ESPECIAL ASCENSO A SEGUNDA

El Sabadell utiliza el lema “tres partidos para un sueño” para afrontar un playoff exprés que espera que sea para el recuerdo. La entidad arlequinada pretende alcanzar el ascenso a Segunda División y recuperar el terreno perdido en las últimas temporadas. Y es que, al Sabadell, por historial y palmarés, se le puede considerar el tercer club de Cataluña tras Barcelona y Espanyol. Fue fundado en 1903 con Joan Grau como el primer presidente y entre sus grandes logros están un subcampeonato de Copa de España en 1935; un cuarto puesto en Primera División en 1969, que supuso la clasificación para la Copa de Ferias; y la Copa Federación del 2000.

El club catalán ha podido disfrutar de Primera durante 14 temporadas a lo largo de su historia, pero donde más ha logrado sobrevivir ha sido en Segunda. En la categoría de plata del fútbol español ha estado 44 campañas. Tiempos pasados fueron mejores en el Sabadell, aunque se afronta el futuro con optimismo. Pretenden recuperar su estatus y dejar atrás una Segunda B ya excesivamente conocida. La historia más reciente indica que es un club de bronce porque en esta categoría ha estado lidiando en 15 de las últimas 20 temporadas (la 2006-07 incluso la sufrió en Tercera). Para ver su última experiencia en Segunda División toca remontarse hasta el curso 2014-15. Aguantaron cuatro años tras el ascenso de la campaña 2010-11. Por eso este playoff está marcado en rojo porque es una oportunidad idónea para recuperar el terreno perdido.

Tras momentos convulsos y con directivos peculiares (después del descenso en 2015, la entidad estuvo abocada a un concurso de acreedores), el club ha logrado encontrar una estabilidad económica e institucional gracias a la mano del presidente, Esteve Calzada, y esto se está viendo plasmado sobre el terreno de juego. Es cierto que el año pasado se llegó a estar muy cerca de Tercera, en Sabadell tardarán en olvidar la salvación agónica en la última jornada en Olot, pero este curso, el equipo arlequinado ha respondido a las expectativas y se ha convertido en un equipo sólido y que obtiene buenos resultados. Ha finalizado la temporada en tercer lugar, empatado a puntos (49) con el Barcelona B, segundo, tras firmar 14 victorias, siete empates y siete derrotas (38 goles a favor y 25 en contra). Es más, llegaron a ser líderes del Grupo III de Segunda B durante 11 jornadas. La afición no tardó en ilusionarse y engancharse al equipo arlequinado porque los recuerdos y buenos presagios se agolpaban en la Nova Creu Alta. La última vez que el Sabadell fue primero de su grupo en Segunda B fue la campaña 2010-11. Por aquel entonces Lluís Carreras era el entrenador y al final se selló el ascenso (el último) a Segunda A al superar en el playoff al Eibar. “Estamos muy ilusionados con las posibilidades que tenemos este año de subir. Lo vamos a intentar y esperamos dar una alegría enorme a nuestra afición. La motivación es máxima y queremos devolver al club a donde se merece”, confiesa Adri Cuevas.

EXPERIENCIA

El Sabadell, con mayor o peor fortuna, siempre ha tenido objetivos optimistas y este curso ha contado con un presupuesto de cerca de dos millones de euros. Lo que pretende es mirarse en el espejo de aquel equipo que logró el ascenso a Segunda A la 2010-11 y volver a disfrutar del fútbol profesional. Desde que se perdió la categoría en 2015 se han ido dando tumbos, pero ahora parece que el barco está enderezado. El deseo es que 2020 sea un año para el recuerdo a nivel deportivo y para ello deberán mostrarse intratables en el playoff. La temporada regular la despidieron con una derrota ante el Espanyol B (4-2), pero en 2020 sus números no han sido del todo malos: cuatro victorias, dos empates y cuatro derrotas. Solo deben afrontar tres partidos más y ganarlos. Pese al susto del curso pasado, en el que se logró salvar la categoría en la última jornada ante el Olot, el club arlequinado apostó por no hacer una excesiva revolución en la plantilla y mantuvo a muchos jugadores. El técnico arlequinado, Antonio Hidalgo, logró obtener un buen rendimiento del grupo en el final del curso, mantuvo su confianza intacta y sigue recogiendo los frutos. Futbolistas como Óscar Rubio, Josu Ozkoiki, Ángel Martínez, Pedro Capó, Adri Cuevas y Edgar Hernández son los claros ejemplos de que, con continuidad y confianza, llegan los resultados.

