Casemiro y el ‘síndrome Varane’

Hace un año, Raphael Varane anunció su fichaje por el Manchester United. Ni siquiera la marcha de Ramos a París varió su decisión. Cambiaba el equipo con el que había ganado cuatro Champions, tres de ellas como titular en la final, por un club en autodestrucción que se ha convertido en un cementerio de elefantes. Un año después, el central francés es a menudo suplente de Maguire, uno de los peores centrales que hayan visto mis ojos manchegos. Varane gana ahora más dinero. Sí. ¿Y ha desaparecido de las quinielas de los grandes defensas de Europa? También.

Casemiro ha recibido un ofertón difícil de rechazar a nivel económico. Unos 12 millones limpios al año durante cuatro temporadas y la posibilidad de una quinta adicional. Te aseguras 50 kilos y el bienestar de tu familia para los restos. En el Madrid ganaba 7 netos y tenía contrato hasta 2024. Tenía seguros 21 millones más los adicionales por títulos. Como en el Madrid ganar es un verbo fácil de pronunciar, para el fin de su contrato en el club blanco habría conseguido unos 30 millones. Como en el United lo más que puedes ganar es una Europa League y ahora parece una quimera, ¿por solo 20 millones de diferencia merecía la pena renunciar a la gloria deportiva, a ser una leyenda eterna y a formar parte de una familia exclusiva de jugadores que escriben su última página profesional en el mejor club de la historia del fútbol?

Casemiro va a ser recibido en Mánchester como un César entrando con las legiones en Roma. Lógico. Es un futbolista descomunal, el mejor mediocentro defensivo del mundo. Por eso no entiendo que ante la llamada de un United desesperado (antes tocó la puerta de Frenkie De Jong y Rabiot) no le haya puesto el Madrid en su sitio. ¿Quieres a mi Casemiro, clave en nuestro proyecto deportivo? Durante el día me molestó que las cifras que se trasladaron eran de 60 millones, más 10 en variables. Una cantidad muy baja y más con las urgencias que tiene el club inglés. No podía ser que costase más Cucurella (68 millones) que Casemiro. Pero Josep Pedrerol anunció pasadas las 9 de la noche que el precio final de la operación quedaba en 72 millones fijos más 13 en variables. Esto es mucho más razonable.

El United hizo un ridículo sonrojante en su día al pagar 87 millones al Leicester por Maguire, un central que es carne de memes por sus torpezas en el área. El tal Maguire no podía resultar más caro que Casemiro. Ahora con esta cifra definitiva la transacción se hace menos dolorosa porque al menos económicamente es importante.

Lo malo es que aun así no fichamos a nadie a cambio. Tchouameni es muy bueno y nos va a dar alegrías, pero esto le va a meter una presión bestial. Y Kroos no disfruta en ese puesto, como él mismo ha confesado varias veces. Y recuerden qué alto precio deportivo hubo que pagar cuando se fue Makélélé al Chelsea o Xabi Alonso al Bayern Múnich. Casemiro se va y nos deja un vacío inmenso. Ojalá no nos arrepintamos. Fuera del Madrid hace mucho frío...

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