Final Fantasy XIII
Final Fantasy XIII, guía completa - Capítulo 11
Te ayudamos a descubrir la aventura de los Elegidos.
Por fin accedemos al momento en el que se abre la aventura. Damos por seguro que pocos se resistirán a caminar de un lado a otro de Paals desde que tengan oportunidad (primero hemos de superar otro mapeado lineal), aunque siguiendo nuestros consejos, salvo las dos primeras misiones es preferible seguir hacia adelante con la propuesta que hace el juego por dos motivos.
Primero, porque la mayoría de las habilidades necesarias para superar fácilmente a los enemigos duros de la zona las adquirimos en los últimos capítulos del juego. Segundo, porque una vez superada la trama principal (en la que no deberíamos tener problemas si luchamos con los enemigos que aparecen a lo largo de nuestro recorrido y no los evitamos) tenemos oportunidad de centrar toda nuestra atención en este aspecto, ya con bastante fuerza para afrontar cualquier reto que se nos proponga, con los seis Eidolones de nuestro lado, etcétera.
Como última anotación antes de comenzar el paso a paso de este capítulo, tened en cuenta que de este momento en adelante tenemos casi total libertad para cambiar a los miembros del grupo y las formaciones. El último nivel del Cristarium no se completa hasta que terminamos la aventura, pero en cualquier caso es decisión de cada jugador qué hacer llegados a este punto. Sabemos que es duro pedir más paciencia, pero igualmente prometemos que se verá recompensada al final de la partida.
Al margen de esto, en este mapa nos limitamos a recoger un tesoro que no requiere de mayor explicación y a hacer frente a varios flanes (algunos medianos, con todo lo que ello conlleva), y en menor medida contra algunos alraunes a los que superamos con relativa facilidad. Abandonamos el campamento base y nos dirigimos hacia las faldas montañosas donde Hope protagonizará el quinto combate frente a un Eidolón.
Alejandro: En esta ocasión hemos de pelear que Hope, Lightning y Fang. Para poder hacer frente a Alejandro es esencial contar con un protector que se encargue de recibir los golpes del mastodóntico enemigo, un papel que preferiblemente puede desempeñar Fang. Nos interesa tener a dos sanadoras dando apoyo al que recibe el grueso de los ataques cuando la cosa se pone fea para luego cambiar directamente al Ataque total, con dos fulminadores y un castigador de por medio, o bien con un tercero ejerciendo labores de sanador según cómo veamos la vitalidad de nuestro grupo en cada momento. No es Alejandro el Eidolón más fuerte del juego, por lo que nos lo podemos llevar de calle en pocos intentos.
Cuando llegamos a la explanada de la Estepa de Archylte tenemos dos posibilidades. Una, comenzar a hacer dos o tres misiones de caza. Podemos hacernos con la mecánica de este sistema para seguir nuestra andadura hacia el objetivo mientras hacemos frente a los enemigos de menor envergadura que pululan por la zona (básicamente los gorgonops, flanes y duendes, es mejor olvidarnos del resto y de los tesoros que aparecen en el mapa para volver cuando seamos lo suficientemente fuertes). Disfrutamos de las vistas que nos ofrece el paisaje, nos quedamos con la boca abierta viendo cómo campan a sus anchas los mastodónticos adamantai (de los que mejor nos alejamos todo lo posible) y, después de las dos o tres misiones que queramos realizar (la cuarta nos envía directamente a los montes de Yaschas, una zona que se escapa todavía a nuestras posibilidades, ponemos rumbo hacia nuestro objetivo, situado en la parte superior izquierda del mapa.