Tras el terremoto de Lisboa, el barcelonismo está pendiente de la segunda oleada o de la reconstrucción. Nadie sabe muy bien a que aferrarse. La temporada pasada fue un absioluto desastre. Con una junta directiva de gatillo fácil que liquidó a Ernesto Valverde en enero cuando el equipo iba líder, pero no les daba buenas sensaciones y contrataron a Quique Setién, que pasará a la historia como uno de los entrenadores más nefastos que ha tenido el Barcelona en su historia. Ni hizo lo que prometió, ni se atrevió a hacerlo y el traje le vino grande desde el primer día. Así que el Barça perdió LaLiga, le eliminaron de la Copa y en la Champions se llevó la peor humillación de su historia.

Para remediar el desastre, Bartomeu acudió a Ronald Koeman para que pusiera orden y "tomara decisiones". Con lo que no contaba el técnico holandés era con que su estrella, Leo Messi, iba a decirle en su primer encuentro que no se veía en el Barça el próximo curso y que luego iba a poner un burofax exigiendo irse que iba a poner patas arriba el club. La segunda oleada del terremoto de Lisboa había sacudido al Barcelona.

Finalmente, Messi se quedó, pero sin esconder su enfado con la junta y el presidente al que acusa de mentiroso. Con este ambiente Koeman debe de reconstruir un equipo en el que nada está claro.
En su primera decisión, el técnico dijo que iba a prescindir de Rakitic, de Arturo Vidal y de Luis Suárez. Había que agitar la coctelera y de paso aligerar la masa salarial antes de aspirar a poder traer refuerzos.

Las novedades del equipo son jóvenes y con escaso recorrido en la élite para pedirles que aparezcan y den un rendimiento inmediato a excepción de Miralem Pjanic, que llega de la Juventus en intercambio con Arthur. Un veterano fiable a cambio de una joven promesa con un talento innegable, pero que tiró a la basura su oportunidad en el Barcelona con un comportamiento fuera del campo indigno de un profesional.
A la espera de que Koeman traiga las piezas que quiere, un delantero centro y un centrocampista, han llegado Matheus Fernandes, toda una incógnita que nadie sabe muy bien por qué le ficharon, además de Pedri y Trincao, dos adolescentes que prometen mucho , pero que no llegan en el mejor momento a un Barcelona que todavía tiembla.

Hay muchas incógnitas alrededor de Ronald Koeman (21-3-1963). Héroe de la afición como jugador por su gol en Wembley, su trayectoria como entrenador es dilatada pero irregular y sin grandes éxitos más allá de tres Eredivisies, ganadas con los dos dinosaurios de la competición (Ajax y PSV) y una Copa del Rey inesperada con un Valencia que le despidió porque le amenazaba el descenso. Quienes han seguido su trayectoria destacan de Koeman una personalidad desbordante y pragmatismo táctico. Obviamente, el entrenador nacido en Zaandam está muy influencia por la escuela holandesa (se crió como jugador en el Ajax aunque luego triunfó en el PSV) y, en especial, por sus años en el Barça con Johan Cruyff.

Pero Koeman no ha sido ningún fundamentalista del modelo. Al contrario, ha destacado más por bloques sólidos que brillantes, y así estaba destacando en su último trabajo con la selección de Holanda. Apoyado en un centro del campo con un jugador brillante, De Jong, y el trabajo de Wijnaldum, De Roon o el mismo Van de Beek, su equipo sabía descenvolverse bien en la recuperación y el contragolpe apoyado también en los dos grandes centrales que lideraban el grupo, Van Dijk y De Ligt.
Sin haber jugado aún ni un sólo amistoso, es difícil saber qué Barça se verá con Koeman. De momento, a él le gustaría que fuese más físico. El Barça ha perdido fuerza, piernas y energía en los últimos tiempos y Koeman sabe que ya no se puede ir así por el fútbol moderno. Pero su trabajo está lleno de retos. Devolver a los campos al mejor Jordi Alba, exprimir a Piqué, sacar rendimiento a Griezmann, apostar de verdad por una estrella en ciernes como Ansu Fati. Y, sobre todo, ilusionar a la afición.

El mejor jugador del mundo, seis veces Balón de Oro, diez veces campeón de LaLiga y siete veces máximo goleador de la competición, empezará la temporada a disgusto enfrentado a la directiva, sin feeling con el entrenador, Ronald Koeman, y con asuntos que resolver en el vestuario.
Pero en el Barça sólo hay una estrella y se llama Messi. Y aunque esté crispado, Koeman no tiene previsto quitarle esa condición. Dos frases definen el pragmatismo con el que el holandés mira al argentino. "Messi gana partidos" y "puede adaptarse a la evolución de equipo". Ahora sólo falta saber si Messi está dispuesto a moldearse hasta el punto de hacer las cosas que Koeman quiere y seguir siendo el futbolista más determinante del mundo.
Una esperanza rodea Can Barça. El carácter competitivo de Messi y su promesa de seguir dando el máximo. Messi detesta perder, aunque en los últimos tiempos ha dado la sensación de estar superado por los partidos importantes. El año pasado fracasó en los dos Clásicos y en el día clave de Lisboa ante el Bayern. Y en eso no tenía nada que ver el proyecto. Como tantos otros, parecio quedarse clavado en Anfield. Este año tiene un nuevo reto.

