Pasaba por aquí

Toma Lamine

Se trata de estar dispuesto a aceptar muchas frustraciones por un sentimiento de pertenencia

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Todo Vigo habla estos días de un pequeño niño flaco de pelo castaño llamado Pablo. Porque cuando Lamine Yamal anotó su gol al borde del descanso durante el partido en Balaídos, cuando se besó el escudo del Barça, Pablo, desde la grada, se tocó el suyo del Celta, lo señaló, lo besó y gritó con una rabia del todo inocente: “Toma, Lamine”. La imagen la captaron las cámaras de televisión y Pablo se viralizó hasta el punto de que el Celta lo ha invitado a pasar unas horas con sus ídolos durante un entrenamiento.

Ese sencillísimo gesto de Pablo de besar su escudo del Celta delante de Lamine Yamal simbolizó algo tan difícil de conseguir como el arraigo, sobre todo el infantil. Porque lo lógico, cuando tienes cinco o seis años, es que te atraigan las luces de feria, los carruseles, el algodón de azúcar y los fuegos artificiales. Lo lógico es que ver a Lamine Yamal sea como tener delante a un Rey Mago con un saco lleno de regalos, y no como algo que combatir emocionalmente.

Ser hincha del Barça o Real Madrid, teniendo la posibilidad de ser de tu equipo local a unas calles, es como que te guste el más guapo del instituto: está muy bien, claro, pero no tiene más mérito que el de saber lidiar con la distancia. Hacerte hincha de un equipo modesto, en cambio, es una historia vocacional. Tu equipo adquiere la virtud de confundirse con el barrio: lo quieres porque lo sientes tuyo.

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Los niños de cualquier equipo modesto desarrollan adicionalmente una convivencia natural con la crudeza. Es más, no solo conviven con ella, la aceptan. Yo misma fortalecí mis expectativas (y mi tolerancia a los resfriados) cuando era una niña pegada a un chubasquero semanalmente en Balaídos. Se trata de estar dispuesto a aceptar muchas frustraciones (y resfriados) a cambio de un fortísimo sentimiento de pertenencia. Se trata de saber que el fracaso es siempre provisional, aunque más que probable. Eso te lo enseña la vida, claro, pero también algunos estadios de fútbol.

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