El Barça sale con el 13 en Europa
Luz verde. La UEFA, por recomendación de los inspectores Leuba y Trunz, ha decidido seguir mirando desde la distancia el ‘Caso Negreira’. El Barça, pues, podrá hacer valer su condición de campeón de Liga la próxima temporada en Europa. Es el gran desafío de Xavi, que ha batido casi un récord negativo con cuatro batacazos en dos temporadas. Él no considera el primero, pero lo cierto es que una vez pasada la destitución de Koeman y la transición de Sergi, que había conseguido un triunfo clave en Kiev, sólo necesitaba ganar al Benfica para estar en octavos. Pero empató (0-0) y luego fue triturado en Múnich. “Esta es nuestra realidad y me jode”, dijo aquella fría noche todavía de semipandemia (el partido se jugó a puerta cerrada en el Allianz). Y añadió un “es lo que hay” que sonaba muy familiar. Luego vino la mancha blanca sobre el Camp Nou del partido del Eintracht. La temporada pasada, la excusa fue que se había competido, pero el Barça se pegó otro costalazo en la fase de grupos contra el Bayern y el Inter. El cuarto fiasco fue en Old Trafford, este en Europa League.
Caída. El Barça todavía es el noveno en el ranking UEFA según el coeficiente de las últimas cinco temporadas, pero cuando empiece el curso 2023-24 desaparecerán los 30.000 puntos que acumuló por llegar a las semifinales de la temporada 2018-19 y estará en el puesto 13 por debajo de City, Bayern, Madrid, Chelsea, Liverpool, PSG, United, Inter, Juventus, Leipzig, Roma y Sevilla, y con el mismo coeficiente que el Dortmund y sólo 2.000 más que el Villarreal. Y no puede decirse que los 50.000 puntos que le separan del City sean casualidad. De las sonadas noches negras que siguieron a su último título en Berlín, ha pasado a naufragar en la fase de grupos.
Proyecto. Las perspectivas, sin embargo, no parecen las mejores. Los fichajes de Gündogan e Iñigo Martínez no son suficientes para disipar ciertas dudas sobre el resto de composición de la plantilla, para la que suenan jugadores de un perfil menor (Fresneda y Oriol Romeu). De Vitor Roque se hablan maravillas, pero tal vez no llegue en verano. Tampoco lo harán Zubimendi ni Kimmich. Laporta, enfadado porque Xavi los haya puesto sobre la mesa, los descartó de un plumazo y también le dio un rodeo a la renovación del técnico. Xavi y Laporta, como en los viejos tiempos en Can Barça, utilizan a sus afines para lanzar su mensaje a través de los medios dentro de una tensa cortesía. Tal vez el futuro del Barça en Europa dé más pistas sobre la relación entre ambos.