Elden Ring
Guía Elden Ring: cómo encontrar y matar a Malenia, Espada de Miquella
Te guiamos paso a paso hasta una impresionante ciudad secreta, en la que por fin nos vemos las caras con Malenia, entre otros enemigos muy peligrosos.
Seguimos con nuestra guía de Elden Ring. En esta pieza te contamos cómo descubrir el camino hacia nuevos y bellos lugares. Uno de ellos es una gran ciudad, y en lo más profundo de su interior espera Malenia, Espada de Miquella. Desde el momento en que posees el Medallón Secreto puedes llegar, pero hemos retrasado este momento debido a la dificultad que supone luchar contra Malenia en las raíces del Árbol Hierático.
Ordina, la Ciudad Litúrgica
¿Recuerdas la zona nevada del norte a la que fuiste a través del Gran Elevador de Rold usando el Medallón Secreto? En ese caso, debes teletransportarte a ella y localizar Ordina, la Ciudad Litúrgica que te mostramos en el siguiente mapa. Es un lugar pequeño, pero hay algo que debes hacer: entrar en la cárcel eterna para acceder a la versión fantasma de la ciudad.
Aquí tienes que completar un pequeño puzle. ¿Ves esos campanarios con estatuas? Pues te toca encenderlos. Son 3 y no tienen demasiada pérdida, ya que solo tienes que localizar escaleras de mano y saltar entre los tejados. El problema es que mientras haces esto, un enemigo invisible y capaz de ejecutarte por la espalda puede aparecer en cualquier momento. La clave está en no dejar de moverte nunca; si no te quedas quieto podrás cumplir tu objetivo sin problemas. Cuando estén encendidos, la escalera que sube al fondo de la ciudad te permitirá acceder a un nuevo lugar.
Árbol Hierático de Miquella
No te asustes al ver el tamaño de este lugar: el camino es prácticamente lineal durante los primeros minutos. Tienes que centrarte en bajar por las raíces gigantes en todo momento, con cuidado tanto con las hormigas gigantes, como con los emisarios vestidos de blanco (parecen pasivos, pero lanzan esferas mágicas en cuanto te ven). Conforme bajes un poco localizarás tu destino: se trata de esa ciudad con puentes construida sobre la base del árbol gigante. En cuanto logres llegar podrás activar una Gracia en una sala con 4 estatuas.
En la última raíz (la más grande de todas) cuidado con el mago que hay al fondo en una posición elevada, ya que sus disparos son muy potentes. Al fondo pisarás una estructura blanca en la que debes descender por una escalera de mano. Nada más pisar tierra firme verás otra que sube; pasa de ella y sigue de frente para bajar por la derecha, prestando atención a los hombres lobos y otros enemigos que se esconden en las esquinas.
Baja las escaleras y asómate al balcón. Verás unas escelras de mano, pero no debes usarlas, sino saltar al tejado de enfrente y entrar en esa especie de pasarela. No te confíes con el enemigo de espaldas, porque a la derecha hay uno dispuesto a asaltarte. Tras acabar con ellos, ahí mismo tienes una Piedra de forja de dragón antiguo. Sigue por el puente de madera hasta una plaza redonda desde la que debes saltar al frente hacia los tejados. A partir de aquí, repite siempre lo mismo: saltar al siguiente tejado, hasta que por fin entres a un pasillo interior con varios enemigos.
En ese pasillo, a la izquierda hay una salida hacia otro puente de madera que te lleva a una sala redonda donde hay un peligroso mago. Cuando lo mates, fíjate que justo a la izquierda del puente hay otro más: lleva a un ascensor que conecta con la primera Gracia de la zona. Sube por él solamente para descansar en la Gracia y dejar abierto el atajo. Vuelve a bajar y ahora sí, toma el puente de la izquierda de la sala circula con el mago para desafiar al jefe de la zona...
Jefe | Loretta, Centinela del Árbol Hierático
¿Ya has acabado? Entonces activa la Gracia y baja por las escaleras. Alucina con el aspecto de este nuevo lugar, pero no te relajes, porque cruzar esta preciosa ciudad es el último paso que te separa de la batalla contra Malenia, Espada de Miquella.
Elphael, Tutor del Árbol Hierático
Entras a la ciudad por un puente y lo primero que ves es toda una declaración de intenciones. Es una Valkiria, y aunque es un enemigo común y no se trata de ningún jefe, debes tener cuidado con ella. Actúa de un modo similar a otros caballeros, pero también usa una lanza mágica. Si la derrotas podrás activar una Gracia y continuar.
De frente verás una serie de balcones con algunos caballeros enemigos. Aunque puede resultar un tanto confuso orientarte, trata de localizar unas columnas que van desde tu posición actual hasta un gran puente al otro lado de la muralla. Salta hacia alguna de ellas para cruzar. Hay un demonio gigante contra el que quizá no te interesa luchar ahora mismo, así que gira a la izquierda hasta acceder a un pasillo. Al fondo hay un extraño enemigo levitando, pero tú objetivo está justo antes, a la izquierda: ¿Ves la terraza que hay enfrente? Pues salta para colarte por ella.
¡Cuidado! Hay dos Valkirias en esta habitación y es una auténtica locura provocarlas. Lo bueno es que si te agachas y usas el sigilo puedes salir por la puerta derecha sin que te vean. Nada más salir, salta la barandilla para caer en una columna y mira la siguiente imagen; tírate a ese saliente y desde ahí, déjate caer abajo del todo. No hagas caso al enemigo de varios brazos, corre hasta el fondo y a la izquierda sube por una escalera de mano.
Tras subir verás a otro demonio gigante y varios arqueros en una plaza. Ni se te ocurra comenzar un combate aquí; entra corriendo, gira a la izquierda y activa la Gracia. Como tienes aquí mismo el punto de reaparición, puedes arriesgarte y conseguir unas runas matando al demonio. En cualquier caso, siguiendo de frente desde la Gracia puedes subir por una pequeña raíz y entrar por el agujero.
Estás en el interior del Árbol Hierático. Como puedes ver, puedes bajar por las raíces y meterte de lleno en ese lago de líquido putrefacto. Es imposible evitar la putrefacción roja, aunque tienes la suerte de que el camino es corto y pronto estarás a salvo. Baja por las raíces, cruza el charco rodando (aquí no puedes correr) y no hagas caso a los enemigos; cúrate sin parar para lidiar con la enfermedad y entra por la única puerta hacia el interior que hay en la zona. Baja las escaleras de mano y estarás en una habitación inundada. Activa la Gracia para curar la putrefacción y continúa por el único camino posible.
Una vez más, en cuanto veas el exterior gira a la izquierda y déjate caer sobre las raíces. Y desde ellas, a una columna que te permitirá descender hasta un salón interior. Hay algunos enemigos de esos que parecen saltamontes blanquecinos que lanzan hechizos. Los mates o no, tírate al centro de la sala y entra por la puerta que hay al fondo. Ahora sí, prepárate para una de las peleas más difíciles de Elden Ring.
Jefe Final | Malenia, Espada de Miquella
No tienes nada más que hacer aquí. Así que ya va siendo hora de que vuelvas a Leyndell, Capital de la Ceniza y conozcas en persona a Godfrey, ¿verdad?