El Sabadell ha regresado al fútbol profesional. Tras cinco años deambulando por Segunda B e incluso estar al borde del descenso a Tercera, recupera su estatus. A los arlequinados, por historial y palmarés, se les puede considerar el tercer club de Cataluña tras Barcelona y Espanyol. Fue fundado en 1903 con Joan Grau como el primer presidente y la entidad catalana ha podido disfrutar de Primera durante 14 temporadas a lo largo de su historia. Pero donde más ha logrado sobrevivir ha sido en Segunda. Y esta será su campaña número 45 en la categoría de plata del fútbol español. Hay optimismo de cara al presente y el objetivo no es otro que asentarse en Segunda, categoría que disfrutó por última vez el curso 2014-15.

De la mano del presidente, Esteve Calzada, el Sabadell ha logrado encontrar una estabilidad económica e institucional. Y esto se está transformando en calma y confianza sobre el terreno de juego. Antonio Hidalgo dirige un grupo de jugadores, la mayoría con poca o ninguna experiencia en Segunda, implicados y con ganas de reivindicarse. El salto al fútbol profesional no ha sido sencillo y, este curso, su límite salarial es un poco superior a los cuatro millones de euros. Adaptarse a la nueva categoría es un reto mayúsculo y para ello, la entidad ha seguido confiando en el bloque que logró el ascenso. Continúan 15 futbolistas de la pasada campaña. Los fichajes realizados rebosan juventud y hambre. Sin ir más lejos, se lograron las cesiones del extremo del Valladolid Víctor García y el atacante Juan Hernández. Y también han llegado en propiedad jugadores que ilusionan como el punta Guruzeta y el medio Undabarrena.

No hacer una revolución en la plantilla ha sido sinónimo de éxito en los últimos cursos para el Sabadell y se ha mantenido este verano. Tener a Hidalgo en el banquillo ayuda a ganar en credibilidad y confianza, y es que el técnico está logrando obtener un rendimiento excelente de futbolistas como Ian Mackay, Óscar Rubio, Ángel Martínez, Aleix Coch, Grego Sierra, Adri Cuevas, Néstor Querol, Aarón Rey y Edgar Hernández. Forman el núcleo fuerte del vestuario y sobre ellos recaerá la responsabilidad de seguir dando pasos hacia delante. Además, ha 'vuelto' Romero. Tras su grave lesión el curso pasado, se espera mucho de él en la medular. Una de las bajas más sonadas este verano ha sido el adiós de Manu Lanzarote (jugará en el Sant Andreu, de Tercera), pero ya estaba decidido antes de disputar el playoff exprés de ascenso. El Sabadell peleará este año, con su cartel de recién llegado, por el único objetivo de lograr la salvación. Un club con solera en Segunda busca volver a dar que hablar en el fútbol profesional.

El entrenador del Sabadell destila sentimiento arlequinado y ha logrado inculcar al grupo el compromiso y sacrificio que demostró cuando era jugador. El idilio de Hidalgo con el Sabadell se inició en invierno de la temporada 2011-12. Llegó como futbolista y le hizo falta muy poco para que el vestuario le eligiera capitán. Tras cuatro temporadas, 117 partidos oficiales disputados, como arlequinado acordaron con el club su salida y lo hizo con la espina del descenso a Segunda B. La pasada campaña, como técnico y gracias a un playoff de ascenso inmaculado, lo devolvió al fútbol profesional. Hidalgo es, sin duda, un soplo de aire fresco para el Sabadell. Y se habla en presente porque lo sigue siendo. Llegó a finales de la campaña 2018-19 tras desvincularse del AEK Larnaka chipriota y obró el milagro en siete partidos. El equipo tenía un pie y medio en Tercera y lo salvó. Cierto que su currículum como entrenador no es excesivamente extenso (estuvo en la parcela técnica durante tres años en el AEK Larnaka y también fue segundo entrenador y dirigió algunos partidos al Granollers en Tercera), pero en Sabadell están encandilados con él.

Como futbolista, Hidalgo, se formó en el Barça y después, además de la del Sabadell, lució las camisetas de Tenerife, Albacete, Málaga, Zaragoza y Osasuna entre Primera y Segunda. Su último equipo, la temporada 2015-16, fue el Cornellà, pero una lesión le hizo colgar las botas. Y se pasó a los banquillos.

