El VAR es alérgico a las expulsiones
El martes tuvimos en Carrusel un animado debate, con cierto grado de acaloramiento, en el que llevaron la voz cantante Álvaro Benito por un lado e Iturralde por el otro. Vino a cuenta de la facilidad con que Muñiz mostró amarilla a Valverde por un manotazo al aire tras serle señalada una falta, que hasta pudo parecer más un gesto de fastidio hacia sí mismo que un descaro para con el árbitro. Iturralde sostenía que es nueva línea en el arbitraje cortar las protestas de raíz, y se puede entender. Años de tolerancia habían acabado en unos insoportables corros de la patata, que contaminaban hasta las consultas al VAR.
Tratemos de entender esa pretensión y hasta la confusión que produce. Nos dicen que sólo el capitán puede dirigirse al árbitro en busca de una aclaración, pero tampoco él puede protestar, y hasta que no se haya asumido también eso habrá enfados por tarjetas a capitanes, como pasó el martes con Modric y ayer con Raphinha, por tomar ejemplos próximos y claros. En fin, estamos ante una consigna de severidad que los jugadores más temperamentales tardarán en encajar, y con ellos sus públicos. Con la instrucción tan reciente, los árbitros van como motos a cumplir ciegamente la última orden y en eso estamos.
Pero lo que no es de recibo es el contraste entre esa práctica puntillosa y la dejadez del VAR ante cosas muy gordas. El domingo pasado vimos a Lamine llevarse una patada tremenda de Cardona en la rodilla al poco de su asistencia mágica y aquello no mereció expulsión. Tampoco los tacos de Soria en las costillas de Lewandowski en el partido de ayer. En el Bernabéu, el rodillazo de Endrick a Mouriño en sus partes pudendas mereció el mismo castigo que la mano al aire de Valverde. Entiendo que los árbitros quieran preservar su autoridad, pero esta no se defiende con tarjetas por naderías, sino con rigor en la tarea.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.