LA PIZARRA TÁCTICA

El incierto mañana de Lucas en el Madrid

PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP

Hasta la última jugada se comprobó la extraordinaria diferencia que hubo en el partido. El Leganés tocó con los dedos un milagro que mereció y le facilitó un Madrid prevacacional con escaso interés en ser el juez definitivo del descenso local. Pese a este contexto, se inmoló el equipo de Javier Aguirre por sus concesiones en las áreas, el mal de toda la temporada. Enfrente no tuvo un rival huesudo, poco predispuesto y muy corto de piernas. Con la Liga ganada, poco se puede sacar en claro en el Madrid más allá del dudoso remiendo de Lucas Vázquez como lateral. Por convicción más que por necesidad, en un posible guiño de cara al próximo curso, Zidane volvió a brindar al gallego la oportunidad de actuar en esa posición. El ensayo resulto una certeza dolorosa. Lucas Vázquez está muy lejos de poder rendir en ese rol.

En todas las facetas, estuvo sobrepasado. Sufrió todo el rato por bascular demasiado, descuidó su espalda muchas veces y saltó de zona cuando no tocaba. Su banda siempre fue una invitación para el Leganés, constatado en el hecho de que cargó casi la mitad de sus ataques por ahí. Tampoco contribuyó el tradicional sistema con carrileros del conjunto local, que genera las dudas sobre qué hacer en cada momento, y el nulo ánimo defensivo del Madrid. Valverde y Asensio apenas salieron a su auxilio y se vio obligado a afrontar numerosas situaciones de dos contra uno frente a Bryan Gil y Jonathan Silva (solo se impuso en el 28% de los duelos). Independientemente de su estado físico tras la lesión, a Lucas no le dio por falta de conceptos de principio a fin. En campo contrario también estuvo bastante tímido y errado, sin pulso en los centros y sin alcanzar la línea de fondo como se espera de un jugador de sus características. La actuación ante el Leganés, como ya ocurrió contra el Alavés, dibuja un paisaje complicado para el futuro de Lucas. Como extremo apenas le queda sitio y su respuesta como lateral no ha sido firme. Su aportación anterior no se puede borrar, pero su mañana en el Madrid parece incierto.

Comprometido

Lucas Vázquez asume la vigilancia de Bryan Gil y no atiende el desmarque a su espalda de Jonathan Silva. Asensio tampoco le ayuda. El pase largo de Siovas origina una llegada peligrosa del Leganés.

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