Camacho: "Mi equipo era bueno, pero el mejor fue el que lo ganó todo"
Camacho: "Mi equipo era bueno, pero el mejor fue el que lo ganó todo"

100 años de la Selección Española: los grandes protagonistas (XI)

Camacho: "Mi equipo era bueno, pero el mejor fue el que lo ganó todo"

Internacional ejemplar como jugador y capitán, como seleccionador impuso un estilo de juego ofensivo y ahora se ha convertido en el comentarista por excelencia de la Selección campeona.

La historia moderna de la Selección no se entiende sin la figura de José Antonio Camacho (Cieza, Murcia, 8-6-1955). Han pasado 45 años desde su debut y Sergio Ramos y él son los únicos jugadores de campo que han ostentado el récord de internacionalidades en estos 100 años de historia. Los demás son porteros.

-Su amigo Del Bosque es el único que suma más partidos (132) uniendo sus carreras como futbolista y seleccionador. Usted se queda en 125, 81+44. A los que hay que sumar los encuentros como comentarista de cámara del equipo nacional...

-¡Ah! ¿Los de comentarista también sirven? La más importante es la carrera de jugador. Estás a la expectativa de que te llamen y luego tienes que rendir. Es en la que más disfrutas, la más bonita. Como entrenador eres responsable de todo. Tienes más problemas. Muchos más líos: buscar jugadores, atender todas las facetas propias del cargo. No te da tiempo a disfrutar de nada.

Como jugador

- ¿Se acuerda de la primera vez?

-Perfectamente. Contra Escocia en Valencia. Era a principios de 1975 (5 febrero), hace 45 años y yo tenía 19. Había estado ya en el partido anterior en Glasgow, pero estuve en el banquillo. Ese día jugué de lateral izquierdo pero tenía que marcar al mejor de los suyos… (Cooke). Cuando me convocaron la primera vez estaban en Madrid mi madre y mi tía, que habían venido a verme y se asustaron de ver tantos periodistas esperándome en la puerta de la pensión. En la calle 0'Donnell. Estábamos de compras por la zona de Goya, en el Galerías Preciados de entonces. También me buscaban como locos en el club, el señor Malbo y no me encontraban. Estaba en la puerta un emisario, Angelito. Todo para decirme que iba a ir a la Selección.

-Desde el primer día le encomendaron la misión de secar al mejor del contrario, una constante en su carrera tanto en el Madrid como en la Selección.

-Lo que pasa es que aquellos momentos no tienes tanta responsabilidad. No lo ves como después que ya te das cuenta de que en cada partido tienes un embolado. Además, un año antes, con 18, en el Real Madrid tuve que marcar a Cruyff. Con esa edad puedes con todo y te acostumbras. He llegado a jugar hasta de extremo izquierda porque el mejor jugador de Bulgaria era el lateral derecho (Kostov) y tenía que taparle la banda. Fue un partido con la Olímpica. Nos clasificamos para los Juegos, pero no pude ir porque como ya era internacional absoluto no me dejaron.

"Llegué a jugar de extremo izquierdo para marcar al lateral de Bulgaria que era el bueno del equipo"

Camacho

-¿Cómo que no le dejaron?

-Había una norma que lo impedía. Me jodieron. Tenía mucha ilusión de estar en unas Olimpiadas. Entonces no se conseguían las clasificaciones para estos eventos con la facilidad que se consiguen ahora. Era difícil clasificarse. No era lo normal. Había que aceptarlo. El Madrid también me dijo que era mejor que descansara para la temporada siguiente.

- Disputa dos Mundiales (1982 y 1986) y dos Eurocopas (1984 y 1988). ¿Le saben a poco, verdad?

-Sí, me pierdo por la lesión el Mundial de Argentina 78. Había jugado todos los partidos y todos los minutos de la fase de clasificación. Y el Europeo de Italia del 80. Estuve 20 meses lesionado.

-Con esos dos torneos hubiera llegado a los 100 partidos sin despeinarse.

-Creo que sí. Cuando me lesioné había sido 13 veces internacional y cuando reaparecí, en el 81, en la gira por Sudamérica, en un año hice 12. Se jugaba mucho menos. A partir del Mundial de España se comenzó a jugar un poco más.

