El Granada afronta el más difícil todavía. Después de una histórica temporada en su regreso a Primera División tras dos temporadas en la categoría de plata, los nazaríes tienen el reto de luchar en tres competiciones: Liga Santander, Copa del Rey y Europa League. Más partidos y más desgaste, pero más ilusión si cabe. El club rojiblanco debutará en Europa. Por primera vez en la historia llevarán el nombre de Granada por el viejo continente, una responsabilidad y un reto que quieren afrontar como un premio. Con Diego Martínez, el alma mater de este proyecto, una temporada más al frente, la filosofía será la misma que el pasado curso: ir partido a partido.

A pesar del gran curso que cuajaron el año pasado, el objetivo sigue siendo el mismo: la permanencia. Todo lo que venga después será un premio. Y el mantra también: sólo pensar en el próximo partido como si fuera el último. Esas son las claves que le han llevado hasta aquí y, en esta temporada que pasará a la historia del club, no quieren cambiar lo que ha funcionado.

Por eso, el club ha intentando mantener la estructura del equipo que el año pasado metió al Granada en Europa y gran parte del que hace dos campañas logró el ascenso a Segunda. Un equipo que es una piña y que basa su trabajo en que todos deben remar en la misma dirección. Para esta temporada, se ha recuperado a Vallejo y Yangel Herrera, que vuelven como cedidos, y se ha ejecutado la opción de compra de Gonalons y Foulquier. Las grandes novedades son Luis Milla, el fichaje más caro del club en la historia por lo que se ha pagado la cláusula, Alberto Soro, la apuesta joven del club que firmó para cinco temporadas y el veterano Jorge Molina, curtido en mil batallas que formará junto a Roberto Soldado, la estrella del equipo, un ataque con gol y veteranía. Además, el club ha conseguido retener a sus jugadores más valiosos como Rui Silva, aún con muchas novias, Domingos Duarte o Darwin Machís.

Un equipo compensado y trabajador que sobre todo destaca por eso, por ser un equipo en todas sus líneas. Y, aún con tiempo de maniobra, se espera la llegada de algún refuerzo más para la retaguardia y en la parte ofensiva. Una plantilla amplia para un reto mayúsculo: ser competitivos en todos los partidos que disputen.

Diego Martínez Penas (Vigo, 16 de octubre de 1980) fue el entrenador revelación de la pasada campaña en Primera tras meter al Granada en Europa por primera vez en su historia y quedarse a las puertas de la final de la Copa del Rey. Este curso, sin embargo, tendrá más retos por delante. El preparador gallego tiene que gestionar la plantilla para afrontar tres competiciones con el listón ya muy alto. Es, sin duda, el alma mater de este Granada y empezará su tercera temporada de forma consecutiva en el banquillo nazarí, algo nada fácil. No fue un buen futbolista, a pesar de estar en la cantera del Celta, y a los 20 años decidió colgar las botas para apostar por los banquillos.

Empezó en Granada, donde estudió INEF y es la que considera su 'casa adoptiva'. Pasó por el Armilla y al Motril antes de que Monchi se fijase en él para la cantera sevillista. Allí creció y se hizo un nombre subiendo al filial a Segunda. Tras un mal año en Osasuna, en Granada encontró su proyecto. Un técnico muy versátil que siempre apuesta por equipos camaleónicos. No tiene un sistema fijo y, de hecho, lo puede variar durante el partido dependiendo de cómo vaya el encuentro. El pasado año fue su debut en Primera y este lo hará en Europa con prácticamente el mismo bloque con el que logró subir a la máxima categoría hace dos temporadas. Motivador y humilde, Diego quiere seguir haciendo historia en el Granada.

Roberto Soldado es el gran líder del equipo. No sólo sobre el campo, donde se echa al equipo a la espalda siempre que hace falta, sino también en el vestuario. El valenciano afronta su segunda temporada como nazarí tras ser nombrado capitán en su primera campaña como una de las referencias más importantes del equipo. Su carrera no deja lugar a dudas. El delantero, además, ha demostrado que el tiempo no pasan para él. A sus 35 años, Soldado está más en forma que nunca, más implicado y con la cabeza más centrada. Su trabajo es indudable y sus números le avalan. Aunque el trabajo oscuro que hace para el equipo es su mayor virtud. En el juego del equipo nazarí es vital. Baja a recibir, pelea los balones largos, es el primero en llegar a la presión y nunca da un balón por perdido. Virtudes que, además, adereza con goles y asistencias a sus compañeros, robo de balones y liderazgo. Afrontará su dieciseisava temporada en la máxima categoría y en Los Cármenes se ha reencontrado con su versión más trabajadora. Sus once goles el pasado curso y sus seis asistencias entre las dos competiciones le convirtieron, junto a Carlos Fernández, en el jugador más determinante del equipo.

