007: The World is not enough
The World is not enough - Misión 8 - Masquerade
Antes de que la moda por los agentes secretos y los simuladores de espionaje se elevara como la espuma y dejara huella entre los millones de usuarios consoleros, había un hombre solitario enfrentado a toda una corporación de conspiradores, el único que prefería antes una trozo de trapo bañado en éter para adormecer a traición a todos los guardias merodeadores de una zona, que disparar como un descosido ayudado por una AR-90 semiautomática con ráfagas de 15 balas entre descarga.
Misión 8> Masquerade
En contra de mi voluntad, me dirigí al desértico país de Kazakhstan. Mi nombre, en esta ocasión, era Arkhov, Michael Arkhov. Asi que el tipo que me hablaba en realidad lo hacia con otra persona. me dijo que fuera a hablar con un coronel que por ahí pululaba, así que, desde el punto de partida, avancé unos metros hasta verle vestido de color cetrino tocando un camión verde. Le enseñé mis documentos de paso, y él, me indicó que cerca había una doctora que me enseñaría el camino hacia la entrada. Dándome la vuelta, y poniendo la vista directamente al sol, seguí caminando hasta pasar un par de tiendas, y enseñarle mis permisos a tan atractiva señorita. Acto seguido, fuí corriendo al ascensor situado en el edificio gris que ahí ahabía, esperé a Jones para bajar, y hablar un poco sobre mi buen acento inglés.
Ya bajo tierra, corrí hacia al final del pasillo, donde una enorme compuerta esperaba ser abierta por el panel de control blanco que había en la pared. Dentro de ella, ví a un científico que andaba por la derecha, así que siuiéndole, llegué a una salita algo más grande, con otro panel similar al anterior, al que pulsándolo conseguí dar con Renard, sin embargo, ahí mismo se inició una batalla campal entre sus secuaces y los guardias de seguridad (A).