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Final Fantasy XIII

Final Fantasy XIII

Final Fantasy XIII, guía completa - Eidolones

Te ayudamos a descubrir la aventura de los Elegidos.

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A continuación ofrecemos un resumen breve de cómo obtener a cada Eidolón y la mejor forma de hacer crecer su barra de empatía.

- Shiva/Nix/Stiria: Pasamos al Rol de Protector, defendiéndonos en todo momento de los ataques de estas dos princesas. Una nos cura, la otra ataca. Nix, la responsable de nuestro daño físico, es la que debe centrar nuestra atención, y a ella nos debemos con nuestra Guardia Férrea. Utilizamos la misma táctica cada vez que carga su ataque y pronto se habrá rellenado la barra de empatía. Pulsando el botón necesario se termina este pequeño culebrón que probablemente nos ha dejado descolocados por la velocidad a la que ha transcurrido.

- Odín: Es un bicho duro de pelar, sin duda alguna. Más nos vale que nos equipemos con los dos Anillos del Rayo que deberíamos tener en el equipo (o en su defecto hacernos con uno en la tienda). Básicamente este Eidolón sólo hace caso a los sanadores, aunque obviamente no basta con esto para convencerle para que se una a nuestro equipo. Es conveniente que Hope actúe como Sanador tras lanzar los hechizos pertinentes de Coraza y Escudo sin los cuales no tenemos prácticamente ninguna posibilidad de sobrevivir al combate. El rol de fulminador es esencial para que la barra de empatía aumente cuando Odín se propone hacer daño auténtico con su Escudo de Ullr. Este combate se llevará varios intentos por nuestra parte debido a la increíble velocidad con la que transcurre toda la acción, aunque no es conveniente desesperar.

- Brunilda: Cambiamos la configuración de combate a inspirador y obstructor para fortalecer/debilitar la energía de nuestro enemigo, que lanza potentes ataques de fuego que debemos proteger o bien empleando el anillo de fuego o ampliando mediante anillos de VIT la barra de energía de Sazh. Cuando efectúe su ataque estrella cambiamos a Sanador/Fulminador, manteniendo la barra de empatía siempre en ascenso. Esta batalla no es especialmente difícil si tenemos en cuenta la de Odín, aunque de nuevo debemos actuar con rapidez si queremos salir del combate victoriosos en pocos minutos.

- Bahamut: Hemos de batallar en este combate con Vanille, Lightning y Fang. Esta última por motivos obvios al ser la destinada a portar la misticita de este ser mitológico. Protector, Sanador y Sanador deberían ser suficiente para soportar la primera oleada de ataques de este bicho tremendamente poderoso, mientras dos curan, el otro utiliza defensa, la única forma de convencer a Bahamut de que se una al clan. Una vez esto suceda podemos elegir entre lanzar un ataque total, basado en el clásico doble fulminador y castigador, o por el contrario emplear un grupo más variado formado por un sanador, un obstructor y otro protector. Una tercera posibilidad se encontraría sin el rol del sanador, sustituyéndolo por el de obstructor. En cualquier caso, el Eidolón no debería tardar demasiado tiempo en morder el polvo.

- Alejandro: Le toca el turno a Hope de demostrar su valía y fuerza interior tras las interesantes cinemáticas que apreciamos al poner el pie sobre Gran Paals. En esta ocasión hemos de pelear que Hope, Lightning y Fang. Para poder hacer frente a Alejandro es esencial contar con un protector que se encargue de recibir los golpes del mastodóntico enemigo, un papel que preferiblemente puede desempeñar Fang. Nos interesa tener a dos sanadoras dando apoyo al que recibe el grueso de los ataques cuando la cosa se pone fea para luego cambiar directamente al Ataque total, con dos fulminadores y un castigador de por medio, o bien con un tercero ejerciendo labores de sanador según cómo veamos la vitalidad de nuestro grupo en cada momento. No es Alejandro el Eidolón más fuerte del juego, por lo que nos lo podemos llevar de calle en pocos intentos.

- Hecatónquiro: El último Eidolón al que debemos hacer frente es también uno de los que más difíciles nos pone las cosas. Es esencial contar con un protector en el grupo que sepa recibir los brutales daños que efectúa este monstruo a poco de comenzar el combate, encadenando un combo al que muy difícilmente podríamos hacer frente de forma natural. Luego nos queda el rol de obstructor para tratar de cambiar los estados alterados, aunque todo debe fluir a la mayor velocidad posible evitando que nuestra Vitalidad llegue a cero. Es por ello que el Sanador debe estar presente en momentos específicos del combate, curándose a sí mismo y al protector. Teniendo en cuenta que controlamos a dos figuras durante esta batalla, hay que armarse de paciencia para evitar una catástrofe prácticamente garantizada.