Hasta donde quiso el árbitro

Os comentaba ayer que la Real Sociedad aguantaría en Montjuic hasta donde pudiera llegar su unidad B. Pues no. Me equivoqué. El partido duró exactamente lo que quiso el árbitro. Porque a la mínima que se encontró con una acción gris, no dudó en decidir a favor del Barcelona y en contra de los txuri-urdin. Y no fue una jugada cualquiera, no os creáis. Expulsión de Aritz Elustondo, ni más, ni menos. Es decir, dejar con un jugador menos al equipo visitante en la montaña mágica. Roja directa que a mi sinceramente no me lo parece. Javi López también discrepó en las entrevistas del final y me sorprendió la rotundidad de Imanol validando la decisión del colegiado. Me suena más a reprimenda a su equipo de que debe evitar esas situaciones más que a puro convencimiento.

Me voy a explicar: puede que el beasaindarra agarre un poco a Dani Olmo cuando el balón le supera, pero no lo suficiente como para que el jugador culé se caiga al suelo de manera tan aparatosa. Habrá quien diga que Olmo se iba solo hacia Remiro, que Aritz era último hombre y que por eso debe ser expulsado. Pero Javi López estaba ya a la par del jugador del Barça cuando cae al suelo. Eso sin contar que estaba muy lejos todavía de la portería de la Real. Es decir, una jugada que se podía resolver con falta y amarilla, pero el colegiado ni se lo pensó. Ojo, no excluyo de la culpa a la defensa realista, que defiende fatal la jugada. Zubeldia no se sabe qué hace y Aritz Elustondo es superado con demasiada facilidad. Otro tiro en el pie para un equipo que llegaba muy justito. Pero el colegiado le remató. Lo tengo claro.

Esa jugada condicionó todo lo demás, que sinceramente me importa ya muy poco. Porque en cuanto cayera el primero, iba a hacerle mucho daño a una Real cogida con pinzas, hasta el punto de que caería seguro alguno más. Es normal, los txuri-urdin jugaban con un equipo de circunstancias, que ya con uno menos veían la montaña, nunca mejor dicho, mucho más alta. Se aguantó con cierta dignidad, no hubo que lamentar más problemas de lesiones y debutó un nuevo potrillo en Primera. Zorionak Mariezkurrena. Insuficiente. Pero punto final. Porque el árbitro no quiso que hubiera más. Con lo bonito que había empezado, con lo bien que estaba compitiendo la unidad B, pensando en el United, con gol incluido, anulado por fuera de juego. Lo voy a decir con cierta ironía: quizá el señor colegiado se asustó, porque vio que una Real de circunstancias podía estropearle la fiesta del liderato al Barça. En fin, nos imaginábamos lo que iba a pasar, pero no por eso fastidia menos.

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