Las revoluciones no siempre son buenas

Como todo buen francés sé de qué hablo porque soy un puro producto de la escuela pública, laica y gratuita de mi país. La llamamos “escuela de la República” y, desde pequeño, nos enseñan lo grande y lo importante que ha sido la famosa revolución francesa de 1789. Es muy difícil que haya un profesor para criticar lo que fue uno de los momentos más decisivos de nuestra historia. Sin embargo, siendo adulto, uno se da cuenta de que hay que poner muchos matices y que, en la realidad, las revoluciones no siempre son buenas. Que los que piden una revolución en el Madrid reflexionen un poco: cortar cabezas para aliviar la ira del pueblo no soluciona los problemas. Además ¿es justificada esa ira? Creo que no. Cierto es que la temporada 2024-2025 quedará como bastante regular comparada con las anteriores, pero estamos dentro de la normalidad del “bajón” después de la fiesta.

Si Carlo Ancelotti cree que su proyecto en el Real Madrid no ha acabado y si siente que tiene la energía suficiente para construir un equipo ganador no veo por qué habría que echarle de su puesto. Siguiendo esa idea, no hay que tirar por la borda todo lo que se ha hecho hasta ahora. Una revolución puede ser necesaria cuando nada funciona, no cuando simplemente se sale de un ciclo victorioso. Con o sin el entrenador italiano en el banquillo, un espíritu de continuidad debe imponerse.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí