Dark Souls II
Dark Souls II, guía completa - Online
¿Cansado de morir una y otra vez? Si estás perdido y abrumado, y no sabes cómo seguir tu aventura, no desesperes valiente guerrero. En nuestra guía de Dark Souls II encontrarás toda la ayuda que necesitas para sobrevivir a la oscuridad.
Puedes iniciar el juego en modo online u offline, la experiencia de juego cambia sustancialmente. Cuando juegas online, tu partida se cruza con otros jugadores en momentos puntuales, de varias formas:
Fantasmas y marcas desangre
Si juegas online, verás marcas de sangre en el suelo constantemente. Si la tocas puedes ver los últimos segundos de vida de otro jugador, lo que te dará una pista de lo que te espera por delante. Si ves muchas marcas de sangre, alza tu escudo porque se avecinan problemas por delante. En ocasiones, también veras a otros jugadores en forma de fantasmas, lo que también proporciona pistas de lo que te espera. Este vínculo entre mundos es mucho más intenso cerca de las hogueras.
Escribir mensajes
Los mensajes son otra buena forma de conocer lo que te espera por delante. Puedes escribirlos en cualquier momento pulsando el botón “start” y seleccionando la opción “escribir mensaje”. Trata de escribir mensajes en lugares importantes, con información relevante. Si otros jugadores lo encuentran interesante, puntuarán tu mensaje y verás cómo se rellena tu barra de salud. Esto puede salvarte la vida en más de una ocasión, sobretodo luchando contra un jefe.
Siempre que explores una zona desconocida, recuerda leer los mensajes, una pista puede salvarte la vida. Pero recuerda que hay mucho gracioso suelto y los mensajes no tienen por qué decir la verdad. Si ves muchas manchas de sangre al lado de un lugar que pone “tesoro más adelante”, desconfía.
Ayudar a otros jugadores
La forma más fácil de avanzar y subir de nivel en Dark Souls II es ayudando a otros jugadores. Para ello, lo primero que necesitas es la “Saponita blanca”. La puedes conseguir en la Torre del Cardenal, en el Bosque de los Gigantes caídos. Una vez tengas la saponita, equípala en el inventario y escribe una señal en el suelo.
La señal llegará a otros jugadores vivos que estén en la misma zona y tengan una diferencia de 15 niveles contigo. Si un jugador toca esa señal, serás invocado a su partida para ayudarlo durante un tramo del juego (normalmente suele ser matar al jefe de la zona).
De esta manera, puedes tantear al jefe y aprender sus rutinas de ataque. Además de entrenamiento, te servirá para conseguir muchas almas fácilmente y subir rápido de nivel. Lucha varias veces contra él hasta que estés preparado para hacerlo en tu partida, entonces es el momento de invocar a otros.
Es importante que recuerdes que si el invocador muere, regresarás a tu partida, así que tu prioridad debe ser siempre defenderlo, y en algunas ocasiones incluso dar tu vida por él. Si mueres siendo invocado, regresarás a tu mundo sin perder almas. Si el invocador muere, regresarás a tu mundo, pero estarás vivo.
Si consigues completar la tarea, regresarás a tu mundo con las reservas de estus y hechizos llenas. Puedes utilizar esta técnica para aprovisionarte si llegas ante la niebla de un jefe con tus recursos agotados.
Invocar jugadores
Cuando estés listo para enfrentarte al jefe, utiliza una “efigie humana” para volver a la vida y podrás ver las marcas blancas que pongan otros jugadores en tu misma zona. Tócalas para invocar a otro jugador (espera un rato y ten paciencia, porque los servidores son un enemigo más y fallan bastante).
Puedes invocar hasta 2 espíritus aliados. Utilízalos para cruzar una zona explorando tesoros y después desafía al jefe. Sólo el jugador que invoca puede interactuar con el escenario, tanto cruzar nieblas, como abrir cofres o hablar con otros NPC. Los jugadores invocados pueden utilizar la “Piedra de fidelidad” para curar al conjurador.
Intercambiar objetos
Cuando varios jugadores están en la misma partida, pueden intercambiar objetos soltándolos al suelo. Abre el inventario y selecciona la opción “soltar” sobre el objeto que quieres pasar. Ten en cuenta que no todos los objetos se pueden pasar; puedes soltar armas, almas para consumir y algunos consumibles. Pero no puedes pasar hechizos ni objetos importantes.
Invadir y ser invadido
Hay lugares en Drangleic donde los espectros oscuros se dedican a invadir sin piedad a los jugadores incautos que pasan por la zona. Hay varias formas de invadir a otro jugador. La más habitual es hacer un juramento (el equivalente a unirse a un pacto en el anterior Dark Souls).
Cada juramento tiene un objetivo, algunos se dedican a invadir a los jugadores que pasan por ciertos tramos del juego (es el caso de los “Protectores de la campana” o el juramento del “Rey rata”). Otros te permiten enfrentarte en duelos a otros jugadores, como el “Juramento de sangre” o “Los Centinelas azules”.