CENTENARIO DE LA SELECCIÓN

El Mundial de 1950 se celebra en Brasil, lo que supone que España jugará por primera vez fuera de Europa. En su segunda cita mundialista, la Selección supera con mucho esfuerzo una primera fase recordada por el mítico gol de Zarra ante Inglaterra. En la segunda fase, los españoles empatan contra Uruguay, posteriormente campeón, y pierde ante Brasil y Suecia. Estos resultados la dejan en la cuarta posición, que será el mejor puesto de España durante 60 años. En el siguiente Mundial, la suerte da la espalda a la Selección. Juega tres partidos de clasificación contra Turquía, ganando el primero, perdiendo el segundo y empatando el tercero. Los resultados hacen que la clasificación deba resolverse con sorteo. Un niño llamado Franco Gemma extrae de un ánfora el papel con el nombre del afortunado: Turquía. En 1959, España inicia el camino hacia su primera Eurocopa, que se celebrará en 1960. Sin embargo, cuestiones políticas le privarán de ese sueño.

Poco antes del Mundial de Brasil, en 1950, la Selección no había jugado aún fuera de Europa. Se estrena en el campeonato ante Estados Unidos, un rival menor, pero que hace sufrir. España tira de épica para remontar en el tramo final.

El Mundial de 1950 será el segundo en el que participe España y reúne unas características que lo hacen especial. Lo organiza Brasil, así que el torneo propicia la primera salida de Europa para la Selección. El cargado calendario de clubes, con la Copa en su fase decisiva, hace que Eizaguirre empezase a preparar el Mundial con futbolistas eliminados, y con ellos se va en mayo a México para jugar dos amistosos no oficiales (ganaron 3-1 el primero, 0-0 el segundo). Es una Selección ‘B’, pero algunos jugadores (Ramallets, Juncosa, César...) se ganan un sitio para ir a Brasil.

Y en el país sudamericano la Selección se estrena contra Estados Unidos. España se ve favorita ante un equipo “de gigantes”, porque muchos miden más de 1’80, que juegan al 'soccer', no al fútbol, y van de derrotados. Los analistas internacionales también hablan muy bien de España, pero el debut en el Mundial tiene susto, y es por eso la gran reacción final.

España empieza nerviosa y desorientada, y en el minuto 17 le cae un jarro de agua fría: Souza aprovecha un rechace de Eizaguirre (será suplido por Ramallets para el siguiente partido) para marcar. Hasta la segunda parte la Selección no se entona, con Puchades e Igoa tirando del carro. Las ocasiones llegan, pero los delanteros están especialmente fallones con un balón cada vez más deformado. Y en diez minutos el desastre torna en euforia. En el minuto 81, Igoa empata a pase de Gaínza; a los dos minutos, Basora marca el 2-1 y, en el minuto 89, Zarra sentencia asistido por Igoa. “La clásica furia salvó a España de la derrota”, resume la prensa. Superado el susto, la Selección sigue llamada a desempeñar un gran papel.

• España: I. Eizaguirre; Alonso, Antúnez, Gonzalvo II; Gonzalvo III, Puchades; Basora, Hernández, Zarra, Igoa, Gainza, (Entrenador: G. Eizaguirre).
• EEUU: Borghi; Maca, Colombo, Keough; Mc Ilvenny, Bahr; Craddock, Souza, Gaetjens, Pariani, Wolanin, (Entrenador: Jeffrey).
• Árbitro. Mario Vianna, de Brasil.

Este es el segundo gol de España ante Estados Unidos. Basora bate a Borghi para adelantar a la Selección en el marcador. Hasta entonces, los jugadores americanos habían aguantado bien los ataques españoles tras adelantarse al comienzo del encuentro.

La selección de Inglaterra acude por primera vez en su historia a un Campeonato del Mundo. Brasil 1950 acoge este debut, pero no es nada afortunado. Quien sí resulta brillante es Zarra, que marca un gol para la posteridad.

