Los cinco cambios de Ancelotti
Si hay Liga, lo decidirá el Atlético, aunque el Madrid se encarga de aparentar que por él no va a dejar de haberla. No es que abordara el partido contra el Celta con una pasión desaforada, pero le sobró con agarrarse a la fórmula de éxito recuperada por Ancelotti. Esa alineación híbrida entre titulares y meritorios le permite que nadie se abandone, ni a nivel individual ni a nivel colectivo. Y algunos nombres se acercan más al once que se alejan del mismo. Son los casos de Nacho, Ceballos y Asensio, otra vez de buena gana los tres. Sus prestaciones debieron agradar al técnico italiano, que cuenta con la seguridad que su rendimiento actual da cuando les requiera para partidos más trascendentes. Que los habrá de aquí a final de temporada, y puede que muchos. Como lateral, Nacho se volvió a soltar en ataque, se complementó con Asensio y se atrevió hasta en el disparo una vez más. En defensa, como siempre, intervino con sobriedad pese a las complicaciones que crean las apariciones interiores de los atacantes del Celta y a su mala elección en un duelo con Aspas cuando se mudó a la izquierda. En el medio destacó Ceballos, que sobó menos el balón. Está claro que es mejor cuando se percata de los espacios, tal y como definió el maravilloso balón entre líneas a Vinicius en el gol inicial. Y Asensio reforzó su condición de jugador vinculado al gol, además de sostener el aumento de su participación en el juego.
Más dudosos fueron los encuentros de Rüdiger y Tchouameni. El central alemán, que se las tendrá que ver con Haaland próximamente, no fijó las marcas dentro del área, regaló alguna pelota absurda en la salida y no corrigió del todo a su espalda. Con Tchouameni, más de lo mismo. La leve mejoría que tuvo en Cádiz se frenó por los mismos errores que comete con una frecuencia preocupante. Volvió a no cerrar la frontal del área en centros laterales y se tomó algún exceso de más en la construcción que pudo acarrear problemas de gravedad al Madrid. Pero ni el Celta al completo, ni Veiga ni Aspas en concreto, tuvieron una noche de claridad. Se puede dar por contento Ancelotti con lo que pasó. Tiene material suficiente para afrontar lo que queda, aunque le dolerá y mucho la ausencia europea de Militao en la ida. Al menos, dispondrá de Vinicius, que siempre está, hasta en una Liga que todavía le queda lejos al Madrid. Pero si pierde el Barça, todo se andará...
Ventaja para Vinicius
Ceballos tiene el temple y la calidad para meter un gran envío al espacio para Vinicius, que confunde a Kevin con venir al apoyo y lanzarse después hacia la ruptura. Bien visto y ejecutado por el centrocampista.