España no disputa el primer Mundial, pero cuatro años después, en 1934, debuta a lo grande ganando a Brasil; luego, la Guerra Civil y la II Guerra Mundial paralizan la actividad.
Los problemas económicos y de distancias geográficas (la travesía entre el viejo y el nuevo continente duraba casi un mes) impidieron a España estar en el Mundial de Uruguay 1930. No falla en la edición siguiente. Hace su debut mundialista en Italia 1934, ante Brasil, con una contundente victoria por 1-3. En cuartos, los anfitriones, con el permiso del árbitro, muestran una dureza desmedida para tratar de igualar la superioridad táctica de su rival. Los españoles resisten titánicamente y empatan, pero se quedan sin siete de sus jugadores, que caen lesionados y no pueden estar en el encuentro de desempate, donde Italia se impone 1-0. Con el estallido de la Guerra Civil, ya no se jugarán más torneos oficiales durante los años 30 y 40. El primer encuentro después del conflicto bélico es un amistoso disputado en San Mamés, el 16 de marzo de 1941, ante Portugal. El duelo se salda con un imponente triunfo español por 5-1.
- 21/05/1933
- Amistoso
- Estadio: Chamartín. 22.000 espectadores.
13 goles a Bulgaria en el estreno del gallego 'Chacho', que marcó seis
España disputa su último partido de 1933 ante Bulgaria. Nadie imagina que ese encuentro pasará a los anales de la historia al conseguir la Selección su mayor goleada hasta el momento. Pero lo que debe ser alegría se convierte en crítica...
El día amanece lluvioso, y una torrencial lluvia de goles es lo que se encuentran los espectadores que se dan cita en Chamartín para presenciar el encuentro amistoso entre la Selección española y Bulgaria, que apenas cuenta con una serie de resultados de escasa brillantez. Por su parte, los hombres de José María Mateos cierran 1933 con la vista puesta en el año siguiente, con la intención de acudir a la cita mundialista en Italia. Pero poco duran los rivales del Este europeo. 'Chacho', Eduardo González Valiño, delantero gallego del Deportivo de La Coruña y que debuta con la elástica nacional, tarda poco más de diez minutos en conseguir sus dos primeros goles. No se quedará ahí. Logrará cuatro goles más para terminar con seis tantos en su cuenta particular. Elícegui (3), Regueiro (2), Bosch y Mishtalov, en propia meta, coronan la mayor goleada de la Selección en toda su historia. Incluso a Elícegui le anulan otro tanto por fuera de juego. Los búlgaros se quedan con un hombre menos a los diez minutos de comenzar la segunda parte: Efremov lanza el balón a la cara del colegiado luso Santos Palinhas. Estos, además, alegan para tal abultada derrota que nunca han jugado en un terreno tan encharcado y que se han olvidado los tacos apropiados. De nada les sirve. Ni a ellos ni a los españoles, que son muy criticados por no jugar así ante rivales poderosos (Inglaterra, Italia, Francia y Yugoslavia) en encuentros anteriores. Incluso Mateos, el seleccionador, es relevado en el cargo por Amadeo García Salazar.
- España: Zamora; Ciriaco, Quincoces; Cilaurren, Gamborena, Marculeta; Prat, L. Regueiro, Elícegui, Chacho, Bosch, (Entrenador: Mateos).
- Bulgaria: Dermonski (41’ Maznikov); Mokanov, Mishtalov; Georgiev (20’ Rafailov), Baikushev (46’ Gabrovski), Efremov; Staikov, Angelov, Lozanov, Peshev , Panchev, (Entrenador: Grozdanov).
- Árbitro. S. Palinhas. Luso.
El atacante español 'Chacho', con camiseta blanca a la derecha y en primer término, se dispone a celebrar uno de los seis tantos que le marcó a la selección de Bulgaria en Chamartín. Este partido es la mayor goleada de la Selección en toda su historia.
Lángara marca cinco de los nueve goles a Portugal
Por criterio de proximidad, la Selección se juega ir al Mundial con los vecinos lusos. Chamartín se llena para el partido de ida y sobre el césped no hay color: 9-0. El delantero del Oviedo se sale, marca cinco goles, y aún hará otros dos en Lisboa.
España se juega el billete al Mundial de Italia con Portugal, a quien de nueve partidos ha ganado ocho y empatado uno. El seleccionador es el doctor vitoriano Amadeo García de Salazar y para preparar el duelo toma una decisión innovadora: concentrar a sus jugadores en El Escorial.
