En el Etihad se informó del final de una era: el Madrid derrotó, y en varios momentos pareció en condiciones de destruir al Manchester City.
El equipo compareció sin energía ni ideas ante un Atlético sin alardes y salió de su atonía en el segundo tiempo.
Hay un axioma: la cantera del Real Madrid genera futbolistas fiables, de gran personalidad y ambición. Gonzalo quiere oportunidades. Donde las encuentre, las aprovechará. Será un jugador de larga trayectoria.
El corolario es bien triste. A más invasión tecnológica y, por tanto, más arbitraje, más confusión y perplejidad en el fútbol. Cuanto peor para el fútbol, mejor para esta casta y su industria.
El Real Madrid despachó al Brest con tres goles, cifra que explica la capacidad ofensiva del equipo que dirige Ancelotti.
El giro del francés ha sido radical en los dos últimos meses. Ya no importa su punto de partida, soluciona las jugadas con pasmosa facilidad.
Ancelotti da por sentado que el Madrid no tiene problemas ofensivos, pero debe mejorar en defensa
Esta temporada está siendo un ejemplo de la aversión que tiene este Real Madrid a la derrota.
Ante el Celta, el Madrid logró cinco goles, pero el ambiente manifestó que la herida de la Supercopa sigue abierta: Tchouameni fue abucheado y Ancelotti escuchó silbidos de una hinchada que le aprecia
Del partido quedará el recuerdo de la exhibición del Barcelona, que no se intimida por la mística madridista.
Madrid y Barcelona juegan la final de la Supercopa, que suele producir una amplia gama de efectos colaterales
En Mestalla, el resultado se ajustó a los méritos. Modric y Brahim quisieron ganar a toda costa y lo lograron...
Todo indica que el italiano comienza a redondear el equipo, a la espera de los meses que decidirán los grandes títulos
El partido con el Rayo se relacionó más con las noches europeas que con el recorrido en la Liga. Rodrygo ofreció sus mejores momentos de una temporada sufrida.
El Madrid procuró que la responsabilidad de su ataque correspondiera a Mbappé, Bellingham y Vinicius. Cumplieron con nota.
El jugador inglés respondió en Girona con la entereza de costumbre. Marcó el primer gol y allanó el camino a la victoria hasta que fue sustituido.
Las bajas no explican el desastroso desempeño del equipo en el primer tiempo y la escasez de ideas en el segundo.
No han pasado dos meses del 0-4 que le infligió el Barça en el Santiago Bernabéu, pero ya tiene el liderato a tiro de piedra.
El delantero francés trasladó en Anfield una imagen de jugador penitente, tristón y dubitativo.
Mbappé marca goles, pero está pesaroso. No termina de encontrar su golpe de pedal. Sin Vinicius ocupará su lugar predilecto, la zona izquierda del ataque, sin competencia. Es un momento crítico para el Madrid, pero ideal para el delantero francés.
España se ha erigido en el mejor equipo del momento después de completar un trayecto infernal frente a los rivales más prestigiosos de Europa.
Contra Osasuna, en las circunstancias más adversas y en un periodo de crisis en los resultados, el Madrid recuperó las señas de identidad perdidas. Fue un caso de máximo compromiso por urgente necesidad.
Se fue Kroos y se le recuerda con una nostalgia enfermiza. Con razón, por lo que parece. Es curiosa la importancia que ha adquirido el jugador alemán en el ánimo de la gente y en el juicio que merece su ausencia.
El Clásico produjo lecturas extremas: acreditó la rápida ascensión del Barça y reiteró las dudas del Madrid. Suele ser un partido sin zonas grises.
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