A día de hoy, y de largo, Ansu Fati es el jugador que más ilusión despierta en el Barça. El guineano, ya internacional de la mano de Luis Enrique, tiene todo lo que necesita un equipo que se ha vuelto previsible. Tiene frescura, uno contra uno, inteligencia para moverse en el campo, gol. Y también carisma. Algo parece que va a suceder siempre con Ansu tiene el balón. Pendiente de ser oficialmente jugador de la primera plantilla y de mejorar su contrato (actualmente su cláusula es de 170 millones y pasará a 400 si se cierra la ampliación), Ansu está delante de un año decisivo en su carrera después de reventar casi todos los récords de precocidad el año pasado.
Con su gol ante Osasuna a principios de la temporada pasada, Ansu se convirtió en el jugador de menor edad en la historia del Barça en conseguir marcar un gol oficial en LaLiga. Ansu también es, gracias a su tanto ante el Inter en la Champions, el goleador más joven de la historia de la competición. Ansu también tiene ya el honor de ser el jugador más joven en hacer un doblete en LaLiga. Lo consiguió con 17 años y 96 días y batió al ex malaguista Juanmi. A punto de convertirse en mayor de edad (lo hará el 31 de octubre de 2002), Ansu es una de las noticias más ilusionantes del Barça en los últimos tiempos y una de las grandes esperanzas de animar este curso.

No me cabe duda que ante la situación que vive el Barcelona Ronald Koeman es la mejor opción que podía haber elegido el Barcelona para sacar adelante la nave. Se trata de un técnico con experiencia, riguroso, serio, trabajador y que conoce la casa. Reconozco que no soy objetivo con él porque es mi amigo y le conozco desde hace muchos años, pero precisamente por esto último me siento muy seguro de mis palabras.

Ronald en nuestra época como compañeros de vestuario siempre fue un líder silencioso, un tipo muy carismático que nos guiaba a muchos de nosotros. Su adaptación al vestuario y a la ciudad fue magnífica y sé que entrenar al Barcelona es una de las cosas que más ilusión le hacía y que era un reto que tarde o temprano le tenía que llegar porque se ha estado preparando toda la vida para ello.

Ahora le ha llegado la oportunidad y estoy convencido de que sabrá aprovecharla. Plantilla tiene para sacar adelante el equipo y después de un varapalo como el que ha vivido el Barcelona en los últimos tiempos siempre queda ese resquemor por parte de los jugadores de regresra cuanto antes y volver a hacerlo bien. Espero que a Koeman le vaya muy bien y que reviva los éxitos de un equipo que hace tiempo que le esperaba.
*Eusebio Sacristán perteneció al Dream Team de FC Barcelona. Con el club azulgrana, cosechó 4 Ligas, 1 Copa del Rey, 3 Supercopas de España, 1 Recopa, 1 Supercopa de Europa y 1 Champions League

El nuevo estadio del Barça sustituyó el antiguo campo de Les Corts, que a pesar de que tenía una capacidad para 48.000 espectadores (después de varias ampliaciones) se quedó pequeño con la gran expansión de la afición azulgrana experimentada a finales de la década de los cuarenta.

Entre todas las instalaciones y dependencias que hay en el interior del Estadio destacan una pequeña capilla al lado de los vestuarios, los palcos, la sala VIP, la sala de prensa, varios platós de televisión, las cabinas de prensa, las oficinas de servicios técnicos, el Centro de Medicina Deportiva, la Unidad de Control Operativo (UCO), el local de la Agrupación Barça Jugadores, el Museo del FC Barcelona y dependencias de varios departamentos del Club.

Vuelve el 1-4-2-3-1

Nuevo entrenador y nuevo sistema de juego el que tendrá el Barcelona a partir de esta temporada con la llegada de Ronald Koeman. El técnico holandés tirará de 4-2-3-1, sistema que venía utilizando en la selección holandesa, para dotar al equipo de equilibrio y de control en el centro del campo.
Uno de los grandes beneficiados de este sistema será Frenkie de Jong, que formará en doble pivote con Pjanic. Busquets tendrá también sus oportunidades, pero ocupará un lugar más secundario en esta nueva etapa.