Para el partido de ida, el estadio de Chamartín se llena (récord de la época: 170.000 pesetas de recaudación) y la afición, que no las tiene todas consigo, disfruta. España pasa por encima de su rival. A los tres minutos marca 'Chacho' y, antes del cuarto de hora, la Selección ya gana 3-0. El entrenador luso se da cuenta de que su portero no está a la altura y, alegando una lesión, pide permiso para sustituirlo. Portugal, extrañada por el terreno de hierba, es un desastre. “Ha vestido de verde, ha sido verde de juego, le han puesto verde los contrarios y le pondríamos verde nosotros si gustáramos de ensañarnos. En lo único que no han estado verdes es en las artes del juego sucio y violento”, resume la crónica del Mundo Deportivo de ese día. Tras el descanso, Lángara marca al minuto; Regueiro abre su cuenta y, luego, tres goles en tres minutos. Lángara cierra la goleada. El del Oviedo, ariete voraz, marca cinco, pero puede hacer ocho o nueve y batir el récord de 'Chacho', que había anotado seis en el anterior partido (13-0 a Bulgaria). Con todo, los mayores elogios se los lleva Gorostiza, extremo del Athletic. Aun así, aquel estupendo 9-0 no asegura nada, pues toca ganar o empatar en Lisboa para ir al Mundial. Caer, aunque fuese por uno, abocaría a España a un desempate en Vigo. Pero en Lumiar tampoco habrá sorpresa: 1-2, con doblete de… Lángara.
- España: Zamora; Zabalo, Quincocesa; Cilaurren, Marculeta, Fedea; Vantolrá, Regueiro, Lángara, Chacho, Gorostiza, (Entrenador: Gª Salazar).
- Portugal: Dos Reis (16’ Amaro); Martins, Juradoa; Nova (46’ Serrano), Augusto Silva (35’ Pereira), Pintoa; Mourao, Valdemar, Mesquita, Pinga, Domingo Lopes, (Entrenador: Dos Reis).
- Árbitro. Van Praag, belga, por enfermedad de su compatriota Langenus.
'Chacho', tapado por la mano del meta portugués, acaba de marcar el primer gol del partido ante Portugal. A la izquierda se ve a Lángara, el ariete del Oviedo que logrará cinco tantos en una tarde en la que la Selección se muestra terriblemente letal de cara a la meta rival.
Triunfo ante Brasil en el primer partido mundialista de España
Tras superar a Portugal en la fase de clasificación, la Selección española se clasifica para disputar su primer Mundial de Fútbol. La cita es en Italia, y su primer rival, Brasil, elegida cabeza de serie por la FIFA.
Zamora; Ciriaco, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Marculeta; Lafuente, Iraragorri, Lángara, Lecue y Gorostiza. Ese es el once que Amadeo García de Salazar, seleccionador de España, alinea el 27 de mayo de 1934 en el estadio Luigi Ferraris de Génova. Allí, con los jugadores anteriormente citados, disputa la Selección española su primer partido en un Mundial de Fútbol. El rival es Brasil, que tiene en Waldemar y en Leónidas a sus mejores hombres, y ha sido elegida cabeza de serie por la FIFA. El estadio genovés presenta un aspecto inmejorable: 30.000 espectadores se dan cita con el deseo de un triunfo brasileño. Se sabe que quien gane este encuentro se enfrentará a Italia. Los brasileños apenas son conocidos, mientras que españoles e italianos ya se han visto las caras una decena de veces y se teme a la 'Furia Rossa' (la Furia Española).
Pero no hay color. En una primera parte excelsa, los españoles se imponen 3-0, con tantos de Iraragorri, de penalti, y dos de Lángara. Acorta distancias Brasil por medio de Leónidas, que acierta a rematar una jugada en la que Zamora ha despejado dos veces el esférico. Aún tendrán los brasileños una ocasión de reducir diferencias, al disponer Waldemar de un penalti, pero Zamora se luce con un despeje impresionante para asegurar el triunfo español. Finalizado el encuentro, y cuando los jugadores se dirigen a los vestuarios, Waldemar agrede a Cilaurren. Comienza una batalla campal entre ambos equipos, apaciguada por Zamora. ¿Quién si no iba a detenerla? Y sí, los italianos se verán las caras con la 'Furia Rossa'.
- Brasil: Pedrosa; Silvio, Luz; Tinoco, Martim, Canalli; Luizinho, Waldemar, Armandinho, Leónidas, Patesko, (Entrenador: A. Pimenta).
- España: Zamora; Ciriaco, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Marculeta; Lafuente, Iraragorri, Lángara, Lecue, Gorostiza, (Entrenador: Gª Salazar).
- Árbitro. Alfred Birlem, alemán.
