Luis Enrique se equivocó con la alineación

Doha (Qatar)

Luis Enrique cambió el equipo por arriba y por abajo y se equivocó. Primero por poner a dos jugadores tocados, Rodrigo y Gavi, también por darle la responsabilidad a Balde para reservar a Jordi Alba y por quitar a Laporte y romper el eje de la defensa. Jugó contra Japón pensando en Croacia y le salió mal. España pasa la fase de grupos por los pelos, con una victoria, un empate y una derrota. Tres resultados merecidos. Pero el seleccionador es quien debe recapacitar y asumir que no puede cambiar el equipo a capricho, sobre todo la defensa. La zaga española fue una verbena, un poco por la velocidad japonesa y otro poco porque Luis Enrique no puso a los mejores.

Con el partido en rodada quiso remediarlo e inició un carrusel de cambios. Empezó por Carvajal, al que había señalado al no darle la titularidad tras su partido ante Alemania. Y acabó poniendo a Jordi Alba. El entrenador quiere ser el líder, el guía. Y nadie se lo discute. Pero Luis Enrique ya no remata los córners. Tiene que poner a los mejores y dejarse de inventos. Ahora irá al cruce con Marruecos, y Japón ha demostrado que, o pone al equipo titular, que es el que jugó contra Costa Rica, o tendrá dificultades para encontrarse con próximos rivales más adelante. ¿La derrota contra Japón significa que España ya no juega tan bien? No. Significa que Luis Enrique tiene que moderar sus impulsos y poner a los mejores.

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