Aparece de la nada para quedar inmortalizado en la eternidad del fútbol español. Telmo Zarra (“La mejor cabeza de Europa después de Churchill”, así le definen) se aprovecha de un error en el despeje de un zaguero inglés, Hughes, engañado por Igoa, tras un balón tocado por Gaínza para batir al meta Bert Williams. ¡Goooooool! grita Matías Prats. Sus palabras retumban en todas las casas españolas que siguen el partido a través de las radios (la leyenda sitúa en ocho millones de oyentes los que escucharon dicha retransmisión). Los jugadores se abrazan. Ramallets gesticula con los puños apretados. España se adelanta en el marcador y así finalizarán los 90 minutos de juego. Españoles e ingleses se habían enfrentado dos veces previamente, en sendos encuentros amistosos. El balance, equilibrado, mostraba una victoria para cada selección. Pero un encuentro en un Mundial es diferente. Los 'pross' vienen de perder con Estados Unidos. Quizá por eso empiezan el encuentro achuchando la meta de un sobrio Ramallets, y ven cómo se les anula un gol por fuera de juego. El resto de la primera parte es de dominio alterno. Los ataques se suceden velozmente, pero todos son conscientes de la importancia del partido. Tras el gol, la segunda mitad es un quiero y no puedo para los ingleses. Panizo incluso estrella un balón en el larguero. Así se llega al final. “Cuando marqué el gol, no lo celebré de ninguna manera especial. Saqué el balón de la portería y de un patadón lo mandé al centro del campo”. Palabra de Zarra.

• España: Ramallets; Alonso, Parra, Gonzalvo II; Gonzalvo III, Puchades; Basora, Igoa, Zarra, Panizo, Gaínza, (Entrenador: Eizaguirre)
• Inglaterra: Williams; Ramsey, Hughes, Eckersley; Wright, Dickinson; Matthews, Mortensen, Milburn, Baily, Finney, (Entrenador: Winterbottom)
• Árbitro. Giovanni Galeati, italiano. Anuló un gol a Milburn (24’) al estar en fuera de juego.

Telmo Zarra se adelanta al portero inglés Williams y, con su pierna derecha, marca el único tanto del partido. Es uno de los goles más importantes que ha conseguido la Selección española a lo largo de sus 100 años de historia.

Tras disputarse tres partidos entre España y Turquía, tiene que ser un joven chaval quien decida qué selección estará presente en el Campeonato del Mundo de Suiza 1954 sacando un papel de un ánfora.

Tras el Mundial de Brasil 1950, donde España termina cuarta, se prevé un fácil camino para poder disputar el de 1954, a celebrar en Suiza. El sorteo, siendo cabeza de serie, nos empareja con Turquía, que a priori no tiene que ser problemática para la Selección.

El primer partido acaba muy bien para los intereses españoles: se gana 4-1. La vuelta se celebra el 14 de marzo y todo sale mal: derrota por la mínima, 1-0, en un campo seco y pelado. Como entonces no se contaban los goles, sino las victorias y los empates, se tiene que jugar un encuentro de desempate el 17 de marzo en Roma, zona neutral. Ese día, el Olímpico está expectante. Ambas selecciones están en sus respectivos vestuarios, cuando llega Ottorino Barassi, miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, con un telegrama en el que se avisa de la situación irregular de Kubala. Fugado de Hungría, juega en el Barcelona y en la Selección sin el tránsfer FIFA. El Artículo 21 del Reglamento estipula que un jugador que cambia de país no puede representar a su nuevo país hasta que se haya “naturalizado” y viva en él tres años. Kubala no cumple esos requisitos y se decide que no juegue. Probablemente, la FIFA atienda las quejas de Hungría que, según algunos, ha amenazado con no ir al Mundial.

El partido termina 2-2, con dos goles anulados a los españoles, así que se procede a un sorteo: se introducen dos papeles con los nombres de España y Turquía en un ánfora. El presidente de la Federación, Sancho Dávila, pone una cruz junto al nombre de España. Se escoge a un niño, Franco Gemma, que está allí. Le vendan los ojos, mete la mano y saca uno. Barassi lo abre, lee y grita: ¡Turchia!

• Turquía: Turgay (Sukru 91’); Rivdan, Cetin, Basri; Mustafa, Rober; Coskun, Suat, Feridun, Burhan y Lefter. (Entrenador: Sandro Puppo)
• España: Carmelo; Segarra, Biosca, Campanal II; Gonzalvo III, Puchades; Arteche, Venancio, Escudero, Pasieguito y Gaínza. (Entrenador: Luis Iribarren)
• Árbitro. Giorgio Bernardi (italiano).

