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007: The World is not enough

007: The World is not enough

The World is not enough

Antes de que la moda por los agentes secretos y los simuladores de espionaje se elevara como la espuma y dejara huella entre los millones de usuarios consoleros, había un hombre solitario enfrentado a toda una corporación de conspiradores, el único que prefería antes una trozo de trapo bañado en éter para adormecer a traición a todos los guardias merodeadores de una zona, que disparar como un descosido ayudado por una AR-90 semiautomática con ráfagas de 15 balas entre descarga.

A partir de este instante me esperaba una odisea campo a través, sorteando alarmas, refugios y francotiradores. Justo después de la sanguinaria escena anterior, había uans rocas con hasta 4 guardias en la parte superior disparando contra mi, a los que usando la Magnum puede noquear fácilmente. El camino a seguir era sencillo, ya que tan solo debía dirigirme hasta la saciedad por la derecha, debido a que si me desviaba podría ir a parar a ríos, pinedas y demás sitios ilocalizables por cualquier humano. Me dí cuenta que cerca de los esbirros de Renard que me disparaban desde la gran piedra, había un paso a nivel con otra radio-alarma, a la que tuve que eliminar. Avancé sin detenerme hasta llegar muy pronto a un puente, al que atravesando, me esperaban 3 hombres custodiando un camión. Solo tuve que dejarlos fuera de combate, y colarme en la carga de la máquina de 18 ruedas.

El vehículo me llevo por unos páramos más oscuros si cabe, y una vez pasados una pequeña aduana, llegamos a la torre de control de la pista de aterrizaje, a la que puede acceder dirigiéndome hacia el fondo y eliminando a dos guardias. Procuré no armas destrozos con los inocentes que ahí albergaban, así que tan solo eliminé a un guardia en el piso superior, y persuadí al que llevaba todo el tema de los aterrizajes apuntándolo en la cabeza (C). Volviendo a las escaleras que acababa de ascender, oí como las hélices del avión empezaban a rugir para mi. Salí del edificio y avancé por la pista de aterrizaje hasta llegar a un peqeuño muro con un granero enorme a su lado. Dentro, había dos pares de guardias y 3 camiones aparcados. Buscando por el "parking" encontré la bolsa de deportes que em hacía falta para sobornar al piloto del avión (E), y posteriomente, fui con la velocidad que me caracteriza y vestido de licenciado en aviación al vehículo estacionado enfrente de mi situación actual. Le enseñé la identificación, y pude subir sin el menor problema (F)(G).