Luis Milla hará su debut en Primera tras ser uno de los jugadores más destacados de Segunda. Media Liga Santander le quería, pero finalmente apostó por el Granada que pagó su cláusula de rescisión para convertirse en el jugador más caro de la historia nazarí. Medio centro versátil, con muy buen toque de balón y visión de juego, el madrileño llega a la máxima categoría como un futbolista ya contrastado a sus 26 años. No ha tenido una carrera fácil. Su nombre siempre le acompañó. Hijo del Luis Milla, el que fuera jugador del Barcelona y Real Madrid, tiene muchas cosas de su padre. Tras pasar por la cantera del Rayo Majadahonda y Atlético fichó por el Rayo B. De ahí pasó al Alcorcón, con el que ni siquiera llegó a entrenar. Primero le cedió al Guijuelo, donde una grave lesión de rodilla el cortó la progresión. Después al Fuenlabrada, donde mostró todo su potencial, lo que le sirvió para dar el salto a Segunda de la mano del Tenerife. Con el Granada debutará en Primera y en Europa.

El Granada está haciendo historia. Después de los tiempos malos que ha tenido sufriendo en Segunda B ahora es un equipo muy bien formado, con un bloque muy unido y trabajado. Se vio la pasada temporada. El bloque es clave de este equipo porque no destaca ninguno. Se está viendo que se lesiona uno y sale otro. Nadie destaca, todos son iguales y cada uno sabe lo que tiene que hacer en cada momento.

Nadie contaba con el Granada al principio de temporada y es prácticamente el mismo equipo que subió de Segunda. Fue líder, se metió en semifinales de Copa y ha logrado la clasificación europea.

Diego Martínez es un hombre importante. Es un chico que conoce Granada porque estuvo hace muchos años allí. Lo ha cogido y le ha dado mucha confianza a los jugadores y ha hecho un bloque y una cuadrillla de amigos que es lo principal en el fútbol. Ser compañeros y amigos es muy importante para que las cosas después vayan bien. El trato con los jugadores es inmenso, como uno más, un compañero y eso es fundamental para que el equipo funcione como ha funcionado hasta ahora. Su continuidad es una gran noticia para el Granada.
*Enrique Porta jugó en el Granada de 1968 a 1975 y fue pichichi de Primera División en la 71-72

El Nuevo Los Cármenes hereda el nombre del anterior campo del Granada, situado en un emplazamiento completamente diferente, cerca de la Plaza de Toros de Granada. Recibe su nombre por la típica construcción granadina conocida como carmen, vivienda con jardín en el barrio del Albayzín. El anterior estadio, propiedad del club, fue vendido a finales del siglo XX como terreno construible para saldar las deudas del equipo.

En el verano de 2019 con motivo de un nuevo ascenso del Granada a Primera División se procedió a cambiar la iluminación de las torres de las esquinas, la visera y la grada de preferencia por luces led así como al pintado de los asientos en un rojo vivo con inscripciones en blanco -Granada C.F.- en preferencia y -1931- Fondo Sur además de la inauguración de la tienda oficial del club en la antigua esquina de venta de taquillas en el Fondo Norte. Esta reforma supuso una de las más importantes desde la inauguración del estadio en 1995.

Vuelve el 1-4-1-2-2-1

El Granada de Diego Martínez se ha caracterizado por ser un bloque compacto gracias a su 4-1-2-2-1 y este año lo quiere volver a ser. El conjunto nazarí ha mantenido el bloque de la temporada anterior. La única variación que se espera en el once es la incursión de Luis Milla en la medular donde acompañará a Gonalons y Montoro. En ataque Soldado volverá a ser el referente y Machís y Puertas pondrán la velocidad.
En el banquillo el técnico gallego tendrá jugadores de la talla de Jorge Molina, Soro o Yangel Herrera, que en más de dos partidos serán titulares.