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Elden Ring

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Guía completa

Guía Elden Ring: cómo encontrar y matar a Morgott, Rey de los Augurios

Seguimos con el recorrido principal de Elden Ring. En esta parte alcanzamos la Meseta Altus, accedemos a Leyndell y nos enfrentamos al temible Morgott.

Guía Elden Ring: cómo encontrar y matar a Morgott, Rey de los Augurios

El objetivo inicial que tienes marcado en tu agenda es llegar a la Meseta Altus, tierras de Leyndell, la Capital. Para ello, debes ir al extremo norte de la región de Liurnia y localizar una especie de aldea minera que se construye sobre la montaña y te bloquea el paso. El lugar en cuestión se llama Despeñarruinas y en el siguiente mapa puedes ver su ubicación exacta.

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Despeñarruinas

Como puedes observar, el diseño de esta zona te obliga a usar las múltiples escaleras de mano que hay repartidas por la estructura para ascender al punto más alto posible. Mientras subes, cuidado con algunos enemigos, y también al cruzar los puentes de madera, ya que no queremos sufrir una caída desde tan alto. En cualquier caso, al cabo de usar varias escaleras verás una Gracia junto a una cueva. Debes entrar, porque es una mina que hay que cruzar para continuar escalando la montaña.

La mina está repleta de esos molestos enemigos que portan un martillo y resisten bastantes golpes, así que tú decides si usar el sigilo para eliminar a los que te cortan el paso… o correr hasta lo más profundo de la mina, lugar en el que se encuentra el ascensor que estás buscando, ya que te servirá para volver al exterior de la montaña y encontrar otra Gracia.

En esta sección debes tener cuidado con los murciélagos (los que cantan son más duros de lo normal). Cuando llegues a una bifurcación en la que puedes ir a izquierda o derecha, toma el camino de la izquierda hasta ver unas nuevas escaleras que te permitirán ascender hasta una especie de campamento custodiado por más murciélagos. A su lado hay un nuevo ascensor que te hará subir hasta una Gracia junto a otra cueva. Prepárate, porque ha llegado el momento de luchar contra un jefe.

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Jefe | Dragón de Magma Makar

Sí, es un dragón, aunque a nosotros siempre nos ha parecido más bien un lagarto gigante. Y es capaz de escupir fuego, como ya habías imaginado. A pesar de todo: no te asustes, porque es duro, pero recuerda que tienes una Gracia justo antes del combate y es cuestión de tiempo que aprendas a memorizar sus movimientos.

¿Has luchado contra otros dragones en Dark Souls? En ese caso ya sabes cuál es la mejor manera de encarar la pelea: luchando cerca de su cuerpo, hasta el punto de colocarte junto a su vientre. Hacemos esto porque, al igual que todos los demás dragones, si nos alejamos demasiado le daremos el motivo perfecto para preparar una llamarada capaz de matarnos fácilmente desde lejos (si la hace, trata de correr a un lado de la sala a toda velocidad). Matarlo no solo era la llave para avanzar; también es la manera de conseguir la Espada de Escamas de Dragón de Magma.

Además, al estar tan cerca de su cuerpo, cualquier golpe que lances le hará daño, sin importar el lugar en el que impacte; piernas, vientre, brazos, ¿qué más da? La cuestión es acabar con él. Si lo ves levantar sus manos, lo mejor que puedes hacer es mantenerte pegado a él y alzar el escudo, ya que es posible bloquear sus golpes. También puedes esperar al momento exacto para esquivar rodando, pero creemos que es más seguro defendernos. En algún momento tratará de alejarse de ti para embestirte y dejar un rastro de fuego. Puedes optar por bloquear la embestida y apartarte de las llamas, aunque en este caso es más fácil rodar a un lado y buscar rápidamente su espalda para volver a golpearle.

Meseta Altus

Nada más acabar con el jefe, activa la Gracia, sube por el ascensor y en cuanto alcances la superficie verás otra Gracia. Enhorabuena, ya has llegado a la Meseta Altus, la región en la que se encuentra Leyndell, la Capital. Es una zona enorme, con enemigos duros que campan a sus anchas por el mundo y en la que puedes recoger materiales, cazar animales o explorar en busca de mazmorras. En cualquier caso, tu objetivo consta de dos pasos. En la siguiente imagen te los marcamos.

