Señores, el paraguas ha volado

Una temporada más la angustia es la fiel e inseparable compañera del Deportivo. Un año más, las dudas rodean al equipo por sus pobres resultados y escaso juego. El vendaval este curso ha llegado más pronto que otras campañas y Tino enseñó la puerta de salida a Pepe Mel tras nueve partidos de LaLiga. Fue el martes pasado y el equipo ya ha tenido tiempo de sufrir un indigesto 1-4 en Copa en el debut de Cristóbal. El primer asalto enseñó cosas, como el orgullo con diez en el segundo tiempo. Pero también un Tyton a un nivel difícil de explicar; una imperdonable expulsión de Juanfran; errores de principiante de Sidnei; o un Bruno Gama desaparecido tras una oportunidad después de un largo ostracismo. Y eso que había un nuevo técnico al que convencer para hacerse un hueco en los futuros onces.

Es cierto que un mal día en la oficina, dos e incluso tres, los tiene cualquiera, pero el interminable trasiego de entrenadores comienza a señalar ya a los jugadores. Ha llegado su hora, el momento de demostrar su compromiso y el salto de calidad del que todos hablamos pero nadie vemos. El paraguas del técnico, Mel en este caso, ya ha volado y no hay otra que dar un paso adelante. Además, la filosofía Cristóbal va exigir mucha presión, concentración e intensidad, y ahí es muy complicado esconderse entre la multitud. El empate del Eibar evitará caer hoy en descenso pase lo que pase en el Gran Canaria, pero otros, como Getafe y Girona, espabilan y no hay mucho margen para siestas. Despertar a tiempo puede cambiar el guión. El Depor lo merece; la afición lo merece; y la plantilla lo necesita.