La Selección española arranca de manera notable su participación mundialista ganando a Brasil. Este es el segundo gol español, obra de Lángara. El ariete, que militaba en las filas del Oviedo, aún marcaría un tercer tanto, segundo en su cuenta personal.
Una épica España es eliminada por la mala labor de dos árbitros
La Selección se enfrenta a Italia en cuartos. Tras empatar, hay que jugar un encuentro de desempate. Los colegiados favorecen a los anfitriones en ambos partidos.
Italia espera a España en los cuartos del Mundial de 1934, disputado en su país, con gran respeto. El equipo de Salazar viene de derrotar a Brasil (3-1) en octavos, tiene jugadores de nivel y es respetado en el continente. Tanto temor tienen los italianos que el partido se convierte en una batalla. El colegiado belga Louis Baert deja claro pronto que los anfitriones tienen licencia para todo. La 'azzurra' utiliza todo tipo de artimañas para frenar a los españoles: patadas, puñetazos, agarrones... Todo está permitido por el árbitro. Es la única manera de igualar fuerzas y poder compensar la superioridad técnica de la Selección. A pesar de ello, Luis Regueiro culmina con un gol en el minuto 30 la primera mitad fabulosa de España, que queda empañada por el tanto del empate en el minuto 44. Ferrari remata a gol un centro sin mucho peligro porque Schiavio agarra descaradamente a Zamora. El encuentro termina 1-1 tras una prórroga y el parte médico es escandaloso: siete jugadores españoles lesionados que no podrán jugar el partido de desempate del día siguiente. La peor parte se la lleva Zamora: tiene dos costillas rotas.
- Italia: Combi; Monzeglio, Allemandi; Pizziolo, Monti, Castellazzi; Guaita, Meazza, Schiavio, G. Ferrari, Orsi, (Entrenador: Pozzo).
- España: Zamora; Ciríaco, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Fede; Lafuente, Iraragorri, Lángara, Luis Regueiro, Gorostiza, (Entrenador: Gª salazar).
- Árbitro. L. Baert, belga.
Este remate de Meazza es protestado por los jugadores de la Selección española, que consideran que el atacante italiano ha cometido falta sobre Nogués. Sin embargo, el colegiado autorizará el tanto. Será el único que se marque.
El partido de desempate estará de nuevo marcado por la polémica. Los españoles reclamarán falta sobre Nogués en el gol de Meazza y el colegiado suizo, Mercet, anulará dos goles legales a Regueiro y Quincoces. España será eliminada, pero caerá con la cabeza bien alta. Tanto que serán condecorados por el presidente de la República Española, Niceto Alcalá-Zamora.
- Italia: Combo; Monzeglio, Allemandi; Ferraris IV, Monti, Bertolini; Guaita, Meazza, Borel II, Demaria, Orsi, (Entrenador: Pozzo).
- España: Nogués; Zabalo, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Lecue; Vantolrá, Luis Regueiro, Campanal, Chacho, Bosch, (Entrenador: Gª salazar).
- Árbitro. R. Mercet, suizo.
La ausencia de Ricardo Zamora en el encuentro de desempate ante Italia será bien cubierta por Nogués, que debutaba con la Selección.
La victoria ante Alemania en Colonia prestigia a la Selección
En 1935 se produce el primer partido entre España y Alemania, que atrae el interés de toda Europa. Lángara, con dos goles, remontará el tanto inicial germano. La prensa continental llenará de elogios al equipo por un triunfo de altura.
Alemania recibe a España en el mejor momento de su historia: tercera en el Mundial de 1934, llega al envite tras ocho triunfos seguidos. En nuestro país ilusiona mucho este amistoso, pero existe cierto pesimismo por los últimos resultados: triunfo (2-0) sobre Francia que parece poca cosa y un empate (3-3) en Portugal con sabor a fracaso y con incidente posterior: tras el partido, varios jugadores se fueron a un cabaret lisboeta y terminaron en una trifulca. Casuco acabó detenido y Salazar, el seleccionador, le castigó sin viajar a tierras germanas. Todos dan como favoritos a los teutones. Con todo, la expectación es tremenda. El estadio de Colonia se amplía para la ocasión (el aforo pasa de 55.000 a 73.000 personas) y se registra un lleno hasta la bandera: hay más de 240.000 peticiones de entradas e incluso se contratan trenes especiales desde Bélgica, Holanda, Austria, Luxemburgo, Italia, Francia...
