¿Cansado de morir una y otra vez? Si estás perdido y abrumado, y no sabes cómo seguir tu aventura, no desesperes valiente guerrero. En nuestra guía de Dark Souls II encontrarás toda la ayuda que necesitas para sobrevivir a la oscuridad.
Suele pasar que tienes fijado a un enemigo cuando el verdadero peligro es otro. Para moverte de objetivo en objetivo, mueve el joystick derecho para pasar de uno a otro. Ten en cuenta que puedes cambiar de objetivo en el último momento, es decir, puedes cargar un ataque hacia un objetivo y cambiar en el último momento para dirigirlo hacia otro.
Ten en cuenta que cada tipo de arma tiene sus propios movimientos. Cuando te equipes con un arma nueva, dedica un tiempo a probar todos los ataques. El estilo de combate de cada arma determina cómo puedes enfrentarte a tus enemigos (por ejemplo, si llevas una alabarda no podrás hacer ataques giratorios en un pasillo). Además de los movimientos básicos, también puedes realizar combos que varían con cada tipo de arma. Encontrarás más información sobre los combos en la sección “Controles”. También puedes ver qué hace cada arma en el menú de “equipo”.
Ten en cuenta que tanto el arma que empuñes como la destreza de tu personaje, son dos conceptos que influyen directamente en la facilidad para apuñalar por la espalda.
Ahora bien, la capacidad para moverte con fluidez viene determinada por el peso total de tu equipo. Aumenta el atributo “vigor” para mejorar la capacidad de carga. Cuanto mayor sea el peso de tu equipo, más tiempo tardará en rellenarse la barra de energía.
Si estás equipado con un escudo en la mano izquierda, agarrarás éste con las dos manos y resistirás mucho mejor los impactos. También podrás atacar, aunque no es recomendable debido a la lentitud del movimiento. Si llevas dos armas parecidas en cada mano (por ejemplo, una espada larga y una corta), entrar en este modo te permite golpear con ambas armas a la vez utilizando los controles de la mano izquierda.