Se mantuvo la base del equipo y, además, la entidad tuvo la oportunidad de repescar para este año a dos jugadores que se les puede considerar de ‘la vieja guardia’: el portero Ian Mackay y el extremo Manu Lanzarote. Ambos disfrutaron de la Segunda División con el Sabadell y ahora quieren ser claves en el ascenso. Precisamente Mackay es un especialista en los playoff y su experiencia sería vital. Ha disputado cuatro, tres con el Racing de Ferrol y uno con la Ponferradina, con el que subió la temporada 2009-10. Va a por su segundo ascenso. En el caso de Lanzarote, se espera mucho de su zurda y podría ser su último servicio en el Sabadell. Ha ido contando con minutos a lo largo del curso y, si los problemas físicos, le dan tregua será capital en el esquema de Hidalgo.

Desde el Sabadell, el trabajo para mantener y confeccionar la plantilla actual ha sido encomiable y cuenta con jugadores con experiencia en Segunda y Primera y seguro que no se arrugarán cuando lleguen los momentos cruciales en el playoff. Sin duda, el más experimentado y de ahí que luzca el brazalete de capitán es Ángel Martínez. Jugó en Primera con el Espanyol y en Segunda con Rayo y Girona. Quienes también pudieron disfrutar de Primera son Manu Lanzarote, con el Espanyol, y el central Jesús Olmo. Este último lo hizo con el Barcelona y es que Frank Rijkaard le hizo debutar en 2006. Eso sí, su mayor experiencia es en Segunda al lucir las camisetas de Racing de Ferrol, Elche, Sabadell y Reus. Ascender a Segunda es el gran objetivo y hay cinco futbolistas arlequinados a los que no les seria nuevo pisar esa categoría: Aleix Coch (Nàstic), Gregor Sierra (Numancia), Óscar Rubio (Lleida, Nàstic, Elche y Alavés), Edgar Hernández (Sabadell y Reus) y Jurgi Oteo (Bilbao Athletic).

Todo barco necesita un buen capitán y, sin duda, el Sabadell puede estar tranquilo. Antonio Hidalgo es el entrenador de un grupo comprometido y le ha logrado dotar de la competitividad y sacrificio que demostraba cuando era jugador. Además, tiene un gran escudero: Juvenal Edjogo es su segundo. Hidalgo llegó al Sabadell a finales de la campaña pasada tras desvincularse del AEK Larnaka chipriota. El técnico acudió a la llamada de auxilio de la entidad arlequinada, que tenía un pie y medio en Tercera. Y logró salvarlo. Tan solo tenía siete partidos para obrar el milagro y lo hizo al firmar cuatro victorias y tres derrotas.

Su currículum como entrenador no es excesivamente extenso, pero ha demostrado su valía. En el AEK Larnaka ejerció en la parcela técnica durante tres años y también hizo tareas de segundo entrenador. Coincidió con Imanol Idiakez y Andoni Iraola. Pero antes de poner rumbo a Chipre dirigió en algunos partidos al Granollers en Tercera. Ahora disfruta del banquillo en el Sabadell y la afición está contenta con él. Además, tiene una espina clavada y quiere quitársela. Fue jugador arlequinado durante tres temporadas, de 2013 a 2015 (jugó 117 partidos), y vivió, siendo capitán, el descenso a Segunda B. Por eso ahora, como entrenador, trata de devolverlo a la categoría de plata del fútbol español.

Es un técnico que ha impuesto su idea con un sistema táctico de tres centrales y dos carrileros profundos y la experiencia que adquirió como jugador le ayuda a lidiar y aconsejar a una plantilla que cree en él. Como futbolista, Hidalgo, se formó en el Barça y después, además de ladel Sabadell, lució las camisetas de Tenerife, Albacete, Málaga, Zaragoza y Osasuna entre Primera y Segunda. Su último equipo fue el Cornellà, pero una lesión le hizo colgar las botas y pasar al banquillo.