Y resulta un partidazo. Exigente desde el principio para España. A los dos minutos, Quincoces y Lecue chocan y tienen que ser sustituidos por Areso y Pedro Regueiro. Recuperados del golpe volverán a entrar al campo. A los 11 minutos marca Conen, aprovechando un rechace. El examen se complica, pero la Selección responde. A la media hora de juego, empata Lángara, tras un centro extraordinario de Vantolrá, y siete minutos después, el propio Lángara anota el segundo gol tirándose a por un balón suelto. Así acabará el encuentro. La afición local termina ovacionando a España y la prensa europea llenará de elogios al equipo nacional, en especial a Quincoces.
- Alemania: Buchloh; Janes, Busch; Gramlich, Münzenberg, Bender; Lehner, Hohmann, Conen, Rasselhberg, Fath, (Entrenador: Nerz).
- España: Eizaguirre; Zabalo, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Lecue; Vantolrá, Iraragorri, Lángara, Luis Regueiro, Gorostiza, (Entrenador: Gª Salazar).
- Árbitro. John Langenus, de Bélgica.
Se puede ver las tribunas repletas de público en el amistoso entre españoles y alemanes.Los jugadores de la Selección española saltaron al campo de Colonia capitaneados por Jacinto Quincoces, que atraviesa un pasillo de honor. Es la primera vez que alemanes y españoles se ven las caras en un terreno de juego.
Goleada en el primer encuentro en España tras la Guerra Civil
La Selección disputa su primer partido en suelo español tras la contienda bélica. El escenario elegido es el mítico San Mamés. La afición llena las gradas y el equipo dirigido por Eduardo Teus responde con una goleada ante una floja Portugal.
La Selección española vuelve a disputar un partido como local, acontecimiento que no se produce desde el 23 de febrero de 1936 (contra Alemania en Montjuïc), antes de la Guerra Civil. La afición demuestra las ganas de fútbol que han despertado los años de ausencia. La demanda es tal que hay que contratar trenes especiales desde ciudades como Madrid, Santander, Logroño, San Sebastián o León. Las entradas se agotan y el aspecto que presenta San Mamés es inmejorable.
Se trata del decimocuarto enfrentamiento entre las dos selecciones que conforman la Península Ibérica. España tiene ganas de demostrar su superioridad, ya que dos meses antes, en un amistoso disputado en Lisboa, el encuentro había acabado en tablas (2-2) a pesar del dominio español. El duelo es algo más que un amistoso, ya que la Selección española quiere comprobar el estado de su fútbol tras los años de ausencia a causa de la contienda. El combinado español juega de azul y blanco. Pronto se ve quién teme a quién. El dominio de España es absoluto desde el comienzo. En el minuto 10, Herrerita aprovecha un pase de Gabilondo para batir a Azevedo. La cosa no queda ahí, porque solo siete minutos más tarde, los locales ya ganan 3-0 (tantos de Campanal y Campos). En la segunda mitad, Pinga acorta distancias, pero un doblete final de Epi confirma la abrumadora superioridad del conjunto de Teus. La afición queda satisfecha e ilusionada con esta renovada y joven Selección española.
- España: Trías; Mieza, Oceja; Gabilondo, Rovira, Ipiña; Epi, Herrerita, Campanal, Campos, Gorostiza (46’ Vázquez), (Entrenadores: Teus)
- Portugal: Azevedo; Cardoso, Gilhar; Amaro (46’ Poças), Paciencia, Francisco Ferreira; Espírito Santo, Armando Ferreira, Soeiro (46’ Mourao), Pinga, Cruz, (Entrenadores: Oliveira)
- Árbitro. Peter J. Bauwens, alemán.
De izquierda a derecha posan, Cándido Oliveira, seleccionador portugués, Pedro Escartín, juez de línea, el capitán luso Pinga, el colegiado alemán Bauwens, el capitán español Gorostiza y el juez de línea Vieira da Costa, también luso.
San Lorenzo de Almagro enseña que “El gol es un pase a la red”
“El gol es un pase a la red”. Bajo ese lema aparece a finales de 1946 y comienzos de 1947 el San Lorenzo de Almagro. Jugará diez partidos entre España y Portugal, pero este, tercero de la gira, marcará un antes y un después en el fútbol español.
Primer día del año 1947 y Barcelona va a acoger un encuentro que, pese a ser de carácter amistoso, marcará una profunda huella en el fútbol español. Se miden la Selección española y el San Lorenzo de Almagro argentino. Este club se encuentra enfrascado en una gira por la Península Ibérica, donde va a disputar diez encuentros ante españoles y portugueses. Este partido es el tercero de dicha gira. El equipo trae fama (se acaba de proclamar tiempo atrás campeón en su país natal) y cuenta con una delantera que pasará a la historia: De la Mata, Farro, Pontoni, Martino y Silva. En sus filas aparece un nombre popular, Zubieta, uno de los futbolistas vascos de la selección de Euskadi, que se quedó allí al finalizar la gira de los jugadores vascos.
