcla de músculo y fútbol directo que caracteriza tanto a los equipos de Mendi.
La zona de ataque estará ocupada por Enrich y Kike García en la delantera. Ambos esperarán los centros laterales que les boten Pedro León e Inui.