HIDALGO: "ESTAMOS A TRES PASOS DE LOGRAR UN OBJETIVO MARAVILLOSO"

¿Cómo está viendo a su equipo? ¿Con ganas de playoff?

Estoy muy contento con los jugadores. Tras el difícil confinamiento y los entrenamientos telemáticos, se han recuperado rápido las buenas sensaciones. Lo importante es tener un buen nivel físico y mental y vamos por el buen camino. Tenemos muchas ganas de competir y seguro que saldrá bien.

¿Qué le parece su rival en el primer partido del playoff, el Atlético B?

Tiene un muy buen equipo, mucha calidad. Son gente muy joven que hará que sea complicado. Es un filial y tienen interiorizado la idea de su entrenador. Será un partido muy difícil, pero creo que estará igualado.

Usted llegó la temporada pasada y salvó al Sabadell del descenso a Tercera. Este curso, playoff…

Ha sido una temporada excelente. Creo que se ha rendido a un nivel muy bueno y todos estamos muy orgullosos. Ahora estamos a tres pasos de alcanzar un objetivo que sería maravilloso. Todos queremos volver al fútbol profesional y para eso luchamos.

¿Cree que les beneficia o les perjudica el hecho de que las eliminatorias de playoff sean a partido único?

El margen de error es pequeñísimo, pero todos los equipos estaremos en la misma situación. Así que no creo que beneficie ni perjudique a nadie. La clave estará en no perder la concentración en ningún momento porque un detalle te puede dejar fuera.

¿Ha sido difícil volver a arrancar después del parón?

Los jugadores perdieron mucho físico, pero lo cierto es que volvieron mejor de lo que esperábamos. Después no será fácil el tema mental porque competir te retroalimenta y hasta el primer partido de playoff no se jugará un partido real. Son cosas que habrá que solventar, pero no hay que tener excusas porque todos los equipos, aunque unos hayan empezado a entrenar antes, estaremos igual.

¿Cuál es la clave de este Sabadell?

Creo que somos un equipo bastante reconocible y tenemos las ideas tácticas muy claras. Sabemos que para subir tendremos que estar a un nivel altísimo, pero esta temporada han salido muy bien las cosas, hemos estado casi toda la Liga arriba, y queremos demostrar que podemos subir.

Usted vivió el descenso del Sabadell como jugador. Ahora es el entrenador. ¿Quiere quitarse esa espina devolviendo al club a Segunda?

Esa espina siempre la voy a tener porque fue duro, pero cuando me salió la oportunidad de entrenar al Sabadell no dudé porque siento que le debo algo. Mi vuelta estuvo muy motivada por ese sentimiento y desde que llegué creo que se están haciendo bien las cosas y ojalá lo podamos lograr. Sería bonito volver al fútbol profesional y lo vamos a intentar.

¿Qué opina de la reestructuración de la Segunda B?

Se hablan muchas cosas, pero aún no está del todo claro. Pero creo que pasar de 80 a más de 100 equipos lo hará todo más complicado y no creo que beneficie a nadie. Además, habrá que ver cómo se convencen a los inversores de los clubes para seguir apostando por una categoría con tantos equipos.

¿Y cómo vería hacer una Liga de filiales?

Es un debate que tiene mucho recorrido, pero creo que, si los filiales compiten en una Liga normal, los chavales tienen más posibilidades de coger experiencia y estar preparados para dar el salto al primer equipo. En Inglaterra, por ejemplo, les gustaría que los filiales compitieran con otros equipos que no fueran filiales.

¿Qué mensaje quiere lanzar a la afición del Sabadell?

Es una pena que no puedan estar con nosotros en Málaga porque son días emocionantes y que esperas durante todo el año. Aun así, trataremos de hacerles disfrutar y seguro que notaremos su apoyo. El club lo está haciendo genial para que sintamos que tenemos cerca a la afición y nos encantaría darles una alegría inmensa.