-Fue el primer jugador de campo que superó el récord de internacionalidades. Antes siempre había sido un portero: Zamora, Iribar, Arconada…

-Así fue. Estábamos muy igualados Arconada y yo. El capitán era uno u otro porque éramos los que más teníamos. El día que debuté yo con la Selección, Iribar superó el récord de entonces, de Zamora. Yo llegué a los 69 contra Bélgica en el Mundial 86. Uno más que Acornada que se había quedado en 68 con la llegada de Zubizarreta.

Camacho, en el Mundial 86, con el brazalete de capitán.

-Y Andoni es quien se lo quita. Usted tuvo el récord desde siete años. Él hace 82 contra Irlanda en el 93.

-No está nada mal para lo poco que se jugaba.

-Comparte con Sergio Ramos el honor de ser los dos únicos jugadores de campo con más partidos.

-Sergio va a conseguir bastantes más. ¿Cuántos le faltan para ser el récord del mundo? 14. Entonces lo consigue seguro. Dos años más los juega con la gorra. Ahora mismo no hay una competencia feroz entre los centrales del fútbol español como para quitarle del medio porque le ha llegado la hora. Está en gran forma.

-Le llegó a molestar que en la Selección, como pasaba en el Madrid, le mandaran siempre a marcar al mejor del equipo contrario. Era como si solo sirviera para eso.

- Era una manera también de bajar el rendimiento de esos equipos. Boskov me ponía en el centro del campo a marcar y me decía que cuando robara el balón saliera al ataque. Ese tipo de jugadores a los que marcaba no eran muy defensivos y no me seguían. Hasta marqué goles. En la Selección era igual. Era cuestión de cortar el suministro de juego al contrario.

Los entrenadores me decían que mi función era muy importante. En cierta manera desequilibraba al rival. Les ponía nerviosos y podían cometer más errores. También había días en los que tenía libertad para subir por mi banda. Me gustaba jugar más de lateral izquierdo. En el fondo a mí me gustaba atacar y tener libertad. A veces si perdíamos o a quien yo marcaba hacía un gol me sentía responsable de la derrota. Eso me ocurrió sobre todo en la final de la Eurocopa de París (1984). Marqué a Platini, que no la tocó en todo el partido y luego mete un gol de falta, que la pega al suelo. ¡Me cago en la leche! Si no la había tocado. Francia dependía de él, no la ve y luego te mete un churro. Ya me acostumbraba a jugar de todo. Lo que quería es jugar.

-Tuvo tres seleccionadores: Kubala, Santamaría y Muñoz. Tres veteranos de guerra.

-Kubala me llevo con 19 años. Tenía plena confianza en mí. No me quitó nunca y cuando estuve lesionado me llamaba o me venía a ver. Me decía que cuando me recuperara, volvería. Incluso quería que fuera a Argentina 78 como fuera. Por eso me acuerdo tanto de aquel Mundial. El se sentía uno más con los futbolistas. Santamaría conmigo siempre se portó bien. Tenía su confianza. Le tocó lidiar con el Mundial de España. Estaban todas las expectativas puestas y no lo hicimos bien y eso repercute en el seleccionador. Todo el mundo habla, comenta. Hicimos buenas cosas con él. Al final siempre se queda uno con lo más triste. Y está claro que en el Mundial no funcionó.

"Como jugador disfrutaba jugando, como técnico no disfrutas nada, tienes muchos líos"

Camacho

-Ese Mundial tiene un buen libro por muchos años que hayan pasado.

-Hubo cosas diferentes a lo normal. Alrededor del equipo hubo problemillas que se hicieron problemas. Al final lo importante es si la pelota entra o no y entonces no entró. Cuando la gente habla mucho hay cosas que son verdad y otras que no. También tuvimos nuestros problemas internos en la Eurocopa 84, quizás muchos más líos, pero como marcamos el gol aquel a Alemania en el último minuto y llegamos a la final, parecía que habían pasado menos cosas de esas que hablamos. Y en México 86 y estuvimos cerca de llegar a semifinales. Cada vez que había un Mundial o una Eurocopa había líos, sí es verdad.

-A lo peor no ganábamos nunca nada por eso. Porque cada competición importante era un foco de intereses.

