El Madrid ha incorporado la autoridad de sus éxitos para llenarse de optimismo y disuadir a los adversarios.
Esta vez se comprobó el estado de necesidad; el Cádiz no se resignó y le dio más que un partido al Madrid.
El Madrid se tomó el encuentro contra el Levante como una celebración de su triunfal temporada, el mejor momento para dar rienda suelta a las mejores habilidades de sus jugadores, pero sin caer en folklores innecesarios.
El equipo de Ancelotti jugó un partido de preparación, un veraniego en primavera, a tres semanas de la final.
Cuando el Madrid repite tantas veces su triple salto mortal y sale vivo, es inútil apelar al amparo de la fortuna.
Ancelotti recogió un elenco más que conocido, con un alto promedio de edad y unos cuantos jóvenes, y ha acabado ganando la Liga con cuatro jornadas de adelanto.
Es probable que la nueva norma que anula la ventaja de los goles en campo contrario empiece a operar en las eliminatorias finales de la Copa de Europa.
El joven brasileño se ha revitalizado, autor de goles trascendentales y con toda la pinta de sentirse liberado. Benzema, ante Osasuna, quería marcar a toda costa, es un desafío.
Es una pena que el segundo tiempo del Real Madrid y la estupenda primera parte del Sevilla fueron menos noticiosas que el descalabro del arbitraje.
El Madrid se libró de cuerdas, cadenas y candados para reaparecer en un partido que se dirigía a la catástrofe.
El Madrid descolgó una fecha más del calendario, sin el menor problema... A estas alturas de la competición, los blancos economizan en la Liga y se exprimen en Europa.
En la primera parte el Madrid fue una tormenta de juego, goles y oportunidades que destrozó al Chelsea. Benzema se elevó y se dio un homenaje ante el campeón.
El de Vigo no fue el mejor de los partidos, pero sí la mejor de las victorias. El Madrid enfilará la recta final del campeonato sin la inquietud que le produjo la derrota con el Barça.
La Selección juega bien, está cada vez más firme, da impresión de grupo compacto, creciente, convencido de unas cualidades que estaban bajo sospecha hace un año.
Atrás quedan los días de las goleadas fáciles. La globalización estrecha los resultados. En Cornellà fue una victoria por la mínima contra Albania.
El Clásico del fútbol español acentúa los rasgos. Impresionó tanto la regresión del Real Madrid como la brillantez del Barça. El shock blanco fue parecido al del PSG hace dos semanas.
En Son Moix, Vinicius recorrió 125 metros memorables. Consagró todo lo que se le pide a una jugada perfecta. Esa belleza no aparecerá en los 'highlights', pero ocurrió y manifestó a un Vinicius en todo su esplendor.
Al PSG, un producto de nuevo cuño, le desbordan el dinero y las prisas. Hay algo artificial en su diseño.
Sus centrocampistas no concedieron espacio ni respiro a la línea de mediocampistas de la Real Sociedad.
Decide una brillante conexión Benzema-Vinicius-Benzema. Vallecas requiere una mejora del césped. Ninguno lo sufre como el Rayo.
El Real Madrid es líder porque es el mejor equipo en España y el que se encuentra más cómodo en la competición. Rara vez se le exige una velocidad diferente.
Las portadas, los análisis, todo lo que sucedió en París se identificó con la figura de Mbappé. No podía ser de otra forma por su fenomenal actuación.
El Real Madrid jugó su mejor medio partido del curso contra el Villarreal, pero el empate confirma el descenso de goles.
El central brasileño no siente los efectos de los viajes transatlánticos ni el cansancio del calendario y se erige en una pieza maestra del Real Madrid.
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