Liverpool: el más difícil todavía

Un Liverpool lanzadísimo. Quizá la diferencia con respecto a la eliminatoria anterior ante el Bayern radique en que ahora el Villarreal no se mide sólo a un equipo fabuloso: es que, además, ese equipo fabuloso está en su mejor momento. Lo demostró en los recientes compromisos ante el Manchester City, siendo capaz de empatar en el Etihad en Premier (2-2) y de ganar una semana después en la semifinal copera de Wembley (3-2). Que el estado de forma sea pletórico no es una cuestión menor, ya que el cuadro de Klopp depende mucho de su físico para poder llevar a cabo la altísima e intensísima presión con la que hiere a sus adversarios. Aunque en marzo cayó en casa ante el Inter en octavos de final de la Champions, aquel tropiezo se lo podía permitir por el 0-2 de la ida. En realidad, en todo 2022 no ha sufrido ninguna derrota con consecuencias: la última se remonta al 28 de diciembre frente al Leicester en la liga. Los dos últimos triunfos, además, han multiplicado la moral del equipo, ya que se han producido ante los dos adversarios con los que hay mayor rivalidad: el United el pasado martes (4-0) y el Everton el domingo (2-0).

PHIL NOBLEREUTERS

Más opciones para rotar. Podría parecer que la plantilla del Liverpool es muy similar a la que consiguió levantar la Champions en 2019 en Madrid. Y aunque es verdad que no ha perdido a jugadores destacados de aquella generación ganadora –Wijnaldum sería el único titular que se ha marchado–, lo que sí ha hecho ha sido reforzar su fondo de armario para disponer de muchas más alternativas y para poder dar descanso a sus figuras sin que el colectivo se resienta demasiado. Los Thiago, Diogo Jota, Luis Díaz y Konaté han aumentado el potencial de un grupo de jugadores en el que ya no está tan claro quién va a formar de inicio. Por ejemplo: arriba, Salah y Mané son intocables, pero el tercer puesto rota mucho entre el colombiano, el portugués y un Firmino que es el único que llega con problemas físicos al duelo ante el conjunto castellonense –y eso sin contar a Origi, que viene de marcar frente a los toffees–. O atrás, donde Van Dijk es la clara referencia, pero donde Konaté y Matip se van alternando. De hecho, el francés ex del Leipzig no jugó ni un minuto en el derbi ante el Everton y se espera que regrese a una competición continental en la que fue capaz de anotar de cabeza en acciones de estrategia en los dos partidos ante el Benfica. Ésta es una faceta en la que el Liverpool es especialmente fuerte, ya que también los dos tantos en el Meazza frente al Inter llegaron a balón parado.

La espalda de Alexander-Arnold. Es sencillo imaginar un guion con un Villarreal replegado, ordenado, que no permita espacio para correr al Liverpool y que busque salir con velocidad después de los robos. Pero, una vez lograda la recuperación de balón, ¿por dónde hay que atacar? El conjunto de Klopp tiene tendencia a incorporar mucho a los laterales. Tanto Robertson como Alexander-Arnold acaban las acciones de ataque prácticamente en posiciones de extremos. Al escocés le cuesta menos el retorno defensivo, pero el joven inglés, que posee un talento superlativo para el golpeo, es menos sacrificado a la hora de volver. Por ahí Danjuma, que siente preferencia por arrancar desde la izquierda, podría tener una vía más o menos libre para intentar explotar su velocidad.

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