El fichaje del 'genio de Arguineguin' desata la euforia en una Real que mantiene el bloque con Imanol Alguacil como líder indiscutible, y que afronta cinco competiciones en una temporada por primera vez en su historia, con la final de Copa contra el Athletic en el horizonte.
Por si le faltaba algo de brillo a esta Real Sociedad de Imanol Alguacil que viene de hacer una temporada inolvidable y que afronta con ambición el curso más exigente de su historia reciente, llega David Silva para darle otra dimensión, para ponerle más picante y llenar de magia el fútbol de un equipo que maravilló a todo el mundo hasta que el mundo se paró por culpa de la pandemia del coronavirus. Todo un campeón del mundo con la selección. Un referente del Manchester City. Un jugador que ha hecho historia en la Premier League. El mago de Arguineguin regresa a nuestra liga una década después para seguir dejando destellos de su inmensa calidad, y de paso para ayudar a situar en otra dimensión a esta Real que no para de apuntar casa vez más alto.

Roberto Olabe supo reaccionar cuando el Real Madrid les dejó sin Martín Ødegaard de forma totalmente inesperada. Nadie sospechaba que la Real se quedaría sin su jugador diferencial a dos días del inicio de su pretemporada. Los txuri-urdin parecían quedarse huérfanos de imaginación en los metros finales. Pero entonces apareció Silva y dejó la banca hecha trizas. Si había ilusión, el canario la multiplica por mil. Si había ambición, ahora hay convicción. Porque la Real Sociedad está a un partido de levantar un título 32 años después. Esa Copa del Rey del curso pasado que aunque no tiene fecha, no ha parado de jugarse en ningún momento. Es un buen argumento para soñar, sin despistarse en lo demás, que vuelve a ser emocionante. Esta Real ya tenía mimbres suficientes para creer en hacer algo grande. Ahora tiene otro de mucho peso, con el 21 a la espalda, un número que volverá a ser clave para los realistas.

Puede que estemos ante la temporada más ilusionante de los últimos años en la Real. Cinco competiciones en una campaña. Ahí es nada. Volver a brillar en la liga será una obligación. Pero también se quiere competir en Europa. Luego está esa final de Copa aplazada, mientras se prepara para repetir gesta en la Copa de este año. Sin olvidar el suculento aperitivo de la Supercopa en Arabia. Que no, que no se habían visto en una asi en San Sebastián nunca. Y no quieren desaprovecharlo. Para ello el bastón de mando lo seguirá llevando Imanol Alguacil. No es de extrañar. Lo contrario hubiera sido contranatura. Exporta al grupo su extremo sentimiento txuri-urdin, y al mismo tiempo le ha sabido dotar de un dinamismo y verticalidad envidiables. El año pasado llegaron a jugar como los ángeles. Antes del coronavirus brillaban con luz propia y parecían imparables. Si el oriotarra es capaz de repetirlo, mucho ojito con esta Real, que estará encima tocada por la varita de David Silva.

Porque el canario llega a una Real repleta de juventud, hambre y mucha calidad. Para empezar, el crecimiento de Mikel Merino es para quitarse el sombrero. Mikel Oyarzabal volvió a repetir dobles figuras, Portu calló de pie en Anoeta, Alexander Isak crece al ritmo vertiginoso de su velocidad. Ya se puede poner las pilas Willian José. Y luego tiene a Adnan Januzaj, ese prestidigitador anárquico e impredecible que como se enchufe es imparable. Y a Barrenetxea, ese joven descarado que seguirá creciendo acompañado de sus diabluras. Y en la sala de máquinas, mientras se espera al capitán Asier Illarramendi, Zubieta no para de fabricar (Buenos) mediocentros. El chaval Martin Zubimendi irrumpió de forma escandalosa, y antes Ander Guevara ya estaba luciendo galones, mientras Igor Zubeldia imponía su ley. No hay duda, estamos ante una Real con variantes y alternativas, a la que su único lunar es un entramado defensivo que debe ponerse el reto de ser más sólido. Si lo consigue, tendrá otro año inolvidable al alcance de la mano. Porque por abajo también aprietan para ayudar, con esa fuente inagotable de talento que es Zubieta. Guridi y Merquelanz se han ganado un sitio a base de partidazos con el Mirandes. Y los 'potrillos' como Roberto López, Pacheco, Robert Navarro... están más que preparados para echar un valioso mano. Así nace el segundo año de la 'era Olabe'. La palabra es crecer. Es lo único que tiene en mente Imanol. Porque esta Real es ambiciosa.

En su primera temporada completa como entrenador de la Real Sociedad ha conseguido clasificarle para la fase de grupos de la Europa League y para su primera final de la Copa del Rey en 32 años. Son méritos más que suficientes para conseguir su renovación. Está aprovechando su gran oportunidad como técnico profesional, manteniendo sus señas de identidad: posesión y verticalidad con transiciones rápidas.

