Guía Elden Ring
Señor de la Llama Frenética en Elden Ring: cómo conseguir el final secreto
Este final alternativo te obliga a recorrer el Subsuelo de los Marginados de Leyndell y desnudarte para poder cruzar una misteriosa puerta secreta.
El final Señor de la Llama Frenética de Elden Ring requiere emprender un viaje a través de zonas opcionales. Es un final secreto y bastante difícil de conseguir si no cuentas con la información necesaria. ¿Quieres desbloquearlo? Entonces sigue leyendo, y si tu objetivo es conseguir otro diferente, consulta la guía de finales.
Acceder al Subsuelo de los Marginados
Viaja a la Gracia inicial de Leyndell, Capital Cinérea, y desde aquí camina unos metros en línea recta hasta bajar por una rampa y ver un agujero en el suelo. Tírate con cuidado y entrarás oficialmente en el Subsuelo de los Marginados, donde hay varios enemigos en el pasillo principal y una Gracia en una de las habitaciones. Actívala, porque este será el punto de referencia para guiarte paso a paso.
Desde la Gracia, sal de la habitación y al fondo del pasillo, busca una reja levantada y déjate caer por el hueco. Estarás en un túnel muy oscuro y repleto de babosas y ratas, aunque mueren fácilmente. Entra por el pasillo de la derecha, enciende una antorcha o camina con cuidado para saltar el agujero y continuar hasta el fondo, donde verás un farol en el suelo. Sigue por el único camino posible a su derecha.
Sube y evitar caer por otro agujero. Verás una bifurcación; toma el camino derecho y sigue en línea recta hasta ver una escalera de mano junto a un enemigo de gran tamaño. Tanto si luchas como si prefieres evitarlo, sube por la escalera. Sigue de frente y accederás a una especie de torre circular. Aunque las escaleras parecen descender, pasa de ellas y tírate con cuidado al saliente de la izquierda.
Verás un largo pasillo y una pequeña escalera; baja por ella y mira detrás, ya que debes ir por ahí. Al fondo habrá un enemigo grande que debes evitar para subir por la escalera de mano. Estarás en una sala grande con varias tuberías. Tienes que subir a la más alta del fondo y dejarte caer hasta la cornisa que te mostramos en la siguiente imagen.
Entra, patea la escalera para crear un atajo donde estaba el enemigo anterior y fíjate en esa tubería de abajo: tiene una entrada superior. En este túnel, gira a la derecha nada más entrar, una vez a la izquierda e inmediatamente una más a la izquierda, ahora a la derecha, mata a una rata y de nuevo a la derecha, en este orden. Ahora gira a la derecha una última vez y en el siguiente agujero, déjate caer.
Estarás en una habitación con varios enemigos con forma de tarro y un ascensor. Baja por él y activa la Gracia. Es la hora de luchar contra Mohg… Espera, ¿Mohg? Bueno, es una versión descafeinada de él. Además aquí se hace llamar El Augurio. En fin, a continuación te contamos cómo derrotarlo.
Jefe | Mohg, El Augurio
A diferencia de la batalla “real” contra él, en esta ocasión Mohg es muy débil y ni siquiera es capaz de transformarse. Vamos, que es como luchar contra un jefe más en cualquier mazmorra opcional. En cualquier caso, ten cuidado con sus golpes; bloquéalos con el escudo y ataca sin descanso hasta que caiga. Poco más podemos decirte; si has llegado hasta aquí, este enemigo no te dará problema alguno porque ya sabes lo que es matar al de verdad.
La misteriosa puerta roja
Tras matarlo verás que no hay nada a tu alrededor, aunque en realidad sí que lo hay: dale un golpe a la estatua al fondo de la sala para despejar un camino secreto. Llegarás a una zona en la que tu único objetivo es descender hasta lo más profundo de esta zona. ¿Cómo? Plataformeando como si de Mario se tratase, utilizando las vigas y las lápidas que sobresalen para bajar poco a poco. Ten cuidado porque hay algunos saltos muy ajustados. Cuando lo consigas, el suelo se derrumbará, pero no te pasará nada.
Activa la Gracia y mira bien esa puerta roja. Debes desnudarte para poder abrirla. Sí, no es ninguna broma; si no te lo crees, intenta abrirla con tu armadura puesta. Disfruta de la espectacular escena y sal de la habitación (ya te puedes vestir de nuevo).