Courtois, otra vez decisivo

El Madrid pasó a la final, pero el Valencia puede sentir la satisfacción del deber cumplido. Si bien en LaLiga lleva paso vacilante, ayer le jugó de tú a tú al Madrid y si se queda fuera lo debe a dos penaltis fallados en la tanda, no a haber sido inferior al rival. Mamardashvili también es un gran portero, un acierto tremendo del Valencia que lo trajo para reforzar el filial y encontró por 800.000 euros la solución para el marco titular, pero lo de Courtois es especial: para e impone, su sola presencia intimida. Eso pesó en la tanda de penaltis, resuelta en última instancia por él, si bien antes encaminada por el buen pie de Benzema, Modric, Kroos y Asensio.

No fue un gran partido, hay que decirlo. Tuvo un cierto aire de amistoso de pretemporada, con marcas poco apretadas, juego racheado y no tanto que ver como hubiéramos esperado, aunque mejoró en la prórroga. Por parte del Madrid nos faltó más de Vinicius, el hombre por el que Ancelotti canaliza el ataque. Ayer acertó menos que otras veces pese a la colaboración próxima de Benzema, que va para arriba; ayer empezó en modo ‘Balón de Oro’, aunque luego el partido se le hizo largo. En la media apareció Camavinga, que no termina de despegar y fue sustituido en el descanso, con una tarjeta a la que pudo añadir una segunda.

Gattuso colocó esta vez su Valencia en 4-4-2 y la mayoría estuvieron en buen tono. Y lo dejaron todo, como se pudo comprobar por la abundancia de calambres y molestias musculares. Con todo, llevó el partido hasta la prórroga y los penaltis, donde le salió cruz como ya le ocurriera en al final de Copa ante el Betis, que esta noche se enfrentará al Barça para romper la final de los grandes que tanta gente desea. El que más, Xavi, que ayer fue muy claro al confesar que el equipo empieza a tener prisa por levantar un trofeo. No se trata aún de aquellas “urgencias históricas” que dijo en su día Menotti con acierto lingüístico, pero la incomodidad ya existe.

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