Nadie como él siente y sufre la Real Sociedad, por lo que su impetuoso carácter se duplica cuando se sienta en el banquillo realista. Ante sí tiene el reto de mantener sus buenos números, que mejoran el ratio de victorias por partidos de entrenadores de la Real como Toshack o Denueix, en una temporada con seis títulos en juego.

Sin duda, es la estrella entre las estrellas de la Real. Por trayectoria y títulos, es el jugador con más experiencia de la plantilla realista. 125 partidos con la selección, 14 títulos con el Manchester City en la última década y su jugador con más encuentros en la Premier League. El 'mago de Arguineguin' regresa a LaLiga convertido en una leyenda del fútbol inglés. Ahora le toca poner su magia al servicio del equipo txuri-urdin, en un proyecto repleto de juventud que necesitará de su pausa, su calidad y su último pase. Curiosamente, Silva vuelve a la provincia en la que dio sus primeros pasos coló futbolista profesional en el Eibar. Allí se puso el '21' a la espalda por primera vez. Hoy es imposible imaginarle con otro dorsal.

Martín Zubimendi. Este joven centrocampista donostiarra se destapó en el final exprés de la pasada liga. Las lesiones en la medular le abrieron la puerta del primer equipo, y respondió con una madurez y una solvencia impropias de un debutante en la élite. Eso le valió una renovación a largo plazo y un sitio en el primer equipo. Aprendió en el filial del más grande, Xabi Alonso, y eso se nota. Calidad para dominar la sala de máquinas a raudales con solo 21 años. Seguirá teniendo protagonismo en el primer equipo por las bajas que seguirá habiendo en su posición.

A la Real le veo francamente bien. Creo que tiene una plantilla muy buena y compensada en todos los sentidos. Tiene una base sólida de gente de la casa, que para un club como la Real es un valor añadido. Es gente de la casa muy comprometida. Y luego tiene fichajes muy acertados. Es cierto que este año se ha ido Martin Ødegaard, pero ha venido David Silva, y en ese sentido el equipo no ha perdido absolutamente nada. Es más, yo creo que ha ganado en experiencia. Todos conocemos lo que puede ofrecer un jugador como Silva, yo lo conozco bien porque jugué con él en la selección. Me da la sensación de que en todos los puestos hay competencia, así que Imanol tendrá trabajo duro para hacer los onces.

Lo reconozco, a mí me encanta Imanol Alguacil, tengo muy buenas referencias de él a nivel personal. Me gusta el tipo de fútbol que plantea, esta basado en la calidad de sus jugadores, pero es capaz de hacerlo vertical en momentos concretos en los que lo necesite. El tipo de fútbol que practica la Real a mi me atrae mucho. Y luego encima tiene detrás a gente muy comprometida y que quiere mucho a la Real ayudándole, como Labaka y Ansotegi. Están haciendo un trabajo excelente.

El club, con Roberto Olabe a la cabeza, está haciendo las cosas especular. La base que están generando para futuros jugadores de la cantera en el primer equipo es increíble, y pienso que ahora mismo la Real está en un momento muy dulce, y puede ser un año muy ilusionante, con la final de Copa y la Supercopa, sin olvidar Europa. Es exigente todo lo que tiene por delante, pero creo que tiene argumentos más que suficientes como para volver a estar entre los mejores. Tiene mimbres, ambición e ilusión para luchar por conseguirlo.
*Markel Bergara. Jugador de la Real Sociedad durante 13 temporadas. Perteneció al equipo realista del último ascenso a Primera. Lo clasificó para jugar la Champions League. 205 partidos en la Real

El Reale Arena es la casa de la Real Sociedad. El estadio, que cambió su nombre por motivos de patricinio. fue inaugurado en 1993 y cuenta actualmente con capacidad para 40 000 espectadores.

Anoeta es de propiedad municipal y es el estadio donde disputa sus partidos como local la Real Sociedad de Fútbol, equipo de la Primera División de España, aunque también se celebran en él ocasionalmente conciertos musicales, partidos de rugby y jornadas deportivas, entre otros eventos.

Predominio del 1-4-3-3

Un equipo alrededor de Silva es el que formará Alguacil. El flamante fichaje del jugador canario hará que el técnico de la Real proteja a Silva con Illarramendi y Mikel Merino en el centro del campo y con el trabajo de Portu, Willian José y Oyarzabal en la zona de ataque.
El conjunto txuri-urdin formará de forma habitual un 4-3-3 aunque Alguacil maneja un amplio librillo de estilo: desde el fútbol control, que se aumenta con la llegada de Silva, hasta el ataque de velocidad frenética, gracias a Portu y Oyarzabal.