La marcha de menos del fútbol español

Los últimos enfrentamientos de equipos españoles en Europa nos han dejado un balance global algo negativo. Durante casi dos décadas, muchos equipos de LaLiga se organizaron alrededor del balón y cosecharon éxitos a través de ello. Los centrocampistas tenían un gran protagonismo y mucho peso en el plan de juego y en su buena gestión con el balón, tanto para defender como para atacar. ¿Qué puede estar pasando ahora? Mentalidad, conceptos técnico-tácticos y condición física son, en mi opinión, la base para analizar los comportamientos en nuestro deporte. La mentalidad es, de todos ellos, el que creo que tiene más margen de mejora y lo trataremos otro día, así que me centraré en los dos siguientes.

Respecto a los aspectos técnico-tácticos, ha irrumpido una herramienta indispensable que cambia muchos parámetros del juego: el vídeo. El conocimiento pormenorizado del rival y sus regularidades obligará a mejorar la toma de decisiones del jugador por si solo porque, esperemos, no acabar convirtiéndonos en fútbol americano y estar yendo al banquillo para consultar cada lance del juego, como ya hacemos con el VAR.

Óscar Melendo.Gorka Leiza

Pero, sin duda, la mejora más grande ha venido en el aspecto condicional. Hoy en día es raro ver a jugadores que no estén perfectamente esculpidos. Las mejoras nutricionales y las innovaciones tecnológicas han dado un gran salto en la última década. Es aquí, también, donde considero que hemos dado un pasito atrás en nuestro Espanyol debido, quizás, a dónde hemos puesto el foco en la captación. El aspecto condicional no significa solo ser más alto y corpulento. El ritmo de juego ha aumentado mucho en el alto nivel y componentes como la velocidad, por ejemplo, no son trabajables sino genéticos. Se tiene o no se tiene -aunque puedes trabajar aspectos relacionados como la velocidad de reacción o la gestual.

Sin embargo, también es cierto que, si por puro físico fuese, los equipos africanos hubiesen dominado el fútbol mundial, como hace años se esperaba, pero es en la toma de decisiones del jugador donde suele radicar la diferencia entre lo bueno y lo excelente. Así pues, los estilos se hicieron para ser contrarrestados e imponer otros nuevos que, a su vez, también evolucionarán y serán combatidos por otros. En el resto de Europa, quizás, se dieron cuenta que para hacer frente a este -no sé si bien llamado- “tiqui-taca”, pasaba por la mejora física de jugadores que abarcaran más terreno para apretarte la salida de balón, por ejemplo, en lugar de ser solo espectadores a merced del rival; sin embargo, a su vez, supieron complementarse con una mejora de su trato de balón y saber que, una vez robas, tienes que hacer daño al rival porque suele ser la mejor forma de defender. La búsqueda de la excelencia te lleva a tener que mejorar en todos los apartados y la mejora de la mentalidad puede ser el futuro.

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