La victoria rayista estuvo en la grada

Las guerras no sólo se libran en los campos de batalla. Ni los partidos sólo en el verde. Fuera de él, el Rayo subió los decibelios del Bernabéu. De principio a fin. Con el 0-0 y con el 2-1. No hubo tregua y quien avisa no es traidor. “Juegas en casa, Rayito, juegas en casa”, entonó la grada. Por momentos, sí evocaba a Vallecas. Los de Iraola saltaron al césped escuchando su himno a capella, un buen recordatorio de lo que todo franjirrojo espera de los suyos: valentía, coraje y nobleza. Ya sea en el barrio, en el Bernabéu o en cualquier lugar. Y cuando, a la media hora, Benzema abría el marcador, los casi 500 hinchas rayistas llamaron A las armas. Un clásico que retumbó en el estadio y llegó hasta las casas y los trabajos. Los horarios... Ya saben. De ahí que también sonara una crítica a LaLiga. El repertorio es amplio.

El Real Madrid se llevó los tres puntos, pero el triunfo de la grada fue para el Rayo. Por goleada. Orgullo de un barrio humilde y trabajador que cada vez tiene más difícil ver a su equipo en Europa. Quién sabe... Alguna vez será. De momento, esta temporada, soñar con la Conference League ha sido una locura muy cuerda. Nunca hay que perder la fe, ni el aliento. Como no lo hicieron esos aficionados en la grada, como no lo hacen quienes día a día libran sus particulares batallas. Y es que, recuerden, las más importantes... no se libran sobre el verde.

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