Al término del mismo, los asistentes (Les Corts se ha llenado) acaban de presenciar toda una exhibición de juego y goles (12). Pero sobre todo de juego: pases cortos y rápidos, exquisitos, basado en el dibujo de la WM, un sistema basado en tres defensas, dos medios, dos interiores y tres atacantes, que se reparten entre dos extremos y un delantero centro. Un tiqui-taca primigenio. Mientras, en España se utiliza el llamado Método: dos defensas, tres medios y cinco atacantes.
El partido es un baño. Pese a adelantarse España en el marcador, los argentinos empiezan a carburar y a marcar goles sin parar. Había llamado mucho la atención una frase que habían comentado: “El gol es un pase a la red”. Y eso es lo que hacen: tocar, tocar y tocar para pasar, pasar y pasar. Como finalización, pases a la red.
- España: Bañón; Älvaro, Curta; Gonzalvo III, Fábregas, Gonzalvo II; Epi, Arza, Lángara, Herrerita (46’ Escolà), Escudero (46’ Bravo), (Entrenador: Coronado)
- San Lorenzo: Blazina; Crespi, Basso; Zubieta, Greco; Colombo, De la Mata, Farro, Pontoni, Martino, Silva, (Entrenador: Omar)
- Árbitro. G. Reader, inglés.
Uno de los goles que el San Lorenzo marca en la portería que defiende Bañón. Los jugadores argentinos no dudan en pasarse continuamente el balón para, de esa manera, ir descolocando a los españoles. El resultado es demoledor, pero dejan en el recuerdo una magistral clase de fútbol.
Basora arrasa a Francia y pasa a ser ‘El monstruo de Colombes’
“En el equipo de España ha destacado poderosamente Basora, que ha tomado el relevo del legendario Epi. Su partido ante Francia entra dentro de lo sublime”. La prensa gala se rinde al juego del catalán, desde este día, ‘El monstruo de Colombes’.
A comienzos de 1949, y a un año vista del Mundial de Brasil, los resultados de la Selección no son muy halagüeños: ha empatado con Bélgica a primeros de año en Barcelona, en marzo ha igualado con Portugal en Lisboa y ha perdido con Italia en Madrid. Así que los amistosos previstos para junio se antojan comprometidos para el futuro cercano del equipo. Ese junio, la Selección se mide a Irlanda en Dublín y a Francia en París. El primero se vence con comodidad (1-4), con una exhibición de Piru Gaínza. Una semana después, el enfrentamiento es ante los franceses. La tarde del 19 de junio, Estanislao Basora se consagra en el Olímpico de Colombes. Él como actor principal, pero lo hacen todos los integrantes de aquel equipo. El extremo, que había debutado con gol ante los irlandeses, marca tres tantos en 12 minutos, finiquitando el encuentro antes de la primera media hora de juego, pero no se harta de servir balones a sus compañeros y de desplegar un juego brillante y dinámico. Gaínza, con dos tantos en la segunda parte, eleva el resultado. Incluso el triunfo pudo ser más elevado si Venancio hubiese transformado un penalti aún en la primera parte. René Vignal, el meta galo, no volverá a jugar con 'Les Bleus' hasta diciembre de 1950. “Jamás me imaginé que triunfaría en el fútbol”, dirá el propio Basora años más tarde. Pero en esta tarde parisina de juego, centros y goles se gana un apodo con el que pasará a la inmortalidad del fútbol español: Estanislao Basora, ‘El monstruo de Colombes’.
- Francia: Vignal; Grillon, Guérin, Mindonnet; Grégoire, Hon; Baillot, Batteux, Baratte, Vaast, Grumellon, (Entrenador: G. Barreau)
- España: I. Eizaguirre; Asensi, Antúnez, Lozano; Gonzalvo III, Puchades; Basora, Venancio, Zarra, Panizo, Gaínza, (Entrenador: G. Eizaguirre)
- Árbitro. Bertolio, italiano.
Estanislao Basora remata de cabeza ante el guardameta francés René Vignal para conseguir uno de los tres tantos que consigue el 6 de junio de 1949 en el parisino estadio Olímpico. Allí se gana para siempre su apodo: ‘El monstruo de Colombes’.
Los partidos clave de España de los años 20'
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Los partidos clave de España en la década de 2000 (Parte 1)
Los partidos clave de España en la década de 2000 (Parte 2)
Los partidos clave de España en la década de 2010 (Parte 1)
Los partidos clave de España en la década de 2010 (Parte 2)