Zidane se empeñó hasta el final

Zinedine Zidane ha logrado esta temporada mantener la tensión competitiva hasta el final del campeonato tirando de un grupo que, con otro entrenador al frente, seguramente hubiera caído en la tentación de dimitir prematuramente de la lucha por el título. En un año complicado para todos, Zidane ha tirado de la receta que le ha convertido en un entrenador de leyenda: defender a sus jugadores a capa y espada, ponerse en segundo plano en las buenas y en primera línea para recibir los palos cuando pintan en bastos. Si el Madrid no ha logrado ningún título en la temporada es evidente que el jefe de la caseta en algo se habrá equivocado, pero la sensación es que el técnico francés ha exprimido al grupo como un limón y ya no queda más jugo aprovechable. Y eso, en un vestuario acostumbrado demasiadas veces a pecar de perezoso, tiene mucho mérito.

Ahora su futuro será la comidilla de los próximos días. La sensación es que su ciclo se ha terminado, fundamentalmente, porque no quiere decirle a jugadores que le han dado la vida que se tienen que buscar el futuro en otro lado y porque hay decisiones clave en las que el club ha pasado olímpicamente de su opinión. El Madrid es una apisonadora en la que solo vale presente y futuro, pero mantener el nivel de competitividad, títulos y representación impecable del escudo que ha tenido Zidane en sus dos épocas es casi imposible. Chapeau 'divino calvo'.

Lo más visto

Más noticias