-Cuando ganamos la Eurocopa de 2008, todo comenzó porque ganamos una de esas tandas de penaltis que antes solíamos perder. España siempre ha tenido buenas selecciones. Siempre. Faltaba el respaldo de pasar a unas semifinales o final. Cuando pasamos una vez vino todo lo demás. Antes de ese Europeo también hubo sus líos, pero se pasó contra Italia y nadie se acordaba ya. Además de tener buenos equipos la pelotita tiene que entrar.

-El tópico de la pelotita es muy recurrente.

-Pero era verdad. ¿O no? No era normal que nos hubieran tirado tantas veces a penaltis, Estábamos entre los mejores, pero siempre pasaba algo o había una decisión arbitral como en el 2002. Nunca nadie podía decir que el contrario nos pasaba por encima. Nos ganaban por cositas, no porque los rivales fueran mejores. Si acaso en el Mundial de Brasil. En todos los demás, hemos estado ahí y nos pasaba algo raro. En el de Corea y Japón hasta después reconocieron sus errores. Afortunadamente, al final se ha demostrado que España siempre estaba entre los mejores y ha ganado dos Eurocopas y un Mundial.

- Se retira de jugador tras la Eurocopa 88.

-Además de la lesión de la que hablamos antes, tuvo otra de tres o cuatro meses. Reaparecí, me volví a lesionar. Era el momento de irse. Las lesiones me estaban pasando factura y no podía compaginar Selección y Real Madrid.

-Su mejor recuerdo como jugador.

-El 12-1 a Malta y la victoria en Wembley. Esas son las cosas del fútbol. Llegamos al estadio tarde por un atasco. Nos íbamos poniendo las medidas por el túnel y fue un partidazo. Como seleccionador me quedo con el 9-0. Se hicieron todas las cosas bien.

Como seleccionador

-Una década después vuelve como seleccionador.

-Totalmente diferente. Ahora eres tu quien tiene que tomar todas las decisiones. Me vino bien la experiencia de haber sido capitán y haber negociado situaciones. Fui feliz esos años. Me dejaron trabajar muy a gusto. Empezamos a cambiar todo. A coger datos de todos los jugadores y trabajar con ellos. El equipo en esos cuatro años dio una buena medida. Nos faltó eso que hemos hablado antes. Nos ganó la mejor Francia de su historia en el Europeo 2000. Estuvimos de tú a tú, podíamos haber pasado nosotros perfectamente. Fallamos un penalti. Y en Japón nos encontramos con un árbitro.

-No llegó demasiado joven al cargo. 43 años.

-No lo creo. Tras el Mundial tenía claro que me tenía que ir. Necesitaba estar más tiempo en el terreno de juego. Otro tipo de responsabilidades. No estaba cansado. Lo que venía después no era aceptable. Estaba todo bien. Pero nos faltaba algo. No lo sé. A lo mejor la suerte. Veía que seguir no iba a ser bueno por cosas. Veía que se quería más. Venía otro Europeo y otro Mundial e iba a ser difícil. Cuando llevas ya cuatro años. A los seis no es lo mismo. A quien viene nuevo se le ve de distinta manera. En el fútbol es difícil quedarte. Cuando estás en un equipo cuatro años, empieza a haber problemas que tú no puedes solucionar, que vienen derivados de los entornos de jugadores… Toda esa parafernalia que hay alrededor de un equipo al quinto año es una losa. Tienes que cambiar a jugadores muy importantes. El discurso ya no le llega igual a la Prensa, al aficionado, al directivo y eso hace que se deterioren las cosas y que el triunfo te cueste mucho más.

-El Camacho seleccionador nos sorprendió como un técnico innovador y con una tendencia futbolística que no se identificaba con el Camacho jugador, que pensaba más en destruir que en construir.

-Yo era futbolista. Hacía lo que me decían mis entrenadores. Como jugador tenía mis inquietudes. Me gustaba el fútbol. Me gustaba ver los métodos de los entrenadores. Nunca soportaba el aburrimiento en los entrenamientos. Siempre supe lo que tenía que hacer en el terreno de juego y como técnico, en ese momento, se lo tenía que explicar a mis jugadores.

-Hierro dijo en estas páginas que usted le enseñó a defender.

