Bellingham y la magia del Bernabéu
El centrocampista británico no se dejó convencer por ofertas económicas mareantes porque su hoja de ruta estaba clara desde crío: quería jugar en el Real Madrid para vivir noches mágicas de Champions y la de este miércoles fue la primera de una lista que tiene pinta de que va a ser interminable. No fue el mejor partido del chaval, ni falta que hizo, porque cuando el Bernabéu se puso en modo caldera y el empate parecía inevitable, Jude se encontró con un remate sencillo que le convirtió en héroe en la competición que más enamora al madridismo. Bellingham nunca estuvo cómodo en el partido, con menos piernas y presencia de lo habitual pero siempre con personalidad, sacrificio para echar una mano en defensa y la fe innata en la victoria que corresponde al ADN del Madrid en Europa.
El camino hacia el objetivo final será largo y complicado, pero el fichaje crack de la temporada ha demostrado a la primera de cambios que no se va a arrugar ante el envite. Cuando el partido se pone bonito Bellingham tira de frac para deleitar a una afición que le adora desde el día de su presentación, pero cuando toca fajarse y currar se pone el mono el primero para echar una mano. Ancelotti sabe que maneja un diamante y por eso no le permite de momento un respiro, aunque el italiano tendrá que encontrar partidos durante el año para darle un respiro y tenerle fresco cuando llegue la primavera. Desde este miércoles el nuevo ídolo del madridismo ya conoce de primera mano como se las gasta el Bernabéu en la mejor competición de clubes del mundo y ha cumplido todas sus expectativas.