Ancelotti tiene que afinar

Que la etapa posMundial iba a afectar negativamente al Madrid era algo tan evidente que no puede sorprender a nadie, y menos a su entrenador, responsable de administrar lo que tiene en cada momento. Carletto y sus ayudantes deben hilar fino a la hora de negociar los cansancios y las carencias en el once porque una mala elección puede condicionar mucho el rendimiento general.

En Villarreal, con la intención de darle más vigor físico a la defensa, decidieron que Militao ocupase el lateral derecho para así poder meter a Rüdiger de central. Al parecer, les había gustado el desempeño del brasileño en ese puesto con su selección y decidieron copiarlo. Pero Militao en la banda pierde instinto, se descoloca y tiene menos capacidad defensiva. Con ese cambio pierdes un gran central y no consigues un buen lateral derecho, demarcación en la que Lucas Vázquez ha cumplido sobradamente en muchas ocasiones.

Por otra parte, el entrenador apostó por meter juntos de inicio a tres de los cansados de Qatar, Tchouameni, Modric y Valverde, a los que aún les pesan las piernas y falta ritmo. Entre unas cosas y otras hubo mucho desconcierto y los centrocampistas del Villarreal volaban y encontraban espacios por doquier.

Indudablemente Ancelotti va a tener que buscar soluciones y recambios, más ahora con las lesiones de Alaba y Tchouameni, pero cuidado con desnaturalizar los puestos que ya te funcionaban no vaya a ser que lo estropees. La plantilla blanca tiene sus carencias, pero hay jugadores suficientes para no tener que inventarse experimentos raros.

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