Mackay conoce el fútbol profesional. Nunca ha jugado en Primera, pero sí en Segunda. Lo ha hecho con Ponferradina y Sabadell. En esta categoría ha jugado 27 partidos y sus números son 47 goles recibidos y seis porterías a cero. Ahora está en su mejor momento. Intocable en la portería. El curso pasado no se perdió ni un duelo y fue uno de los héroes del ascenso. Es un experto en los penaltis.

Es uno de los fichajes más prometedores de esta temporada del Sabadell. Firmó por la entidad arlequinada por tres temporadas tras rescindir su contrato con el Athletic (aunque el club vasco se guarda una opción de recompra los dos primeros cursos). Se trata de un punta que ilusiona porque está forjado en Lezama y llegó a jugar nueve encuentros con el primer equipo de Athletic. Destaca por su movilidad dentro del área y su juego aéreo. En 2019 sufrió una grave lesión de rodilla, pero en diciembre ya logró estar de vuelta. Es más, en 2020 jugó nueve partidos con el filial del Athletic en Segunda B y logró cinco tantos. El pasado curso tuvo minutos en el playoff exprés de ascenso a Segunda, pero el Badajoz, en los penaltis, le eliminó en la primera ronda. Guruzeta está dispuesto a ser el hombre gol del Sabadell esta temporada y puede encajar a la perfección en el esquema de Antonio Hidalgo. Además, sumará en dar experiencia al grupo porque, además de haber jugado en Primera, también lo ha hecho en Segunda. Fue la temporada 2015-16, con el Bilbao Athletic. Eso sí, tiene una espina clavada: jugó cinco partidos, no marcó y su balance fue de cuatro derrotas y un empate. A desquitarse.

Para la ciudad de Sabadell volver a Segunda es increíble. Y algo totalmente merecido después de todo lo que pasaron a nivel institucional y deportivo (llegando a estar casi en Tercera División). Me acuerdo cuando llegué allí que al momento vi que podía disfrutar mucho en esa ciudad y en un estadio que es precioso. Se respira ambiente de fútbol vayas por donde vayas y la afición es muy apasionada con su equipo. Jamás olvidaré que antes de que pitara el árbitro el inicio del partido, yo aplaudía mirando a la grada y todos se ponían de pie animando al equipo. Está claro que, si a la afición le das todo lo que tienes, te lo devuelve con mucho cariño. Yo viví una etapa preciosa de tres temporadas. E hice goles. Diez en la primera campaña, 18 en la segunda y siete en la última. Esta fue dolorosa porque intentamos salvar al equipo, pero no pudimos.

Lo que recuerdo de Sabadell es increíble. No olvido el campo lleno para jugar el playoff y para no bajar el último año. Pase lo que pase la gente está siempre con el equipo y este año demostrarán de lo que son capaces. Se merecen volver a disfrutar del fútbol profesional y lo harán con Antonio Hidalgo en el banquillo. Él fue mi capitán y ya se veía que podía ser entrenador. Los resultados le respaldan y su propuesta futbolística es atractiva. Disfruten de este sueño y alárguenlo. Se lo merecen. Está claro que yo siempre estaré enamorado del Sabadell.

*Aníbal Zurdo jugó en el Sabadell entre 2012 y 2014 y regresó en 2015.

El Estadi Municipal de la Nova Creu Alta es donde disputa el Centre d'Esports Sabadell los partidos de Segunda División B. Inaugurado el 20 de agosto de 1967, con capacidad para 11.908 espectadores y unas dimensiones de 103 x 70 metros, está situado en Sabadell y ha vivido la historia mas recente del club, destacando la participación en la Copa de Fires y el paso por Primera División. Las obras para adaptar el estadio al fútbol profesional se estiman en, al menos, medio millón de euros.

Predominio del 1-5-3-2

Hidalgo es un técnico que ha impuesto su idea de un sistema táctico de tres centrales y dos carrileros profundos y la experiencia que adquirió como jugador le ayuda a lidiar y aconsejar a una plantilla que cree en él.

Por la confección de la plantilla, también podría probar con un 4-2-3-1. Sin embargo, la idea inicial es mantener los carrileros de garantías y probar con una pareja de atacantes formada por Guruzeta y Edgar Hernández. Undabarrena, recién llegado, apunta a ser un indiscutible en la medular, donde le acompañarían Ángel y Querol.