-Le expliqué que a su edad no se podía desgastar en saltar 40 veces en busca de balones. Lo que quería es que él jugara al fútbol desde atrás y ya pondríamos a otro para que saltara y no se desgastara tanto. Cada salto era una bala menos.

- Aquella Selección suya era una máquina de hacer goles. Nueve a Austria, ocho a Chipre, seis a San Marino.

-Los jugadores se convencieron de que además de salir a ganar, había que divertirse y marcar cuantos más goles, mejor. Les motivaba con cosas. Si metéis cinco o seis, tenéis un día más libre. O aquello de la capea. Buscarles motivaciones para no quedarse solo en la victoria. Hacer más. No me gustaba el 1-0. Había que hacer cosas diferentes para que vinieran con ilusión a la Selección y estuvieran a gusto.

-Se juntaron Guardiola, Fran, Valerón, Raúl… muchos 'jugones' como después en la gran época.

-Había que compaginar. También estaba Albelda que jugaba muy bien, Baraja… Me gustaban esos jugadores. Ahora se juega de diferente manera. Me gustaba tener el balón y que no lo tuviera el contrario. En España siempre buenos futbolistas. En un momento determinado hubo mucho fútbol aéreo, de fuerza. Eso se contrarrestó echando el balón abajo. Otro concepto diferente.

FUTBOL 98/99

FUTBOL 98/99

"A Raúl y Pep les corregía, siempre daban el balón para atrás. Les dije que jugaran para adelante"

Camacho

-Con Guardiola y Raúl tuvo sus cambios de opiniones tácticos… Tuvo que corregirles.

-Es que ellos, cada uno en su zona, estaban acostumbrados a que cada vez que les venía el balón lo daban para atrás. Toque y toque para atrás. Y yo les decía que se dieran la vuelta y con la amplitud de campo que tenían cada uno en su zona jugaran para adelante y así todo el equipo jugaba para adelante. Veían los vídeos y me decían que era verdad. Eran sus características, cada uno en lo suyo, pero se podían cambiar. Si en lugar de jugar para atrás se giraban y miraban para la otra área era mejor para el equipo. Los dos subieron desde abajo y eso no es fácil. Si jugaban en sus equipos es porque eran muy buenos. Les fichaban a otros a golpe de talonario.

- Su Selección futbolísticamente fue una de las mejores de las últimas décadas.

- Sí, pero no nos engañemos, el mejor equipo jugando al fútbol ha sido el que ha ganado las dos Eurocopas y el Mundial. Eso sí que era jugar bien al futbol. Va a ser muy difícil volver a ver un equipo como ese. Nadie lo va a igualar. El fútbol no es una cosa sola. Lo importante es decir que hemos ganado 1-0. Ese triunfo te da más moral, más seguridad. Entre ganar 1-0 jugando mal y perder 1-0 jugando bien… Surgen las incertidumbres y las dudas y eso no es bueno. Cuando ganas todos los futbolistas aparecen por el campo, la quieren todos. Si vas perdiendo le silban cuatro veces y el jugador no aparece. Hay jugadores que con público se esconden.

"Se quitaron la mochila de los penaltis y volaban. Crearon una escuela y todos venían a copiarnos"

Camacho

-Y de esas tres selecciones, a Camacho cuál le gustó más.

-Eran muy parejas. Un grupo de jugadores casi los mismos. Todos han ganado también en sus clubes. Se quitaron la mochila de los penaltis y sin mochila se pusieran a jugar al fútbol y volaban. Crearon escuela. El mundo del fútbol cambió. Todos comenzaron a copiarnos. Eran otra clase de futbolistas.

- Y al final, con el tiempo, se convierte en el comentarista por excelencia de la Selección.

-He hecho algo más… No me gusta comentar todas las semanas. Llegas un momento que ya no sabes qué decir. Por eso acepté lo de la Selección. Luego sale lo del Iniesta de mi vida y otras frases y como todo va bien, pues sigo y sigo. Fuimos ganando todo y se me ha identificado con la Selección, Me siento cómodo. Mi objetivo no es meterme con el seleccionador o con los jugadores cuando se juega mal. Yo sé lo difícil que es dar explicaciones cuando se está mal. No voy a decir que fulano es muy malo. Eso no entra en mi filosofía. Yo voy a ver el juego. Y explicar cómo juegan.

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