Ante la mirada de casi una decena de personas, el niño Franco Gemma, con los ojos tapados, remueve las dos papeletas antes de sacar la definitiva.

Alfredo Di Stéfano y Luis Suárez, dos de los jugadores más carismáticos del fútbol nacional en la década de los 50, debutan con la Selección el mismo día provocando un alud de optimismo entre los aficionados españoles.

Con una delantera formada por Miguel, Kubala, Gento, Di Stéfano y Luis Suárez, España era favorita para ganar el Mundial que disputará en 1958 en Suecia. Pero antes, hay que superar la fase de clasificación, donde está encuadrada con Suiza y Escocia.

Se escoge a Holanda como uno de los rivales para la preparación, pues su juego se asemeja al de los helvéticos. Los grandes alicientes son los debuts de Alfredo Di Stéfano, ídolo en el Real Madrid, y Luis Suárez, figura emergente en España. El primero debuta como internacional con 30 años, tras adquirir la nacionalidad española y residir más de tres años en nuestro país. El segundo lo hace con apenas 21 años. También se estrenan el seleccionador, Manuel Meana, y el sevillista Valero. Pese a la delantera que alinea Meana, el primero en anotar es Garay a los 10 minutos con un disparo lejano que sorprende al portero De Munck. Pero el vendaval se desata en la segunda mitad: cada ataque español lleva peligro a la portería rival. Kubala y Di Stéfano cierran la goleada: el primero, tras regatear a tres holandeses con el cuerpo antes de batir la meta rival. El segundo marca tres tantos, siendo el primero y el último de cabeza. Bosselaar, de penalti, anota para los tulipanes. Sin embargo, y pese al resultado, las críticas son duras: “Ganamos, pero la Selección no fue un equipo”, reprocha la afición. Una frase que, meses después, se traducirá en fracaso durante la fase clasificatoria para el Mundial. Superarla parecía una misión fácil, pero no. En el primer partido, contra Suiza en el Bernabéu el 10 de marzo, Meana se equivocó con sus decisiones y el duelo acabó con un decepcionante empate a dos. Ahí comenzó el desastre.

• España: Ramallets; Orúe, Campanal II, Valero; Maguregui, Garay; Miguel, Kubala, Di Stéfano, Luis Suárez, Gento, (Entrenador: Meana)
• Holanda: De Munck; Wiersma, Van der Hart, Kuys; Notermans, Klaassens; Angenent, Bosselaar, Wilkes, Van der Linden, Moulijn (89’ Van der Gijp). (Entrenador: Donnefield)
• Árbitro. R. J. Leafe, inglés.

Luis Suárez y Alfredo Di Stéfano debutan ante Holanda. Dos jugadores que marcarán una época con carreras registradas en los libros de oro del fútbol español.

El delantero del Barcelona marca su único triplete con la Selección española en el estadio del eterno rival. España se impone a Turquía (3-0) y venga la eliminación para el Mundial de 1954 tras el sorteo perdido contra el conjunto otomano.

Después del empate contra Suiza en marzo, España no supo frenar la agresividad escocesa, cayendo derrotada el 8 de mayo por 4-2 en el Hampden Park. Los españoles ganaron los siguientes partidos ante Escocia y Suiza, pero fue en vano, pues Escocia no falló frente a los suizos. La Selección pasó de ser la favorita para alzarse con el Mundial a ni siquiera jugarlo. Hubo otra oportunidad cuando los países asiáticos renunciaron a enfrentarse a Israel y la FIFA celebró un sorteo para ver quién se jugaba el pase con los hebreos, pero el premio fue para Gales.

La decepción solo se podía olvidar con fútbol. Así, la selección dirigida por Meana afronta este amistoso contra Turquía como si de un partido oficial se tratase. Hay que reponerse y volver al buen camino. La eliminación para el Mundial de 1954 tras el sorteo ganado por los turcos también es agua pasada.

En los primeros quince minutos, España plasma su superioridad técnica. Los turcos apenas inquietan, mientras que las llegadas españolas al área rival son constantes. La estrategia queda rápidamente definida: Turquía encerrada en su campo, con la única esperanza de encontrar premio en un contragolpe. Con ese panorama, Kubala se viste de héroe y sus individualidades decantan el encuentro. El delantero culé consigue su primer y único hat-trick con la Selección en el Bernabéu, estadio de su eterno rival. Marca el primer tanto con un fuerte zurdazo; el segundo, al transformar una pena máxima cometida sobre Gento; y el tercero, con un potente cabezazo. Kubala se quita así la espina de no haber podido jugar contra los turcos en la clasificación para el Mundial 1954 al no cumplir los requisitos de la FIFA.