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  • 1. Acércate a esa enorme estructura; es la entrada que te permite traspasar las murallas de Leyndell, aunque aún no puedes acceder a la ciudad.
  • 2. Ve al punto 2 del mapa, porque allí encontrarás la puerta por la que acceder a la ciudad. El problema es que está custodiada por un jefe realmente difícil.

Jefe | Centinela Agreste Draconiano

Leyndell, la Capital

¡Por fin! Estás dentro de la ciudad y las buenas noticias nunca vienen solas, porque tienes una Gracia nada más entrar que te servirá de punto de viaje rápido a toda esta zona. Es un lugar enorme, en el que te verás las caras con decenas de enemigos en cada rincón y también encontrarás muchos objetos. Recuerda que aunque logres encontrar al jefe final y acabes con él, por el momento podrás usar el viaje rápido y explorar la ciudad tantas veces como desees.

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En cualquier caso, hay una manera que facilita saber la dirección que debes tomar: explorar visualmente el escenario en busca de raíces gigantes como la que te mostramos en la  imagen de arriba. En cuanto localices una y te subas a ella, estarás en el camino correcto. Mientras las recorres verás un enorme coliseo a la derecha; no vayas, porque no hay nada interesante allí en estos momentos. En su lugar, alcanza el extremo de la raíz hasta pasar por encima de un puente en el que hay una gárgola gigante junto a varios enemigos con turbantes. Sinceramente, no te recomendamos luchar ahora mismo, ya que la recompensa no es nada especial y podría darte más problemas este enemigo, que el propio jefe.

Déjate caer por la raíz, tal y como si hubieses cruzado el puente y pasado sin alertar a la gárgola, y accede al interior del edificio que hay al otro extremo. Se avecina el momento de plantar cara a Morgott, Rey de los Augurios, pero no sin antes activar la Gracia… ¡Y luchar contra un jefe previo!

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Jefe | Godfrey, Primer Señor del Círculo

Tranquilo: no es Godfrey. O, mejor dicho, no es él de verdad, sino un fantasma de sí mismo. Por suerte para ti, esta versión menor del enigmático personaje apenas tiene dos o tres movimientos y enseguida conseguirás conocer los detalles sobre sus ataques. Básicamente, su golpe principal consiste en aplastarte con su enorme hacha. Ten cuidado porque abarca mucha distancia; puedes bloquear con tu escudo, aunque también es buena idea rodar hacia su cuerpo cuando él lance su ataque.

En algunos momentos de la pelea, Godfrey será capaz de provocar terremotos gracias a su poderoso pisotón. Este golpe tiene daño de área, ya que toda la zona de suelo en la que veas piedras levantadas te harán daño. En cualquier caso, es mucho peor ser víctima del propio pisotón, que del seísmo en sí. Céntrate en actuar como si fuese un ataque físico; aprovecha que antes de hacerlo, él levanta su pierna para estar preparado y rodar a un lado en el momento del pisotón. Por lo demás, por suerte Godfrey no tiene demasiada salud.

Tras derrotarlo, activa la Gracia como siempre y contempla la habitación: una raíz cruza la zona superior y te permite acceder a los balcones. Súbete a ella, sal al exterior y ve hacia el pequeño puente que lleva a ese edificio redondo. Es la Alcoba de la Reina, hay una Gracia y unos metros después, escaleras arriba, te espera quien ya sabes…

Jefe Final | Morgott, Rey de los Augurios

Disfruta de las escenas, porque son muy reveladoras y observa lo que te rodea. No puedes acceder al árbol, pero sí activar una Gracia que te servirá para volver aquí en el futuro. Aparecerá Melina y te entregará el Medallón de Rold, un objeto clave necesario para continuar. Ahora mismo no puedes hacer más, así que seguimos con la guía del recorrido principal, en el que debemos poner rumbo a las Tierras Prohibidas, región en la que nos espera la Forja de los Gigantes.