Toni Bou no se cansa de ganar
Dice Toni Bou que no visualiza una retirada invicto, que si alguien quiere alguno de sus títulos de trial, el de indoor o el de outdoor, tendrá que destronarle cara a cara, que no se piensa bajar de la moto, si el físico le acompaña, hasta que algún rival le marque el camino de la jubilación. Bou tiene 37 años y encadena 17 ganando Mundiales, de dos en dos, para sumar el impactante total de 34 coronas. No hay un deportista tan dominante en el planeta. Una explicación es que atesora todos los rasgos de los campeones, una ambición sin barreras, que conserva a pesar de que la victoria se ha convertido casi en una rutina. “Todavía lo seguimos celebrando a lo grande”, admitió este lunes en su tradicional visita a AS, solo dos días después de cerrar el 34º. Con la misma ilusión de siempre. Al piloto de Piera le bastaba con ser quinto en Madrid, pero logró el triunfo. “Ganar ganando es lo mejor”, dijo entonces. El mismo código que aplicará el próximo fin de semana en la última prueba, en el Vendéspace. “No voy a dejar nada. Si puedo ganar también en Francia, lo haré”, apuntilla con el brillo que distingue a los competidores de su estirpe.
Es cierto que Toni domina un deporte donde el número uno marca la diferencia, donde son más habituales los largos reinados, como ocurrió con Jordi Tarrés y Dougie Lampkin, aunque en sus casos fueron 7 y 12 títulos. Hace tiempo que Bou pasó a otra dimensión. Sus estadísticas son extraordinarias, porque describen una trayectoria impoluta durante 17 años consecutivos, sin fallar incluso con lesiones, que también las ha tenido. La repetición de títulos no debe confundirnos. Sus resultados, en apariencia cotidianos, son excepcionales. Si fueran fáciles, ya los habría conseguido otro. Toni no se pone topes en el listón, ningún campeón lo hace. Y ahora se le encienden los ojos cuando piensa en un desafío redondo: el 40º Mundial con 40 años. Bou no se cansa de ganar.
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