• España: Ramallets; Quincoces II, Garay, Segarra; Santisteban, Zárraga; Miguel, Kubala, Di Stéfano, Rial (46’ Suárez), Gento, (Entrenador: Meana)
• Turquía: Turgay; Ali, Naci, Basri; Mustafa, Ahmet; Hilmi (46’ Isfendiyar), Mehmet Ali (46’Suat), Metin, Kadri, Lefter, (Entrenador: Zekelli)
• Árbitro. Francisco Guerra, portugués.

Ladislao Kubala logra el segundo tanto de la Selección española, que además es también el segundo en su cuenta particular. Lo hace de penalti, con su pierna derecha. Turgay, portero y capitán turco, no puede hacer nada ante el lanzamiento.

La Selección española debuta en esta competición contra Polonia. El torneo lo disputan 17 equipos, con fases previas a doble partido hasta las semifinales. Luis Suárez y Di Stéfano, con dos goles cada uno, dan un recital en suelo polaco.

El 4 de mayo de 1959 se disputa el primer partido de una Eurocopa (República de Irlanda-Checoslovaquia). El torneo se llama Copa Henri Delaunay, en honor al fallecido secretario francés de la UEFA, principal impulsor del campeonato. España se estrena en octavos ante Polonia, en suelo polaco. Los de Helenio Herrera tienen un comienzo intenso, pero pronto el control pasa a Polonia. Solo las buenas paradas de Ramallets y la seriedad defensiva de Garay impiden el gol polaco en la primera media hora. Pero en el minuto 34, el guardameta no puede hacer nada ante el cañonazo cruzado de Pol. 1-0. Un enfadado Di Stéfano coge entonces los mandos del encuentro y en el 41’ Suárez empata. Solo dos minutos más tarde, Di Stéfano culmina la remontada. En la segunda parte, Suárez y Di Stéfano vuelven a marcar y sentencian el partido. El público polaco aplaude el recital español. “Concierto a cargo del director Di Stéfano y su orquesta. El fútbol en versión española es poesía”, escribirá un diario polaco al día siguiente. En el partido de vuelta en el Bernabéu, el marcador se cerrará con un 3-0.

La URSS será el rival de cuartos. Los partidos quedarán concertados para el 29 de mayo en Moscú y el 9 de junio en Madrid. Pero el régimen español se negará a que los soviéticos pisen España. Lanzará así a la UEFA una triple propuesta: jugar los dos partidos en Moscú, jugar la ida en Moscú y la vuelta en terreno neutral y repartir la taquilla, o jugar los dos partidos en campo neutral. La UEFA rechazará las tres propuestas y decretará la expulsión de España, así como la clasificación de la URSS para la siguiente fase. Curiosamente, los soviéticos acabarán alzando el título.

• Polonia: Stefaniszyn; Szczepanski, Korynt, Wozniak; Strzykalski, Zientara; Pol, Brychczy, Hachorek, Liberda, Baszkiewicz, (Entrenador: Kroug)
• España: Ramallets; Olivella, Garay, Gracia; Segarra, Gensana; Tejada, Mateos, Di Stéfano, Suárez, Gento, (Entrenador: Herrera)
• Árbitro. Arthur E. Ellis, inglés.

España también derrotó a Polonia en el Santiago Bernabéu. Di Stéfano intenta cabecear. España dio un recital en suelo polaco, y lo complementó con la victoria en el partido de vuelta en el Bernabéu por 3-0. Esta victoria supuso la clasificación de España para la Fase Final de la Eurocopa de 1960, primera edición del prestigioso torneo.

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Los partidos clave de España de los años 20'
Los partidos clave de España de los años 30' y 40'
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Los partidos clave de España en la década de 2000 (Parte 1)
Los partidos clave de España en la década de 2000 (Parte 2)
Los partidos clave de España en la década de 2010 (Parte 1)
Los partidos clave de España en la década de 2010 (Parte 2)