La eterna Senyera del Bernabéu

Ojalá este Valencia-Real Madrid que se va a disputar esta noche fuera cosa del pasado. Ojalá el recuerdo, la crítica o el debate que tuviéramos de ese encuentro fuera simplemente haber visto un Mestalla lleno de globos amarillos para recibir a Vinicius tras el Balón de Oro de Rodri. Ojalá este Valencia-Real Madrid se hubiera jugado cuando tocaba. Pero cuatro días antes del partido una DANA devastó la provincia de Valencia y nada que no fuera ayudar a los afectados tenía sentido para quienes vivimos en la terreta y para los que vinieron al rescate desde cualquier rincón de España.

La tragedia nos recordó que en la vida hay cosas más importantes que el fútbol, si bien, el fútbol también nos demostró en esas fechas negras que es lo más importante entre las cosas que lo son menos. Y ahí el Real Madrid estuvo a la altura de la institución que es, de su grandeza más allá de rivalidades deportivas, dándole visibilidad internacional a los damnificados en la previa de su cita de Champions contra el Milán, estremeciéndonos el corazón con un minuto de silencio en el Santiago Bernabéu en el que se desplegó una Senyera que ya es eterna, icono de la unión de las personas ante el dolor. Ni el valencianista más antimadridista olvidará jamás aquellas muestras de afecto, porque ninguno olvidará el mal que nos hizo la DANA y lo necesarias que eran y siguen siendo las ayudas recibidas.

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